CAPITULO 1

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Voy tarde, voy tarde, voy tarde. El despertador no sonó (o tal vez no lo escuche) y me quedé dormida. Llegaré tarde como siempre, no me aceptaran el examen si no me apuro. Ok, faltan quince minutos para que empiecen las clases, ya me medio vestí y me pase el cepillo por la cabeza, solo tengo que irme YA. Tomé mi bicicleta y salí inmediatamente de mi casa, ni siquiera desayune, tendré que robarle comida a alguien.

Gracias a que empuje a muchas personas logré llegar justo a tiempo. Me paré enfrente de la puerta de la entrada pero estaba cerrada. Me confundí, todavía no era hora. No creo haber llegado tarde,  todavía faltan tres minutos para que cierren la reja, ¿qué demonios?

Busque por donde podía encontrar a alguie que me pudiera ayudar, pero no había nadie. Después de estar esperando parada enfrente de la puerta como tonta por quince minutos me rendí y me senté a un lado de la enorme reja negra con detalles en la punta de los barrotes del instituto.

-la cague otra vez, mi examen se fue a la mierda- me dije a mí misma furiosa en voz alta

Baje la mirada en decepción, si ya iba reprobando ahora prácticamente estoy muerta. Una sombra enfrente de mí se sostuvo unos segundos y después una voz masculina provino del cuerpo que emitía la sombra.

-ummm… señorita no sé como se llame ¿qué hace aquí?- dijo la voz masculina. Levante mi cara pero rápidamente la volví a bajar tras sonrojarme por ver su rostro – digo, ya que hoy no hay clases, no entiendo porque alguien querría estar cerca del instituto-

-espera, ¿qué?- levante mi cara rápidamente

-hoy no hay clases, creo que si eres estudiante de aquí lo deberías saber, puesto que literalmente lo repetían cada cinco minutos- baje mi  cara nuevamente, me embobaría si seguía viendo su cara y él pensaría que estoy drogada, pero es que tiene unos ojos hermosos color avellana con una sonrisa encantadora.

-Michael, un gusto- estiro su mano frente a mí, no podía decirle mi nombre, seguramente era de esos niños mimados y ricos que se creen lindos y tiernos para luego follarte y seguir con la chica siguiente y si no, seguramente cometería una estupidez en la que me humillaría a mi misma y él le diría a todo el mundo que "Abra Johnson" es una torpe

-Alicia, Alicia Keys- ¿EN SERIO MUJER?, ¿ALICIA KEYS, NO QUERÍAS PONERTE MEJOR LEONARDO DI CAPRIO?

Él retiro su mano y la colocó en su barbilla- espera, espera, tengo un nombre falso mejor que el tuyo- se quedó pensando mientras yo solo me sonrojaba por decir tal estupidez -¡lo tengo!- exclamó –Bond, James Bond- dijo alzando una ceja y  ofreciéndome nuevamente su mano, la tomé y me ayudó a levantar. Su mano se sentía cálida y suave, en cuanto me paré lo solté porque sabía que si no lo hacía en ese instante no lo haría nunca. –¿Me puedes dar tu nombre real?-

-lo siento, no puedo- rasqué mi nuca

-¿por?- me miró intigado

-no es esa época del año- dije sin pensar

-n... no es esa época del año, eres rara- sí, veía ese comentario venir

-me lo dicen seguido- froté mi brazo con nerviosismo, era evidente mi tono desanimado después de su comentario

-me gusta la gente diferente- me sorió –es como ver un pokemon shiny, te cuesta trabajo encontrarlo pero al final, cuando ya lo tienes, tienes algo de mucho valor contigo- sonreí

-me tengo que ir, lo siento- me di la vuelta, tomé mi bicicleta y caminé en dirección a mi casa

-pues, adiós señorita que no me quiere decir su nombre por alguna razón - se despidió y caminó en dirección contraria a la mía

Regresé a mi casa sintiendo mis mejillas calientes, pero no sé porque es solo que, era tan lindo. Nunca había conocido a alguien de hablar tan cálido como él

Entré a mi casa y subí a mi cuarto el cual estaba en el ático. Me dirigí a mi cama, pero estaba llena de ropa sucia. Levanté la manta sin quitar la ropa y me metí debajo de ella. Volteé a la ventana que estaba en el techo de la habitación, el sol se levantaba y los pájaros cantaban. Coloque mis manos en mi cara y me quejé.

-agh, me levante “temprano” para nada- escuché unas pequeñas pisadas subiendo las escalera a mi cuarto y antes de que me diera cuenta mi perro ya había saltado encima de mí.

-hola Kam- froté su cabeza mientras ella movía su cola. –¿te parece si dormimos otro rato?- levanté la manta y ella se metió debajo de esta, acurrucándose conmigo.

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Es mi primera vez escribiendo aquí, si tengo faltas de otrtografía tenganme paciencia.

Denle Fav si gustan y se aceptan sugerencias .-.

Mr. Perfection & Mrs. DisasterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora