Skiel vs Plumas Negras.

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Lucciano junto a los demás emperadores de Yliaster observaban todo por unas pantallas a su alrededor, el pelirrojo enfocó su mirada en alguien bastante molesto y que causaría varios problemas a futuro, uno de los Signers, Crow Hogan.

- ¿Que tanto miras, pequeño? - preguntó Placido con el Dragón Polvo de Estrellas en su mano, un trofeo digno de su victoria ante Yusei Fudo.

- Yo también tengo algo que hacer. - respondió levantándose sonriendo.

- ¿Irás por Crow verdad? - preguntó José mirándolo.

- Me leíste la mente. - respondió de nuevo sonriendo y quitándose la capa.

- No hagas algo estúpido. - ordenó José en tono autoritario haciendo que el pequeño se quede en silencio unos segundos asintiendo como respuesta.

Lucciano se despidió de los emperadores abriendo un portal apareciendo en la cima de un edificio en el cual observó todo con detenimiento, había empezado su cacería por Crow. Estuvo así unas horas hasta que se percató de que el sol se estaba poniendo, por lo que cansado de estar en ese edificio decidió irse de ahí, miró por todos lados, no había rastro alguno del pelinaranja, lo que le hizo suspirar pesadamente haciendo que se detenga en una de las escaleras.

- Vaya, no pensé que esto sería tan aburrido... Hmm... ¡Ya sé que hacer! - exclamó emocionado sacando su disco de duelo.

...

Placido estaba haciéndole unas reparaciones a sus robots mientras José descansaba tranquilo en una silla que parecía un trono, hasta que repentinamente una alarma los alertó.

- ¿Un intruso? - preguntó Placido preparando su espada.

- No... Es Lucciano. - respondió José serio poniéndose de pie.

- ¿Ese enano? Que habrá hecho ahora. - suspiró molesto Placido.

- Míralo por ti mismo. - afirmó José con una pantalla a su costado.

José le pasó la pantalla a Placido que abrió su único ojo bueno con bastante asombro, no pensó que dejar salir a Lucciano causaría tanto caos, un incendio se desató al mismo tiempo que el pequeño pelirrojo sonreía arrogantemente mientras tenía un duelo con Crow Hogan.

- Ese loco hijo de...

- Atento, veamos si es capaz de vencerlo. - interrumpió José de brazos cruzados y atento.

- Yo empezaré, primero invoco a mi Núcleo del Cielo. - dijo Lucciano invocando aquel raro objeto.

 - dijo Lucciano invocando aquel raro objeto

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- Coloco dos cartas y eso es todo. - avisó el pelirrojo terminando su turno.

- Mi turno, robo... Activo el efecto de Alanegra, Simoon el Viento Envenenado, destierro un monstruo "Alanegra" en mi mano y lo invoco sin sacrificios, para así activar un Remolino Oscuro desde mi mazo. - afirmó Crow invocando a su ave y su magia se activaba.

¡Arrodíllate ante mi Emperador Meklord!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora