II

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Una gran tormenta caía en Manhattan esa noche, por lo que Xiao intentaba cubrirse bajo el toldo de una tienda de conveniencia.

Estos días no habían ido tan bien como él lo hubiera esperado. A decir verdad, nada había ido bien desde la muerte de su querido abuelo hace unos días. Hoy su entrevista de trabajo había ido espantosa y ni en un millón de años creía que fueran a llamarlo de vuelta. Había perdido otra oportunidad. Joder.

Todos hablan de lo caro que es vivir, pero nadie habla de lo costoso que es cubrir con los gastos después de que alguien muere. Por ejemplo, si es entierro debes de pagar por el féretro, el servicio, el espacio en el cementerio, flores, transporte y cosas extras. Realmente es sorprendente lo cara que una caja para enterrar personas puede llegar a ser. Simplemente ridículo.

A pesar de todo ese dinero "mal gastado", Xiao no pudo evitar pagar por un "paquete decente" en la funeraria. Su abuelo merecía un descanso de calidad en el más allá, o eso pensó entonces, porque ahora estaba ahogado en deudas que no podría pagar si seguía desempleado.

Tal vez en otra vida él no se estaría preocupando por no poder pagar todo ese dinero que debía, tal vez en otra vida su abuelo seguía vivo, tal vez en otra vida no estaría bajo la fría lluvia de otoño que le calaba los huesos. Soñar es gratis, al menos eso no haría que sus deudas se incrementaran.

Un fuerte ruido lo sacó de sus pensamientos, al parecer alguien había azotado la puerta del bar que se encontraba a unos metros de donde estaba parado.

Varios hombres llevaban cargando a una persona de cabello largo, no podía saber el color de cabello gracias a la poca iluminación que había en la calle, la oscura noche lo hacía ver de un intenso azabache; sin embargo, esto perdió importancia cuando de pronto el delicado cuerpo, que se veía claramente pasado de copas, fue lanzado con fuerza contra la sucia pared del callejón contiguo al bar.

El grupo se reía a costa de los quejidos de dolor que salían de la persona que había sido lanzada. Xiao se limitaba a observar aquella escena, nunca fue de esos que se meten en problemas ajenos, sin embargo, cambió rápidamente de parecer cuando uno de los hombres se bajó el pantalón amagando orinar en aquella persona que yacía en el sucio y mojado suelo.

Corrió tan rápido como sus mojados tenis se lo permitieron para así taclear a esa persona antes de que lograra su asqueroso cometido.

Xiao forcejeaba con el contrario mientras los demás comenzaban a retirarse al ver que la pelea pasaba a mayores. Cobardes. Al cabo de unos minutos, y de unos cuantos golpes, logró dejarlo noqueado. Le sorprendía lo desagradable que los humanos podían llegar a ser a veces, simplemente asqueroso. A veces daba vergüenza ser un humano.

Se levantó del suelo con su puño palpitando en dolor después se la golpiza que le propinó a ese desgraciado. La adrenalina corría por sus venas, hacía mucho tiempo que no se metía en una pelea. No le gustaba recordar aquella época de secundaria en la que prácticamente el sabor a sangre en su boca y las heridas en sus nudillos eran algo de todos los días. No quería volver a sentir lo que sentía en ese entonces.

Sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando en el solitario callejón se escucharon unos quejidos acompañados por ocasionales risas de alguien que, al parecer, no podía levantarse apropiadamente.

Oh, lo había olvidado.

—Creo que estoy a punto de saludar a mi hamburguesa de hace rato— Carcajadas le siguieron al comentario como si del mejor chiste que se ha contado en la historia se tratara. Luego de eso Xiao escuchó como la persona a sus espaldas devolvía lo que sea que hubiera tenido en su estómago antes, claro, además del alcohol que obviamente había consumido.

✿ 𝐓𝐚𝐥 𝐯𝐞𝐳 𝐞𝐧 𝐨𝐭𝐫𝐚 𝐯𝐢𝐝𝐚 | XiaoVen |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora