Cuando terminamos, no me sentía tan triste, pero pasaron los días, y mis sentimientos fueron saliendo a la luz, todos se empezaban a dar cuenta que lo extrañaba.
Eso dolía tanto, que lloraba cada noche, más que cuando solo me rechazaba.
Eso empezaba a matarme por dentro, me torturaba, ya que soy adicta al dolor, me encantaba mi sufrimiento, pensé que iba a ser pasajero.
Cuando pasó una semana exactamente, le pedí que volviera conmigo pero su respuesta fue un simple "No sé".
Eso casi njo dolió, y no me explico el por qué.
Pasaron muchos meses, hasta que me decidí a decirle que aún me gustaba, él simplemente no dijo nada...
La segunda vez que le dije que lo amaba, él dijo que estaba bien, que no era algo malo. Por fin me decidí a pedirle que volviera conmigo...