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Lena POV

Ser cargada por la chica de acero no se comparaba por nada, nada,  excepto ser cargada y a la misma vez ser besada por la  chica de acero. Sentir sus brazos tan fuertes y definidos, besar su cuello tan blanco y provocativo, tocar su cuerpo sin ninguna vergüenza, provocarla con cada movimiento ¡Rao! todo eso era lo que venía deseando desde hace tiempo.

Jadeo al experimentar un fuerte apretón en mis nalgas, Kara sonríe con picardía antes de acerca sus labios a mi cuello y comenzar a besarlo y chuparlo.

Llevo mi cabeza hacia atrás dándole más espacio para que me haga disfrutar— mmmmm Kara

Me encanta tu piel...— ella muerde con suavidad

Rao...

Me encanta lo suave y blanca que es...— chupa con fuerza

¡Kara!-- intento rasguñar su nuca cosa que la hace reír —¡No te rías Danvers!

Lo siento Lee pero me haces cosquillas— ella sonríe

Veamos si piensas eso cuando lo hagamos en mi nuevo departamento-- sonrío con maldad

¿Qué? ¿De qué...-- interrumpo sus palabras con un beso impetuoso. No deseaba hablar, solo disfrutar de su cuerpo, escuchar sus gemidos, jadeos, mi nombre salir de forma erótica y provocativa de su boca. Quería todo de ella.

Nuestros labios se mueven con dulzura y pasión mientras nuestros cuerpos se rozaban y ardían en calor. Kara con pasos decididos nos acerca hasta la cama, coloca su mano en mi espalda y me recuesta sin separarse del beso.

Deslizo mis manos de su nuca hasta aquella franela que vestía sintiendo así la firmeza en cada parte de su cuerpo.

Los labios de la heroína abandonan mis labios y suben hasta mi oreja— Me encanta como tú piel se eriza Lee— ella muerde mi lóbulo causando un fuerte pulso en mi zona.

Kara sonríe por la reacción de mi cuerpo así que se queda un rato jugando con mi lóbulo, disfrutando de cada jadeo y apretón que le daba a sus brazos. Me sentía completamente perdida y entregada a esta mujer, ella lo sabía y se aprovechaba.

Kara... Amor... -- susurro con un poco de desespero

La rubia sin decir nada baja sus besos a mi cuello y sus manos a mi camisa, con total lentitud y disfrute desabotona aquella prenda, la aparta con mi ayuda para después llevar sus manos a mi vientre y a mis pechos aún cubiertos y acariciarlos con devoción.

Sus manos eran igual que sus besos o su cuerpo, perfectos. Me gustaba ser explorada por ella, ser deseada por ella, colocarla de esta manera, excitarla.

Ahhh...-- siento una ardiente mordida en mi clavícula y segundos después una dura erección en mi entrepierna-- Kara... Kara...

La mujer detiene los besos, levanta su rostro y me mira confundida-- ¿Sucede algo? ¿No quieres seguir?

No-- Kara se aparta quedando a un lado mío-- ¡No Kara! Si quiero seguir

Entonces ¿No entiendo?

Pronto lo harás-- sin darle tiempo a que se levantará o hablará me posiciono encima de ella y con una sutil sonrisa y una mordida de labios disfruto del dominio.

La rubia al parecer entiende mis deseos y su cara cambia de confusión a picardía-- Eres más de las de estar arriba ¿Eh?-- bromea

Cariño debe quedarte algo claro-- me acerco a sus labios -- yo siempre seré la que domine-- susurro provocativamente

Dirijo mis manos hasta el dobladillo de su franela, levanto mi mirada y la conecto con la de la rubia que esperaba ansiosa mi siguiente paso.

Levanto la franela hasta la mitad de su cuerpo dejando al aire libre aquel abdomen tallado por los mismos dioses. Muerdo mi labio mientras con mi mano derecha tocó aquella piel.

Perdón cariño pero me enamoré (Supercorp)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora