Omega Perdido De Lan Wangji

Capítulo 12

En algún lugar de Chongqing, dentro de un pequeño apartamento de una habitación, donde la pintura blanca se desprendía de sus paredes y las tuberías a menudo tenían fugas. Y donde las ventanas nunca se cerraron por completo, y donde hace mayormente frío, a pesar de que hace calor afuera, Wei Wuxian, sin aliento, se acurrucó sobre sí mismo dentro de una mecedora de madera, acunando la protuberancia recién formada en su estómago como lágrimas: lágrimas amargas. , caen sin fin.

Sentado en silencio y solo, encerrado dentro de este desolado apartamento, un millón de pensamientos pasaron por la mente de Wei Wuxian, proporcionándole tiempo para pensar. Y creo que lo hizo. Ahora, reconoce el estúpido error que cometió hace casi dos meses. Estupido estupido estupido. Esa noche cuando estúpidamente tuvo un calor inesperado, Lan Wangji (el salvador de Wei Wuxian. Porque, ¿quién sabe? Alguien con malas intenciones se habría aprovechado del omega en su estado indefenso) le había dado la mejor cogida de su vida, y que habia hecho Se escapó hasta que estuvo seguro de que Lan Wangji no podría encontrarlo. Suspiro.

Originalmente, Wei Wuxian había planeado dejar China, regresar al extranjero y continuar con su vida. Shije está allí, y Jiang Cheng y el tío Jiang y - entonces recordó; Tía Yu . Ella esta allí. No pertenece allí. Allí no hay hogar. No tiene sentido regresar allí, considerando la cantidad de daño que había hecho. Entonces, en cambio, encontró su camino a Chongqing, queriendo construirse una casa para él, solo para darse cuenta de que la casa debería haber sido con Lan Zhan, su Lan Zhan, su mejor amigo. 

Maldita sea, ¿cómo pudo haber sido tan jodidamente estúpido? 

Los signos estaban todos allí, todo estaba allí , las conversaciones nocturnas, los regalos, las preocupaciones que Lan Wangji había mostrado por su bienestar, la adoración absoluta cada vez que Lan Wangji lo miraba a los ojos. ¡No debería haber estado tan ciego, maldita sea! Lan Wangji lo amó desde el principio. Lan Wangji lo amaba y le habría dado el mundo si se lo hubiera pedido. Oh, cómo pudo haberlo tenido todo. Todo el amor. Todo el calor. Toda la paz. Una casa. Podría haberlo tenido todo si no hubiera corrido. Un error completamente tonto, de hecho.

No importa.

Nada de eso ya no importaba.

Wei Wuxian está embarazado. Un bebé, va a tener un bebé. El bebé de Lan Wangji.

Suavemente, los dedos de Wei Wuxian rozaron la marca de la mordedura en su cuello, donde estaba su glándula de olor, una vez desnuda e intacta, hasta que Lan Wangji decidió lo contrario. Hay un dicho; Cuando marcas a alguien, es para siempre . Es para siempre porque las marcas de apareamiento duran para siempre a menos que sean unilaterales. Es unilateral. Han pasado dos meses. Debería haberse desvanecido. Debería haberse desvanecido porque no había marcado a Lan Wangji a cambio. ¿Qué significa? Wei Wuxian no sabe lo que significa. 

¿Quizás Lan Zhan lo amá lo suficiente como para durar muchas vidas?

Quizás.

Wei Wuxian se secó las lágrimas de sus ojos encogidos con la parte de atrás de su camisa de manga larga y, a pesar de que las lágrimas seguían volviendo, se puso de pie y caminó hacia la cama cuidadosamente hecha donde había una bolsa de lona abierta, llena de ropa y nada más. . Luego, sonrió, pequeño, mientras deslizaba sus dedos en la cremallera, cerrando la bolsa de lona. Sonrió porque todos los errores pasados ​​que había cometido cambiarán a partir de hoy porque Lan Zhan lo amá , y eso es todo lo que importaba. Y así, ha decidido, es hora de irse a casa en los brazos de Lan Zhan, donde realmente pertenecía.  

"Ya voy, Lan Zhan", susurró. Rápidamente, Wei Wuxian se encogió de hombros con la bolsa de lona sobre su hombro y dio grandes pasos hacia la puerta principal. Es hora de irse a casa. Sin embargo, cuando dio un golpe en la puerta, su rostro todavía estaba cubierto de manchas de lágrimas, sus ojos repentinamente duplicaron su tamaño y un grito ahogado se escapó de sus labios.

Increíble.

Allí, de pie frente a la puerta de Wei Wuxian, con la mandíbula apretada con tanta fuerza, es una maravilla que no se rompió, los ojos dilatados y al borde de la locura, no era otro que ...

"Lan Zhan".