❝COLD - RENMIN❞

VII

– Buen día -Jaemin acababa de despertar, ese era día del trabajador, lo que significaba que era feriado, lo que significaba que su venganza sería ese día.

- Buen día -Renjun contestó besando cortamente sus labios.

Como Jaemin dijo, su venganza no sería cruel,  era una llamada "no puedo dejar de besarte"

Solían besarse en la mañana, medio día, media tarde y noche, pero hoy, Jaemin no dejaría a Renjun escapar, hoy su pequeño zorrito estará lleno de besos.

- Otro -Jaemin tomó su cintura, se posicionó encima y atrapó los labios de un adormilado Renjun que intentaba seguir el ritmo de labios.

Beso tras beso tras beso, hasta que Renjun sintió que era suficiente antes de que la situación se descontrole.

- Vamos a desayunar -su respiración era agitada y como no si Jaemin no le dejaba tomar aire más de dos segundos.

- Otro más -quiso darle otro beso.... pero Renjun se escabulló por abajo huyendo de Jamein el besucón.

- Vamos a desayunar -repitió con las mejillas sonrosadas mientras arreglaba su pijama.

Jaemin de todas formas encontraría la manera de volverlo a besar.

Y así fue, todo el desayuno, desde el proceso hasta mientras comían, Jaemin besaba o la mejilla o frente o nariz o labios de Renjun, todo su rostro podía ser víctima de sus labios.

- Me voy a ir a bañar -Renjun pensó que con eso podría liberarse de Jaemin besucón peor este fue más rápido y lo tomó por las caderas impidiéndole salir de la cocina.

- Dame un beso -le dio la vuelta y besó sus labios con sabor a vainilla gracias a la leche que acababa de beber con ese sabor.

Renjun se sentía algo agobiado por tantos besos en una sola mañana, Jaemin nunca había sido así.

- ¿Q-qué pasa? -se limpió los labios aprovechando que le dio un respiro -¿Porque estás así hoy?

- ¿No puedo besar a mi novio acaso? - y atacó sus mejillas y después su cuello dejando algunas pequeñas y visibles marcas en su blanca piel, sus manos acariciaban la piel desnuda de su cintura causándole escalofríos al menor por lo frías que estaban sus manos.

- Iré a bañarme -de alguna manera logró escapar rápidamente corriendo hasta el baño cerrando con llave y poder prender la ducha.

En la ducha no podía atraparlo ¿Verdad?

Error, Jaemin abrió la puerta del baño con una llave de repuesto que tenía.

- ¡Hey! ¡Estoy en la ducha! -intentó cubrirse.

- Amor, no hay nada de ti que no haya visto-solo entró para lavarse las manos, pero aprovechó para darle un besito a Renjun, lo dejaría bañarse tranquilamente después.

- Eres tan... -habló cuando Jaemin se fue, sus mejillas estaban calientes, pero tenía que terminar de bañarse.

 .

.

- Te amo -Jaemin besaba todo el rostro de Renjun, un resignado Renjun que estaba sentado en las piernas de su novio.

- Si, yo igual te amo, pero déjame levantarme -intentó otra vez, pero las manos contrarias estaban aferradas a sus muslos, supongo que lo que le quedaba del día estaría en los brazos del contrario.

- No te levantarás, no te doy permiso para hacerlo -besó su mejilla bajando lentamente sus besos por su barbilla llegando a su cuello donde dejó 4 marcas notorias mientras con una mano subía la sudadera contraria.

- Hey... espera.... -no tenía una buena escusa para escapar -tenemos... tenemos que lavar ropa.

- Yo la pondré a lavar después, sólo quédate quieto -sobrepasaba las condiciones de la inocente broma.... que ya no era tan inocente.

- Tengo que... -se encogió en su lugar, su novio mordió algo fuerte en su cuello -tengo... que ordenar la sala.

- Lo haré más tarde -no lo dejaría ir, no hoy.

- T-tengo que lavar los platos -sus brazos se sostuvieron del cuello de su novio.

- Tenemos lavavajillas -y sacó la parte superior de la ropa.

- Tengo q-que....

- Acéptalo, hoy te tengo -con una mano sostenía su cintura y con la otra acariciaba su muslo derecho -no tienes escape, cariño-

Y Renjun ya sabía que su novio tenía razón, solo estaba retrasando lo inevitable.

No había parte de Renjun que no haya sido explorada por los labios de Jaemin, conocía cada centímetro de él, desde la punta de sus pies hasta donde terminaba su cabello.

Y aunque Renjun dijo "estoy cansado" varias veces, Jaemin solo contestaba con un "Una vez más" y en eso pasaron más de 4 horas, siendo ya 6 de la tarde.

- Lo siento bonito -Jaemin abrazaba a su lindo novio que estaba envuelto en las sábanas hecho una bolita.

- Ni siquiera puedo ponerme de pie, dormirás en el sofá una semana entera -habló dentro de su fuerte de sábanas.

- Oh, no seas así, lo siento ¿si? -no esperó ser botado de su propia cama de una patada.

Renjun alcanzó con su mano su peluche de pulpo reversible y lo colocó en el lado violeta que tenía la carita enojada.

Usaba ese peluche para expresarse cuando no quería hablar o estaba ronco por alguna enfermedad y le dolía la garanta.

- Bien.... iré a la tienda, ya vuelvo -sabía lo que contentaría a su lindo novio, un bote de helado, mucha galletas, leche, papitas de choclo y un pastel de chocolate, sip, si no quería dormir en el sofá tendría que comprar todas esas cosas y tal vez, su lindo novio podría perdonarlo.

Compró todo lo que sabía que a Renjun le gustaba y regresó a casa en 20 minutos, Renjun seguía dentro de su bollito.

- Te traje esto.... -le entregó la bolsa de papitas y Renjun la agarró rápidamente metiéndola a su guarida -Y esto... -le entregó la caja de tarta y la leche saborizada, pero Renjun solo las agarraba sin decir nada más -También esto -le entregó 8 paquetes de galletas con la esperanza de que sea suficiente, pero su noviecito seguía sin voltear el peluche reversible al pulpo feliz -Y esto... -usó su última arma, helado, 3 segundos después de que Renjun se lo haya llevado, cambió la carita del pulpo enojado a un pulpo feliz.

- El helado te salvó.... -habló desde adentro de su refugio -Guarda esto y esto por favor -se destapó entregando la bolsa de papas, las galletas y la leche - y tráeme una cuchara, el helado no se come solo.

- Claro que si -hizo al pie de la letra lo indicado, su premio sería no dormir en el sofá.

Nota mental, a la tercera advertencia, hazle caso.

jofi-