El gran patriarca y doce de los trece caballeros dorados se encontraban reunidos en el templo del patriarca, pues para ese día se había planificado un almuerzo entre todos.
El único ausente sería el caballero de virgo, ya que se encontraba en una misión y no volvería hasta el día siguiente a causa de un retraso.
Los caballeros ya se hallaban sentados en la mesa, el gran patriarca estaba sentado en la cabeza de la misma.
— Gran patriarca ¿esperamos a alguien más? — pregunta Camus, notando que se encontraba un plato vacío en la mesa
— Sí, Shaka ha logrado resolver el contratiempo y llegará hoy— responde Shion con simpleza.
Al lado de Camus el caballero de escorpio, se estremece suavemente, lo que preocupa un poco al pelirrojo.
— ¿Qué te sucede? — le pregunta en voz baja para no alertar a los demás.
— Nada— le responde en el mismo tono de voz—Si me disculpan voy a ir a buscar algo en mi templo—anuncia Milo y procede a levantarse de la mesa.
Al salir del treceavo templo, Milo empieza a correr hacia el suyo pasando por piscis, acuario, capricornio y sagitario a la velocidad de la luz.
Sin embargo, al llegar a su templo descubre que ha llegado muy tarde pues en el umbral de salida se encuentra Shaka con el cabello embarrado de tinte de color rosa chicle
Cuando Shaka se da cuenta de su presencia abre sus ojos, los cuales en ese instante parecían un cielo tormentoso el cual dirigiría toda su tempestad contra él.
Shaka agarra con sus manos el bote de tinte y se acerca lentamente a Milo que se queda observando cada movimiento que hace el caballero de virgo, cuando está lo suficientemente cerca introduce su mano en el bote para luego frotarla en el rubio cabello del escorpión.
Milo se queda paralizado, pues él esperaba perder por sus sentidos, no que le llenaran el cabello de tinte.
—¿Por qué fue eso? — pregunto incrédulo el escorpión dorado.
A lo que Shaka simplemente sube una de sus cejas para responder en voz baja y amenazante.
— Agradece que no te quite los cinco sentidos o te hice vagar por los seis infiernos— hace una breve pausa intentando calmarse y continúa —¿Me puedes explicar por qué me cayó un bote de pintura rosa en el cabello? — pregunta Shaka.
El santo de escorpio sabe que tiene que explicarse de forma rápida pues como todos los caballeros dorados, sabe lo delicado que es el virgo con su cabello, aunque no es el único.
— La semana pasada Kanon me jugó una mala broma que terminó conmigo teniendo que córtame el cabello hasta los hombros— empieza a explicar Milo—. Entonces yo en modo de venganza planeaba que le cayera tinte rosa en el cabello.
— Espera un momento Milo, ¿me estás diciendo que lo que tengo en el cabello es tinte y no pintura? —pregunta Shaka, volviendo a ver al Escorpio como si quisiera asesinarlo lentamente.
— Si, si es tinte ya que quería que el resultado permaneciera durante varias semanas lo que no pasaría si usara pintura—responde Milo con voz insegura, pues sabía que probablemente ya no saliera vivo de esa situación.
— Milo empieza a correr si valoras tus sentidos, porque si te agarro que Buda te ayude— expresa Shaka de forma peligrosa y con sus dedos pulgar e índice agarrando su nariz y su otra mano señalando la casa del Escorpio
Milo no necesito que se lo dijeran dos veces y haciendo uso de su gran velocidad empezó a correr cuesta abajo esperando que con suerte pudiera salir de las doce casas , sin embargo al llegar a la casa de Tauro puede percibir como sus extremidades dejan de obedecer.
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Hermanos de cabello
FanfictionAl llegar al santuario luego de una larga misión, Shaka sólo deseaba descansar y quizás pasar una tarde tranquila junto a sus compañeros, más, al pasar por el octavo templo se llevaría una gran sorpresa.