prólogo

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Era una perfecta mañana de un perfecto viernes en National city, las personas corrían emocionadas a sus trabajos sabiendo que era el último día de la semana y pronto podrían descansar, los autos como siempre metidos en grandes trancas causadas por descuidos de otros conductores, algunas personas discutiendo por tonterías y otras riendo por viejas anécdotas, lo normal de esta hermosa ciudad. No lejos de todo ese bullicio se encontraba una linda rubia ordenando su desayuno y el desayuno de su hermosa novia, está rubia era llamada Kara Danvers aunque algunos la conocían como Kara Zor-el o Supergirl. Quien diría que la heroína podía ser esa joven con lentes de lectura, sonrisa brillante, ojos esperanzadores y un poco torpe... Nadie la verdad, así que su disfraz no era el mejor pero la protegía sin duda alguna.

Esa mañana Kara había despertado con las enormes ganas de sorprender a su novia, así que fue a su lugar favorito y compro el desayuno favorita de ambas, luego rápidamente se dirigió a Catco dónde se encontraba la hermosísimas y famosísima Andrea Rojas 

Dichosos los ojos que te ven Kara-- aquella mujer vestía un hermoso vestido negro que se ajustaba al escultural cuerpo de la CEO

Buenos días para usted también señorita Andrea

Espero que eso de señorita cambie pronto-- la mujer le guiña el ojo a la sonrojada rubia

Hay... Muchas posibilidades-- juguetea con sus lentes nerviosa-- usted... Es una mujer hermosa

¿Lo crees?-- discretamente la CEO pasa sus dedos por el abdomen de la heroína

A... así es señorita Rojas

Bueno el problema está Kara en que a mí me encanta cierta reportera hermosa, rubia, ojos azules, con lentes preciosos y que además en sus tiempos libres salva al mundo

Así es, Andrea Rojas conocía el gran secreto de Kara Danvers y eso gracias a una noche donde la rubia no pudo contenerse y se dejó llevar por la pasión y los besos ardientes de su novia, lamentablemente olvidó que portaba su traje y bueno la CEO descubrió la verdad... Esa noche toda pasión se apagó y comenzó una larga charla que terminó con una mujer muy molesta que pidió tiempo y ese tiempo que pidió no fueron ni dos días pues la rubia recibió una visita al otro día en su casa y no era nada más ni nada menos que Andrea Rojas deseosa de hacerle el amor a la chica de acero.

Andrea... -- Kara susurra-- nos pueden ver

Bien, bien-- la mujer con una pequeña sonrisa se aparta-- seré buena

Gracias-- la rubia logra respirar con tranquilidad -- le traje su desayuno señorita Rojas

Que eficiente Danvers-- Andrea toma aquella bolsa pero antes roza su mano con la rubia quien ríe y niega

Eres un caso

Solo si se trata de ti rubia-- la CEO guiña el ojo y se retira a su gran oficina por supuesto logrando un enérgico y marcado movimiento de caderas que atrae no solo la mirada de la heroína sino también la de ciertos babosos.

La rubia sin tener el poder de reclamar soltó un largo suspiro y se encamino a su oficina donde tenía mucho trabajo que hacer.

La relación de Andrea Rojas y Kara Danvers se mantenía en secreto, no por gusto sino por obligación, Alexandra Danvers la hermana mayor de Kara no le gustaba mucho que su hermanita saliera en televisión junto a la CEO de Catco y Obsidian, el porqué era sencillo, podían descubrir su identidad y eso era un peligro además estaba el tema de los paparazzis y lo abrumadores que eran, así que debían mantenerse bajo las sombras. Además otro motivo era que tenían una relación jefe-empleado y podían surgir ciertos rumores y comentarios de preferencia o ayuda que no serían ciertos pues Kara se ganaba todo a pulso, la Kryptoniana era justa y no le gustaba las ayuditas que podía darle su novia, ella quería logra sus objetivos sola, si Cat Grant creyó en ella entonces era porque valía la pena.

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Londres
4:30 p.m.

En la hermosa ciudad de Londres habitaba una gran cantidad de personas que eran protegidas por cierta mujer hermosa, poderosa y justa, esta mujer era llamada la Mujer Maravilla, para algunos conocidos la princesa de Themycira otros la conocían como Diana Prince, historiadora y sanadora del arte pero para cierta CEO con rasgos irlandeses y ojos verdes como el bosque era conocida como su cariño, su amor. Está CEO era nada más y nada menos que la gran Lena Luthor, hermana de Lex Luthors el peor enemigo de Superman y uno de los tantos enemigos de la Liga de la justicia.

Para Diana Lena solo era Lena, a ella no le importaba su pasado y la amaba con el corazón o eso sentía y creía ella, el problema era que su madre la Reina Hipólita no aceptaba a la mujer Luthor y tampoco aceptaría un heredero con esa sangre, es por eso que Lena no puede entrar a Themycira y aunque a Diana le duela el rechazo de su madre respetaba las reglas.

Lena y Diana tenían 5 años de relación y hace poco iban a tener un bebé, lamentablemente Lena fue víctima de un secuestro mientras Diana estaba en una misión con la liga de la justicia, cuando regreso su bebé ya no estaba y Lena lloraba con mucho dolor. Diana ese día odio a Clark... Toda la culpa la dirigió a él y a todo el que tuviera su sangre. El por qué se sabrá más adelante.

Bueno chicos está es una nueva historia que tengo pensada, podríamos decir que este es un pequeño prólogo y según el apoyo comenzaré a escribirla, cabe resaltar que no continuaré con ella hasta que no acabe malcriada.

Cómo dije en la descripción Kara y Lena no se conocen en esta historia, según se vaya desarrollando se conocerán. Es Supercorp pase lo que pase.

También debo aclarar que me parece interesante el ship de Andrea y Kara así que decidí emparejarla aquí con ella y a Lena con Diana pero como dije la historia es Supercorp.

Espero su apoyo para empezar el nuevo proyecto, recuerden que esto es solo un pasatiempo para mí pero adoro sus comentarios, son los que me animan a seguir creando historias como estás.

También tengo pensada una historia Agentereing pero no sé que temática así que si tiene ideas o sugerencias serán bien recibidas, envesta historia de Alex y Sam si habrá Supercorp pero poco.

Sin más que decir espero sus comentarios.😘

Perdón cariño pero me enamoré (Supercorp)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora