|Peaches — KAI |
No sabía quién era, no lo conocía para nada, pero era guapo. Tenía una mirada de dagas, de esas que te atraviesan hasta el alma. Sus ojos color café impactaron con los míos, calmándome en el instante.
No era el desconocido.
Se sentó al lado de Lia, acomodándose en una silla a su lado.—¿Cómo estamos? Chicas.—Abrió su mochila para sacar un té en lata para acompañarnos.
Su cabello era desordenado, tiene una piel pálida y una mirada fría. Su presencia es imponente junto con su aura, siento que es de esas personas que no conocerás dos veces en tu vida, de esas personas que, cuando se van explotan como un big bang. No sales vivo de su ida.
—¿Melissa, ¿no?—abrió la lata, bebiendo el contenido.
Asentí, acomodándome en la silla.
—He escuchado mucho de ti, me alegra darle una cara a tantas palabras de admiración.—Lia le golpeó el brazo por debajo de la mesa, mirándolo mal.—En fin, no me he presentado, soy Joshep.—Estiró su mano.
Al aceptar su mano, una chispa se sintió en todo mi brazo, llegando a mi corazón y estómago. Al parecer no fui la única porque el saludo duró unos segundos de más, nos miramos confundidos.
—Joshep estudia veterinaria, va en su tercer año.—Interrumpió Lia al ver las miradas que nos tirábamos, juraría que alguien así lo he visto en otra parte... pero no logro recordarlo.
—Gracias por presentarte por mí, eres muy considerada.—Se burló, sonriendo sarcásticamente.
El desconocido gritó el número de nuestra orden, su presencia se me había olvidado por completo, casi por inercia me doy la vuelta, pero recordé que no podía verme aquí, no quería ser reconocida por él. Lia agarró el número y se levantó, dejándome sola con Joshep.
—Cuéntame, cuáles son tus pasatiempos... me gustaría conocerte un poco más.
—Oh...—miré por el gran ventanal que había en la cafetería—, Bueno, trabajo en una florería, me distrae un montón cuando me siento mal, inclusive decorar ropa o confeccionarla.
—¿Cuánto me cobrarías para adornarme una chaqueta que tengo sin usar?
Sonreí, tapándome la cara.—Bueno, depende del diseño que quieras ¿tienes algo en mente, Joshep?
Cerró los ojos lentamente, haciéndose hacia atrás con la silla, sonriendo ladeadamente—, Tengo una carpeta inmensa para los diseños. Me encanta el arte, suelo dibujar en oleo y pinturas de paisajes en mis tiempos libres.
—Encontraste a Joshep de buenas, Mel—carraspeó Lia, colocando mi pastel con el café—, Que no te engañe la cara de santo que tiene.
Golpeó su cabeza.
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Cuando la primavera llegue
Novela JuvenilCuando el mundo de Melissa se viene abajo y está en el borde del abismo aparece un chico dispuesto a regar todos su problemas. El renacimiento, la búsqueda de la estabilidad mental y emocional son un proceso largo para ambos, no es fácil enfrentar...