Mi Adicción ? Tu

Una extraña mañana

La alarma de mi teléfono suena por tercera vez, una melodía de arpa molesta que considero cambiar muy seriamente. Me muevo en la cama, con cuidado de no golpear el cuerpo masculino extendido al otro lado.

No debería haberlo dejado pasar la noche, pero perdí la noción del tiempo. Aunque estos ... bueno, los gigolos están en el reloj, la emoción llenó sus ojos al ver a una cliente joven que no es de la tercera edad ni obesa. Así que a veces piden tiempo extra, pero esta instancia, fue obra mía.

¿Querrá quedarse a desayunar?

No conozco bien el protocolo de gigolós ni qué decir o hacer después.Por lo general, tengo a Jack en mi puerta haciéndose pasar por mi ex novio psicópata, pero hoy no tengo a Jack de mi lado, normalmente eso me hace el trabajo más fácil.
El reloj digital de la mesa de noche me indica que son las diez de la mañana, tengo una hora para prepararme y llegar a tiempo para almorzar con mi familia.

Rápidamente, me pongo una camiseta que se detiene en mis muslos, le doy un vistazo al hombre bien formado que se encuentra en mi cama, esos tatuajes en su torso lo hacen ver tan apetecible,sus extremidades están enredadas en mis sábanas, se ve cansado por todo el sexo.

¿No debería estar acostumbrado ya?

-Hey. - Le digo, tímidamente. Apenas se mueve.

Vamos, Isa, tú puedes. Si Jack cree que puedes hacerlo, seguramente puedes. ¿Correcto?

Respiro profundamente, luchando contra el intenso sonrojo y los nervios.

Por favor no comience una conversación conmigo.

-¡Hey!. -Sacudo sus piernas y él deja escapar un largo gemido de oso.

¡Sí!

El gigoló se frota los ojos y se apoya sobre su codo.

-¿Qué hora es? .-Pregunta.

-Tarde; Necesito que te vayas.

Se deja caer de nuevo sobre el colchón con un largo gemido.

¿Qué fue eso?¿Se acaba de morir?

-Déjame despertar, ¿quieres?"

-Tengo que estar en algún lugar pronto.Usted tiene que ir.

Me mira de reojo, ya que los rayos del sol entran felices por mi ventana .

-Mientras te vistes, prepararé un café.¿Como te gusta tomar el café?

-No te pagué para que te quedaras. - le digo, encontrando algo de confianza.

Porque esto es tan difícil?¿Son tan absurdas mis solicitudes?

Me lanza una mirada molesta, y al instante me siento como una perra.Me encojo de nuevo.

-Anotado. Se pone de pie para recoger sus jeans.

Si, se va.

Pero luego,se detiene y mira todo mi cuerpo, al instante me pongo incómoda.

-Para alguien que era todo menos tímida anoche, te ves increíblemente incómoda en este momento.

Enserio espera a que le explique?.

Abro la boca y la cierro, sin saber qué decir.

-¿El sexo no estuvo a la altura de tus estándares?. - Pregunta

Giró la cabeza.

-¿Puedes irte?

-¿Estás avergonzada? No entiendo ...

-Por supuesto que estoy avergonzada.

Llamé a un gigoló por desesperación,
desearía poder ser una de esas chicas que tiene las agallas para hacerlo porque están explorando su sexualidad, pero yo, necesitaba que él cumpliera un deseo, uno que no hace más que arruinar mi vida. Y me recuerda todo lo que odio de mí. Que dejé que la parte baja de mi cuerpo controlara mi noche. ¿Por qué no puedo ser una chica normal? y solo olvidarme del sexo por un segundo. Solo por uno.

-¿Te lastimé?. - Pregunta, sonando preocupado ahora.

-No. - Digo rápidamente.

-Fue grandioso. Solo estoy ... Avergonzada...gracias,¿ ahora puedes irte por favor?.

Mis palabras convierten sus rasgos en tristeza.

-Si ya me voy, ¿no quieres un mañanero?...

¿Esté tipo no entiende que quiero que se largué?

Respiró profundamente, pidiendo paciencia.

-Necesito que vayas para poder asistir a una reunión familiar.

Él asiente, entendiendo.
-Está bien. - Se abotona el último botón de su camisa y agrega:

-Por cierto, eres fantástica en la cama.

-Gracias. - Murmuró, quitando las sábanas.

La puerta se cierra y mis músculos no se relajan como pensé que lo harían.La conversación se repite en mi cabeza, y me siento extraña al respecto.Él vio a través de mí, no mucha gente lo hace.

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