Capítulo seis

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Ya habían pasado algunos meses desde el embarazo de Seongmin, estaba a un par de semanas de dar a luz a su pequeño cachorro y su Alfa, Minhee se estaba comportando más territorial de lo normal.

Ahora y últimamente, Minhee le gruñe a todo el mundo sin razón, claro que Seongmin intenta siempre controlar a Minhee, pero es como controlar a un cachorro.

—Minnie, hablo en serio cuando digo que debes controlar tus celos de Alfa territorial, ¡Incluso le diste un gruñido a un pequeño cachorro que sintió curiosidad por mi pancita!—Dijo Seongmin mientras sacudía a su esposo

—¡Yah!, No me gusta que nadie se acerque a mi Omega en cinta.—El Alfa hizo un puchero y miro al Omega

—Esa no es excusa Kang Minhee, no debes gruñirle a los cachorros ni a los adultos, eres un Alfa muy malo.—El Omega se cruzó de brazos y miro hacia otro lado

—¡No lo soy!, Solamente te estoy protegiendo de que algún Alfa tonto venga y dejé su aroma en ti, o que un cachorro curioso termine haciéndote algo malo.—El Alfa abrazó a su Omega por detrás

—No Minnie, no es justo todo lo que estás haciendo, ¡Casi nos metes en un problema con varios Alfas!—

—Pero le dije a esos idiotas que lo sentía, que solamente estaba preocupado por qué nada malo te pasará.—

—Minnie, se que me amas y amas a nuestro cachorro, pero por tú bien y el de tú perfecto y precioso rostro, deja de ser un Alfa demasiado territorial, nada malo te va a pasar, jamás de voy a dejar y jamás lo pensaré hacer.— Seongmin dió un beso en la mejilla de Minhee

Entonces Minhee comenzó a dar pequeños besos en el cuello del Omega, sin separarse de su abrazo.

Minhee sabía que Seongmin nunca lo dejaría, lo amaba, dejó que este se marcará de él y portará esa marca con orgullo, se dejaba mimar por su Omega y viceversa, sabían que ambos eran tal para cuál.

Minhee sabía que estaba mal todo lo que hacía, pero es que no podía controlarse, eran sus instintos más primitivos saliendo a la luz, mostrando más su lado Alfa que su lado razonable.

—Vamos tontito, debemos comer algo, muero por comer pan y chocolate.—Dijo el Omega acariciando su vientre de casi nueve meses

—Está bien, ¡Pero también déjame a mi de comer!—Gritó el Alfa mientras ayudaba a su Omega a levantarse con cuidado de la cama

—No prometo nada.—Dijo el Omega con una sonrisa ladina

Incluso tenían pequeñas y tiernas peleas por comer, los antojos de Seongmin eran más y más altos, tanto que ya casi no había comida para Minhee.

Pero eso a veces no le importaba, mientras su Omega coma bien y le de nutrientes suficientes a su cachorro, Minhee cedería su plato de comida.

Porque así era de raro su amor, un amor lleno de locuras, muchas cosas tiernas y uno que otro momento candente del cuál ambos siempre serían exclavos al fin de cuentas.

Porque así era de raro su amor, un amor lleno de locuras, muchas cosas tiernas y uno que otro momento candente del cuál ambos siempre serían exclavos al fin de cuentas

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—Bien, ya prepare el chocolate, ¡Y si te juro que es mucho!, Casi acabo todo el polvo de chocolate por hacértelo.—Dijo Minhee sirviendo en un plato hondo aquel líquido tibio

—¡Muchas gracias Minnie, te ganaste tus mimos en tú pancita diarios!—Dijo el Omega abriendo sus ojos sorprendido como un cachorro cuando ve muchos dulces

—Está bien.—Dijo el Alfa con una sonrisa y sus mejillas se tenían de un hermoso rojo carmesí

Minhee tomó las tres bolsas de pan y las dejó frente al Omega, el cual comenzó a sacar varios planes y comenzó a sumergir los panes en el chocolate.

Mientras que Minhee solamente tenía tres panes a en su plato y un vaso mediano de chocolate, no era mucho a diferencia de lo que Seongmin comía.

Pero no importaba, su pequeño y hermoso Omega estaba disfrutando de la comida, y estaba seguro de que su cachorro también estaba siendo alimentado de la mejor forma.

Aunque claro, Seongmin subiría un kilitos más, y su cachorro también podía nacer gordito. Pero nada de eso importaba, amaría a su cachorro y a su Omega sin importar que estuvieran gorditos y bonitos.

Y bueno, después de que Seongmin se terminará el resto del chocolate y el que había en la olla, además de que se comió el solo todas las bolsas de pan.

Ambos fueron a la sala, dónde prendieron el televisor y se ambos se acurrucarón en el sofá para ver una película o alguna serie.

Y claro, Seongmin cumplía sus palabras, levantó la camisa del Alfa y lentamente comenzó a acariciar su vientre, dando pequeñas cosquillas e incluso llegando a darle uno que otro besito.

Su amor era el más puro que había, y ambos lo sabían, ambos eran el perfecto equilibrio de una relación estable y funcional, y próximamente una futura familia.

『𝐌𝐈𝐌𝐎𝐒』𝐌𝐈𝐍𝐈𝐉𝐄𝐔/𝐌𝐈𝐍𝐒𝐄𝐎𝐍𝐆→  𝐀𝐃𝐀𝐏𝐓𝐀𝐂𝐈𝐎𝐍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora