III

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Renjun despertó estornudando, Jaemin estaba a su lado abrazando a su noviecito mientras este intentaba volver a conciliar el sueño.

– ¿No te enfermaste? -Renjun le hablaba a su novio, ya que la noche anterior, Jaemin lo había besado repetidas veces.

- Nop, soy fuerte, por eso siempre te estoy diciendo que te pongas calcetines y que duermas abrigado -beso su esponjosa mejilla mientras seguía en sus brazos.

- Jaemin... quiero una paleta -se le acababa de antojar algo dulce.

- Claro, ya vuelvo -lo dejó suavemente recostado sobre la cama y salió a la cocina en busca de las paletas favoritas de Renjun.

Jaemin estaba pensando en hacerle una "prueba" a Renjun, Jaemin siempre le compraba sus caprichos, sus peliches, ropa, comida, todo lo que Renjun quisiese, Jaemin se lo compraba, pero ¿Y si Renjun está a su lado por simple conveniencia? No lo creía, no, pero sería una pequeña broma lo que haría en unas horas.

- Aquí está, amor -Jaemin le trajo 3 paletas de fresa, sandía y limón, Renjun sonrió tomándolas agradeciéndole en el acto.

- Te amo -aún con su nariz tapada, sonrió y habló con firmeza aquellas palabras.

La paleta era dulce y roja, era deliciosa, pero antes de que pueda metérsela a su boca, Jaemin se la arrebató.

- ¡Hey!

- Primero tu medicina -al igual que el día anterior, le entregó un mate caliente de manzanilla con 30 gotas de propóleo.

- ¡Pero no me gusta! -pataleó agitando sus manos y piernas.

- ¿Quieres que te den una inyección entonces? -dejó la taza en la mesita de noche que estaba a la derecha de Renjun, sentándose a su lado.

- No...

- Entonces toma la medicina, vamos, te curarás pronto -al ver que Renjun no respondía, trató de otra forma -si no lo haces, me comeré tu paleta -amenazó con meterse la roja paleta a la boca.

- No me importa, puedo quitártela y comérmela yo -abultó sus labios.

- Bueeeeno -y ahora esa paleta estaba en su boca -Toma la medicina -habló con un tono más serio.

- Nana, sabes que la od- -

- Renjun, tómala. -y esa mirada lo obligó a hacerlo.

El bajito tapó su nariz y tomó lo más rápido que podía casi atragantándose en el acto.

- Muy bien -habló Jaemin aún con la paleta en su boca.

- Dámela -sacó la paleta de los labios de Jaemin y empezó a comerla.

El más alto rió, se acostó al lado de su lindo novio abrazando su fina cintura simplemente dejando pasar el rato.

En poco tiempo, los labios de Renjun estaban de un hermoso color cereza gracias a la colorida paleta, y es que todo en Renjun era tan delicado y rosita, su naricita, sus labios, sus orejas, sus mejillitas adorables.

Hasta lo que no todos veían era rosa, sus nudillos, sus hombros, sus rodillas.

- Te amo -Jaemin habló de la nada inhalando el dulce aroma natural de Renjun, Vainilla.

- Yo te amo más -se acurrucó en el pecho de su pareja.

Sus ojos se encontraron, Jaemin miraba aquellos zorrunos ojos de color miel que tanto amaba, aquellos que lo habían enamorado profundamente, Renjun se levantó levemente para poder mirarlo mejor, sus manos se encontraron intencionalmente y de igual forma se entrelazaron, sus rostros estaban cada vez más cerca.

Jaemin sacó la paleta de los labios de Renjun y atacó sus acaramelados labios, era delicioso besarlo, Jaemin podría sobrevivir días, sólo con esos besos.

Y es que besarlo era tan adictivo, aún recordaba el torpe primer beso que se dieron, fue muy torpe de parte de Renjun y Jaemin reía un poco en su interior por el intento de Renjun por seguir el ritmo de sus labios.

Sus belfos siempre fueron así de adictivos, una vez que empezaba a besarlo, podía no detenerse hasta que Renjun se lo pidiese, pero en este momento, ninguno quería separarse.

La fiebre de Renjun aumentó un poco por el sonrojo de sus mejillas, sus labios se movían en un ritmo tan parsimoniosos y atrevido a la vez.

Jaemin se separó unos escasos segundos, solo quería ver el rostro de su novio, pero Renjun volvió a atraerlo besando sus labios nuevamente.

- No te detengas -Renjun habló sentándose en el regazo contrario para poder manejar mejor el beso.

- Oh, amor, no pensaba hacerlo -tomó sus caderas volviendo al beso, si que esos labios eran su perdición, esponjosos y siempre dulces, pero esta vez con un sabor especial gracias a la paleta de fresa.

Todo en Renjun era así de perfecto, todo.

El calor en el cuerpo de Renjun cada vez aumentaba un poco al pasar de los besos, pero la temperatura de Jaemin igual subía, como una fiebre.

Por poco y se olvidaban que Renjun estaba enfermo, si la tos de Renjun no lo hubiera atacado en ese momento, seguro seguirían muchos minutos más entre carisias y besos desenfrenados.

Renjun se separó del beso y dentro de su brazo, empezó a tose dentro de la curvatura de su codo, cuando paró, miró apenado a Jaemin.

- Lo siento... -se oculto en su pecho, había roto el ambiente.

- En realidad... hay algo que tengo que decirte -pondría de pie su plan malvado y ante la mirada de Renjun, habló -Me despidieron... no podrás tener las mismas cosas que siempre te dí, no podré cumplir todos tus caprichos... lo siento.

Era mentira, en realidad fue ascendido, pero quería ver la reacción de Renjun, era una pequeña broma.

- ¿En serio? -Jaemin asintió -Oh, ,Nana, no siempre tienes que darme todo lo que quiero, yo igual, cuando terminen mis vacaciones, seguiré trabajando en las pinturas y esculturas que estaba haciendo y juntos juntaremos dinero.

Renjun era especialista en dibujo, tallado y esculpismo, los primeros años que salía con Jaemin, este era su Musa, siempre lo dibujaba, dormido o posando para él, le encantaba hacerlo, pero cuando consiguió un trabajo con buena paga, se llenó de felicidad al saber que él también podría consentir un poco a su novio.

En ese momento estaba de vacaciones por 4 meses para seguir nuevamente con el tallado y pintura.

Jaemin sonrió, sabía que Renjun reaccionaría así.

- Caíste -Jaemin rió ante la mirada algo preocupada de Renjun -Amor, no me despidieron, fui ascendido, pero quería ver que dirías -y volvió a reír.

- Igual juntaremos dinero -abultó sus mejillas -¡Tengamos un hijo! -habló feliz dejando a Jaemin en shoock.

- Renjun... eres hombre... no pod--

- Un cachorrito ¿no crees que sería bonito tener un perrito? -se imaginó un cachorro correteando por la casa.

- Ah.... sí, ¿Quieres uno? -habló quitando los anteriores pensamientos.

- ¿Me lo darás si te lo pido?

- Haría cualquier cosa por verte sonreír.
















jofi~

❝COLD - RENMIN❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora