9SYCH0 | LOOKISM × Male ! Reader

16.

...

Hitori disparó, logrando dar en el hombro del castaño el cuál lo vió con cara que pocos desearían ver.

-¿Ha? ¿Me disparaste? ¿¡Te atreviste a dispararme!?- Y como si estuviese hecho de goma, levantó al mayor estampando su cabeza contra la televisión, haciendo que vidrios se incrustaran en su sien.- ¡Desgraciado, mi puta piel es sagrada!

Lo tomó ahora por el cuello y le dió una patada en las costillas, rompiendo más de una, para finalizar encontró un disco en el que decía "Porno Vol.2" al leer eso quedó asqueado, lo rompió e hizo que Misaki lo tragara.

-... Hah... Hah... Si logras vivir recuerda mi rostro y el apellido Ederwish, stultus.- Le escupió, dejándolo entre un hijo con la vida y la muerte. Se bañó en la regadera de la habitación y se puso el uniforme nuevamente, se desmayó unos instantes y volvió a cobrar conciencia.

______'s POV.

Me levanté en la misma habitación, pero Hitori estaba noqueado y casi muerto diría yo. Le di un pequeño empujón con mi pie, se movió con miedo y alcancé a divisar algo entre sus balbuceos.

-No.... No más, por favor- Lo ví extrañado, no le presté atención.

-Ni se te ocurra delatarme, idiota- Me fuí de ahí como si nada hubiese pasado, al llegar al piso 1 salí por una ventana para evitar que la recepcionista me viese, no sin antes cambiarme a mi ropa original. Fui a un pequeño lugar fuera de ahí y casi sin gente, quemé el uniforme y los restos los enterré, ya saben, por temas de ADN.

Caminé y fuí hacia un cajero automático, introduje la clave de la tarjeta y era mucho dinero, lo suficiente como para hacer todo lo que tenía que hacer. Saqué un poco de efectivo y salí.

Llegué al hotel donde estaba Fazio y fui a la habitación, lo encontré acurrucado en posición fetal, enrollado con una manta, estaba dormido, logré ver una lágrima en su mejilla, la limpié.

-FaFa, ¿Por qué lloras, chico malo?-  Le di un beso en la frente y me cambié en el baño, al salir noté que estaba sentado y temblando- Hey, hey, ¿Todo bien?- Me senté a su lado.

-Lamento... Lo... Lo lamento, yo debería haberlo protegido, yo... Yo solo pude correr y... ¡De verdad lo siento! Dios, ¿Que tipo de mayordomo dejaría a su amo con alguien de ese tipo...? Soy un imbécil, mi señor yo- Lo abracé, no soportaba que hablara así de si mismo.

-Corriste porque te lo dije, fue mi decisión que te fueras, no quería que esa maldita escoria te hiciera algo más, ya soportaste bastante por mi culpa. Así que limpia esos lindos ojos, que no fue tu culpa nada, ¿Bien?- Sollozó en silencio unos minutos más, luego levantó la vista y me sonrió.

-Y bien, ¿Le gustaría cocinar conmigo está vez?- Preguntó limpiando todo resto de tristeza. Asentí. Entramos a la cocina, solo había ramen instantáneo.

-...¿Me perdonas?

-...Usted... Iré a comprar algo comestible, quédese aquí y no salga, por favor- Tomó su pequeña cartera y su característico saco. Salió de la habitación, rápidamente compré boletos para Corea, en nueve horas, bien.

-¡Ahí te voy, Corea!.

Cocinamos, le dije a Fazio de los boletos y quedó más que fascinado, al faltar poco para el vuelo abordamos el avión, despego a su respectiva hora y en lo único que podía pensar era el ver a todos nuevamente, Daniel, Jay, Vasco, Eli, Zoe, Mira, Jiho y aunque lo negara, a Johan.

Me quedé dormido, estaba jodidamente cansado.

Omniscient Bitch, again.

Aquel castaño se encontraba balbuceando en sus sueños, cosa que se le hizo tierna a su mayordomo, cosa por la cual le sacó una fotografía.

-Fazio... Tonto italiano, se está quemando el pollo... Mh...- Balbuceo.

-¿Con que diablos sueña? A mí nunca se me quema nada... Solo la casa, no más de eso.

_____' S POV.

-Yahwn~- Bostece y me estiré, estaba en Corea... Espera...- ¡Estoy en Corea!- Bajé del avión, sin preocuparme nada más, ya las demás personas estaban bajando sus maletas, yo estaba bailando de la emoción.

-Señor, ¿Está bien?- Rio Fazio viéndome bailar.

-¡Mejor que nunca!- Lo abracé- ¡Vamos a con-!- Paré en seco al recordar que debía hacer- Vamos a destruir algunas reputaciones- Caminé determinado a DaSole.

Llegué al edificio, estaba igual, entré y me dejaron pasar sin dudarlo, fuí directo a la oficina de Dweon-Chul, toqué tres veces obteniendo un "Adelante". Me preparé mentalmente para lo siguiente, pasé a su oficina, estaba de espaldas viendo el paisaje.

-¿Que necesita?- Sin verme habló.

-¿No saludaras a tu heredero, Dweon-Chul? Que grosero.- Se volteó bruscamente al verme soltó el vaso de vodka que tenía.

-Tu... Pero Yi-Ren ¿Cómo?- Balbuceo.

-Digamos que Yi-Ren no juega muy bien a las escondidas- Sonreí- Escucha, pudieron haberse metido conmigo, con eso no hay problema, pero no había necesidad de hacerle eso a Fazio o a Ben, ¡A nadie, de hecho! ¿Han caído tan bajo? Dan vergüenza.

Me crucé de brazos.

-¡Cállate!, ¡Desde que naciste solo has echado a perder todo! ¡Maldita sea, hubo muchas veces en las que pude matarte, las hubiera aprovechado!- Golpeó su escritorio.

-Pareces un niño poniendo excusas, ¿Que tiene que ver Fazio y los demás en esto?- Me recargue en el escritorio- Sabes, si la prensa se enterara de esto se volverían locos.- Me volteó a ver furioso.

-Si te atreves a decir algo, serás es primer Choi en morir joven, maldito.

-Piensa en el titular: "¿La familia Choi en verdad es como dice ser? Su hijo niega rotundamente y afirma que ha estado-"- Me calló una botella de vodka en la nuca- ... Ja, eres adorable, cómo sea, me voy, ¡Ve pensando el titular que quieres en el periódico! ¡Mwack!- Salí y me dirigí a mi antigua casa, seguramente ahí estaba Yi-Ren.

Toqué el timbre, y me abrió efectivamente, Yi-Ren.

-¡D-demonio! ¡Te dije que te alejaras d-de mi! ¡No te daré mi alma!- me intentó cerrar la puerta pero interpuso mi pie en ella.

-Lamentate, ahora, ¿No te da vergüenza haber literalmente haber vendido a un pobre chico? ¿No te da vergüenza haber drogado a tu propio hijo y haberlo llevado a un lugar kilómetros lejos de aquí? ¿¡No te da vergüenza!? ¿¡Ah!?.

-¡C-claro que no!- Me dió una cachetada- ¡Eres un maldito demonio, ¡Por supuesto que no me da vergüenza, de hecho me enorgullece!- La vi con desaprobación.

-... ¿Yo, un demonio? Yi-Ren, soy mucho más que eso. Soy la persona que te va a destruir, y no por remordimiento, si no para hacer lo mismo que tú conmigo, recuerda que recibes lo que das- Di media vuelta y salí, victorioso.

Había podido grabar ambas conversaciones.