Se durmió sabiendo que
sería la última vez que vería el día,
la noche.
Por fin, dijo ella.
Pasaba el tiempo y se quedaba dormida,
Imaginando todo lo que pudo ser y no fue.
Con lágrimas en la cara deseando ir
a aquello que llaman paraíso.
Al fin sintió que volaba, que salía
de ese abismo en el que atrapada estaba.
Se durmió despidiéndose en un sollozo de todo aquello.
Los que la ayudaron y los que no.
Por fin se sentía en paz,
vió esa luz que por ahí dicen,
corrió hacia ella.
Ya no estaba, su alma se había ido.
Dejando así, este mundo lleno de humanos sin humanidad que la hundieron.
