Sarita estaba en la oficina revisando las facturas de sus negocios, a pesar de todas las insistencias de Franco ella no iba a dejar su trabajo mientras estuviera embarazada, ya le costaba bastante no poder montar a caballo ni hacer ese tipo de trabajos, sin embargo entendía que debía ser prudente respecto a esfuerzo físico, no quería que nada le pasará al bebé que llevaba en el vientre.La puerta se abrió y entro por ella el hombre que más amaba en el mundo.
F: como estás, mi amor?
S: igual que hace 10 minutos, mi amor.
F: mmm, para mí fueron los minutos más largos de mi vida, sin verte.
S: igual para mí, pero no me distraigas, estoy ocupada.
F: que estás haciendo?
S: revisando las cuentas de las empresas.
F: ah, yo también estuve en ello hace un rato, toda va muy bien.
S: si, creo que rinde más que cuando esto era de doña Eduvina, a pesar de que vivimos más personas, deja más dinero.
F: es que ella nunca se preocupo por sus negocios, siempre dejo a sus asesores encargados.
S: ahora que hablamos de negocios, yo...tengo una idea.
F: dime mi amor.
S: creo que deberíamos abrir más sucursales de supermercados Trueba en otras ciudades.
F: me parece una buena idea, me encargaré de eso más tarde.
S: bueno para cambiar de tema, como quieres que sea el baby shower de nuestro bebé?
F: creo que deberíamos esperar a que nos digan si va a ser un niño o una niña.
S: tu que preferirías?
F: estaría feliz con cualquiera de las opciones, lo que importa es que va a ser nuestro hijo.
S: y que nombres podríamos ponerle?
F: no lo sé, esperemos a que nos digan.
S: Vamos a nuestro cuarto, ya son más de las 9:00 de la noche.
F: vale.
Los dos se fueron a su habitación (ya remodelada, ahora era la más bonita y amplia de la casa, como debe ser el dormitorio de los dueño de la casa) se pusieron sus pijamas y durmieron abrazados.
Casa de Óscar y Jimena
Jimena estaba en la tina, ya era bastante tarde y debía salir, así que cogió la toalla de secó y salió al cuarto en donde estaba su esposo, sin la camisa de la pijama, con los ojos cerrados.
Jimena sintió una oleada de deseo, y como supo que Óscar le seguiría el juego se quitó la toalla.
Su marido abrió los ojos y su mirada fue directo a los senos de Jimena, quien sonrió con picardía y se sentó a una de las esquinas de la cama, tapándose las tetas con las manos para evitar a Óscar.
El se quitó el pantalón de la pijama y se acostó en la cama en calzoncillos.
Jimena se acercó y se sentó a horcajadas, con sus miembros separados por solo la tela del calzoncillo, Óscar le acarició las nalgas a su mujer y la acercó a su cara, de modo que la vagina de ella estaba al alcance de su lengua, ella gimió y volvió a su posición inicial, desde donde le quito el calzoncillo y jugó con su verga y sus testículos, con suavidad meneo el pene encima de su cara y luego lo chupo.
Óscar también gimió y luego puso a su esposa acostada sobre el, le acarició las tetas mordiéndome los pezones y cuando ella estuvo segura de que nada podría darle más placer el toco su clitoris, poniéndolo duro como un botón y metiendo un dedo dentro de su vagina, ya bastante caliente y humedad.
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Sarita y Franco: una vida de pasiones
RomanceDespués de que Fernando y Dinora murieran los Reyes y las Elizondo son libres para vivir juntos, empezando por la boda de la última parejita: Franco y Sarita. Después de su boda mucho más, la llegada de la nueva generación de Reyes-Elizondo y mucho...