💫 Especial: Niños 💫

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Jungkook miraba por la ventana que daba a un bonito parque infantil en las instalaciones de un hospital psiquiátrico, los niños reían y jugaban, utilizando las habilidades dignas de un niño para empatizar con todo aquel que veían e integrarlo en sus juegos. Jungkook le diría a su madre que se sentía enfermo y por ende no quería moverse; a su padre le diría que esos juegos le parecen tontos y prefiere quedarse hablando con ellos, pero lo cierto es que el pequeño solo temia hacerles daño, suficiente tuvo con esa niña en jardín de infantes y si le era posible, jamás volvería a acercarse a otra persona a la cual pudiera hacerle daño.

Sus padres se preocuparon demasiado cuando notaron en su hijo una actitud evasiva luego de recogerle un día del jardín; su pequeño no había tenido un aura tan deprimente y encapsulada en su propia burbuja, por lo que aquel notorio cambio los alertó de inmediato no dejándoles a segundas opciones que buscar ayuda profesional para el niño, pues por más que fuesen sus padres no sabían qué hacer con él para ese momento. Sirvió, el psicólogo que los atendió luego de dos meses diagnóstico a Jungkook con trastorno de ansiedad infantil, una muy acertada explicación a su comportamiento pero relativamente incompleta, pues el pequeño por muy sincero que fuera, tenía un pequeño bichito metido entre sus orejas que le repetía una y otra vez que lo que hizo no era normal y que si lo decía solo lo tratarían como aquel hombre que un día vio por accidente forcejeando contra el agarre de dos enfermeros mientras se abrazaba a sí mismo por culpa de unas telas blancas, si, eso fue suficiente para que el niño se asustara y decidiera callar.

Al principio no podía siquiera hablar sin sentir, pero pronto se acostumbro y estar de hospital en hospital con sus padres se volvió una rutina que por suerte, nunca fue realmente pesada y fue mas un diario vivir que algún tipo de tortura, a pesar de que fue mas por la costumbre a que fuera realmente por ser un ambiente bueno o siquiera, aceptable.

La puerta de la oficina en la que se encontraba dejando ver a su madre y a su doctor, ambos sonrientes hablando en voz baja, pero a Jungkook no le generaba curiosidad saber de qué tanto hablaban; les ignoró y siguió viendo a los niños jugar, ahora con ellos se encontraba un niño muy alto, Jungkook sonrió al ver que sus brazos se parecían a los suyos, el pequeño solía molestar a su madre diciendo que algún día ella podría confundir sus brazos con los palitos de espagueti, la mujer se enojaria con su comentario y él saldría corriendo contento con su pequeña maldad aunque no entendía exactamente por qué a ella le molestaba que dijera eso.

"Jungkook" escucho la voz del doctor "¿Que piensas?" dijo en un tono amistoso y cordial, tono que solía usar sólo cuando sus padres estaban cerca, porque de normal siempre intentaba hablarle como si fuese su amigo y quizás, por eso Jungkook se sentía en confianza con él, o quizás era porque apesar de pequeño supo rápidamente que si se lo pedía, el doctor Yie no le contaría a sus padres los secretos que él le confiara. Miró a su madre de reojo antes de responder "Ese chico se parece a mí" respondió tranquilo no queriendo reírse cuando su madre se tenso, al ver la confusión en el rostro del doctor, específico "Tiene brazos de espagueti" el señor Yie soltó una pequeña risa incrédula mientras su madre le regañaba, siendo ignorada por el más pequeño, esperando que tenía por decir el doctor frente a eso.

"¿Que pasaria si te digo que ese chico dice lo mismo de sus piernas?" le dijo con una sonrisa amable, no parecía molesto a apunto de corregirlo por decir tal cosa "Jungkook, reírse de nosotros mismos cuando estamos en malos momentos no es malo siempre y cuando no se vuelva excesivo" dijo el doctor, que si bien pronunció el nombre de Jungkook, miraba a su madre en una especie de consejo implícito que el pequeño aún no comprendía, más porque no solía importarle lo que le dijeran a sus padres, confiaba en ellos y en que el que supiera no haría un gran cambio aun.

En algún momento volvió a quedarse solo, pero no fue mucho cuando la puerta se abrió y cerró de manera silenciosa "Dime en qué piensas de verdad" dijo el doctor una vez solo en un tono más bajo y familiar, acuclillarse a un lado del pequeño para que este le mirara de frente "Prometo no decirle a tus padres, ¿si? pero que no se vuelva una costumbre, debes ser honesto con ellos".

Ghoul - PJM&JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora