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A un paso.


Todo se vuelve confuso, solo recuerda escuchar una voz diciendo su nombre. Era la de una mujer, una que conocía muy bien. El tono de su voz no era principalmente preocupado, al contrario, se escuchaba alegre y tranquila. Quiere ir con ella, pero ni siquiera sabe dónde se encuentra, tampoco le da importancia. Poco a poco comienza a comprender que su entorno y lo más preciado para él, lo engañaban. Vuelve a escuchar la melodiosa voz –¿Todavía no lo comprendes? ¿Qué esperas? Sabes que no hay muchas opciones, decide ya de lo contrarío te arrepentirás–. De pronto, una luz cegadora lo atrae, pero sabe muy bien que si sigue caminando, no volverá. Decide seguir la luz un poco dudoso, no quiere quedar varado. Camina y camina sin encontrar el fin, el calor primeramente le traía paz, pero de un momento a otro, comienza a consumirlo por dentro. Se cuestiona a sí mismo, el bien y el mal, lo real de lo ficticio. Comprende que está atrapado, no sabe el porqué, ni desde cuando, solo sabe que no podrá escapar.

Cosas dentro de mí Donde viven las historias. Descúbrelo ahora