Internet, la pastilla para crecer rápido

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El universo es increíble. sus millones de galaxias con sus millones de estrellas, todos los planetas, el tiempo y la luz. Es algo hermoso, infinito y difícil de entender.

¿Sabes qué también es hermoso, infinito y difícil de entender? El Internet.

Nunca lograré entender cómo es posible pintar en las paredes de las cuevas con carbón vegetal, tierra y agua y luego, así como así, tenemos una red informática de alcance global, que sea usa en aparatos donde podes hacer todas esas pinturas sin sacrificar recursos como en la prehistoria. Vos arrastras el dedo y sale un color que podes cambiar a tu gusto, e incluso podes modificar el tamaño y la forma del pincel. Los cavernícolas se quieren volver a morir.

Si bien entre ambos logros hay miles de pasos que me evité nombrar, el nivel de tecnología que se ha alcanzado en esta era no deja de ser una gran creación, ¿No te parece? Imagínate esto, pasas de pintar con carbón a pintar en aplicaciones que te dan todo lo que necesitas; pinceles, colores, diferentes herramientas para muchos estilos, la posibilidad de ordenarlo por capas. Luego, pasas de ocupar muchísimo espacio en construir una biblioteca gigante para miles de libros a tener cien libros en un pendrive o incluso en una página web. O también de hacerle una carta a alguien amado que, por la circunstancia que sea, está lejos tuyo y esperar meses por una miserable respuesta, a mandarle un WhatsApp.

Todo este proceso para que pases de dejar a los niños con los abuelos mientras vos y tu mujer trabajan, a darles un celular a los 8, 6, 4 o 2 años. Te acostumbras, notas que los niños aman el internet, se quedan quietos y en silencio viendo la pantalla. Todo lo que vos desearías que hagan siempre.

Aprovechas y no sólo se lo das cuando está con los abuelos, también cuando estás vos y querés descansar. ¿Quiere jugar? Que se descargue un juego en Playstore. ¿Quiere la atención de sus padres? Para qué, que se lo dé Internet. ¿Quiere morir? Que googlee las formas de hacerlo. Todo gratis. Pero tranquila, el niño tiene seis años, mira videos de perritos cayéndose, no sabe buscar más que eso. No estás preocupada qué pueda ver o hacer con el celular, es más, ni siquiera te importa.

Miras lo feliz que está tu hijo, aprendió el abecedario en inglés y en español solito gracias a videos de youtube. Sin embargo, no sabes que también aprendió los insultos de cinco países distintos, aprendió que las faldas de las niñas se levantan, le salió un screamer y tuvo pesadillas muchas noches, habló con un viejo que le hizo grooming... Y aprendió, más que nada, que está solo.  El celular es lo único que tuvo todo este tiempo que lo acompañó y le enseñó, donde pudo sentir que tenía el control, pero más que nada, la atención de algo. Sin darte cuenta, el Internet terminó criando a tu hijo.

No me malentiendas. Soy la persona que más ama la tecnología en este mundo. aún así, hay que admitirlo, el internet, así como el universo, es hermoso, infinito y da mucho miedo. Sé que parece que acabo de demonizarlo, pero me gustaría que te quedaras leyendo el caso de un niño para que puedas entender mi punto.

Algo que por más obvio que sea voy a poner sobre la mesa es que la sociedad es una moneda, el Internet es su cara; la representa, pero es tan poderoso que a la vez es su cruz; lo que no se quiere representar. En el Internet no existen los límites ni ninguna forma que separe un lado de otro, por más filtros y herramientas de control parental que usen, siempre se llega a algo. Es demasiado fácil pasar de ver bloopers de perritos cayéndose a un vídeo porno. Eso es lo que le pasó a, digámosle, Adrián.

Adrián nació familiarizado con el Internet. En sus primeros años le ponían las canciones de la granja mientras comía. Es hijo de doctores, 07:00 AM lo llevan a la casa de su abuelita para que siga durmiendo ahí hasta que sea 13:00 PM, hora en la cual su abu lo lleva al colegio y lo recoje a las 18:00 PM, para luego esperar hasta las 19:00 u 20:00 PM que vuelvan sus papás, mientras tienen una merienda rica y la abuela la pregunta por su día y por sus dos amigos. Sus papás vuelven un poco más tarde, muy estresados por el trabajo y por lo tanto más sensibles ante cualquier cosa que vean como un error. pelean entre ellos en el auto por alguna palabra que dijeron mientras Adrián trata de no escucharlos, deseando poder desconectarse. La tensión tras la pelea cesa después de la cena familiar a las 22:00 PM, lo envían a dormir a las 23:00 PM y le dan un besito de buenas noches. Adrián no puede dormir. Adrián llora sin despertar a nadie.

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⏰ Última actualización: Dec 02, 2021 ⏰

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