Día 12, Trey Clover:

861 94 30
                                    

—Deuce, sé que me estás mintiendo, no tiene sentido lo que dices ¿por qué solo yo me lastimé? ¡No tienes ningún rasguño! Desde ayer estas extraño y me ocultas cosas, dime qué sucede y quiero saber la verdad.

No quería secretos, sabía que me ocultaba algo, no era bueno con las mentiras, más con una tan obvia, lo tenia acorralado cuando escuché la puerta y como entraba Trey, Deuce salió corriendo en ese momento, intenté detenerlo pero se fue corriendo, troné mi lengua con molestia al ver que escapó pero hablaremos de esto después, eso era seguro, Trey me miró confundido por lo que pasaba y levanté mis manos mostrándoselas.

—Deuce dice que me caí de la moto ayer pero el no tiene ningún rasguño y yo tengo sólo las manos heridas, ni rasguños en la pierna, algún golpe ¡nada! Me está mintiendo y es obvio, pero no sé por qué.

Trey tomó su bolígrafo para comenzar a curar las heridas en mis manos, estaba algo serio, pensativo, no dijo nada con respecto a lo de Deuce, como si analizara la situación, al terminar me quitó el vendaje por completo y guardó su bolígrafo.

—Esto se está saliendo de control, Deuce no lo hizo bien.

—¡Claro que se está saliendo de control! Siento que todos me ocultan cosas, con Deuce fue demasiado evidente.

Me exalte con su comentario furiosa, no recordaba como terminaban los días y además actuaban extraño cuando se iban, sentía que me evadían pero no entendía por qué, eso me frustraba, miré a Trey con seriedad y el solo suspiró desviando la mirada, justo a eso me refería, molesta me levanté y salí del dormitorio sin decir nada, Trey fue detrás mío apresurado.

—¡No me sigas! Puedo ir sola.

—Pero aún no estas recuperada del todo, me pidieron que te hiciera compañía hoy.

—He podido cuidarme sola hasta ahora, no necesito que me sigas, solo iré con el director a preguntarle sobre Grimm y el espejo.

Apenas iba a seguir caminando cuando Trey tomó mi mano, me detuve en seco para mirarlo a los ojos notando que se veía algo alterado por el tema, pero era obvio que no me dirá nada, intente quitar mi mano pero solo hizo un agarre firme para llevarme a él y abrazarme, no entendía por qué ese cambio tan brusco, intenté liberarme cuando alcancé a notar un ligero brillo por su bolígrafo, además de un leve calor en mi garganta... me empecé a sentir más segura entre sus brazos, él estaba aquí para cuidarme, no tenía por qué desconfiar de él, cuando nos separamos del abrazo me invitó a hacer un pastel juntos para animarme, accedí con una sonrisa volviendo al dormitorio a su lado.

Nos divertimos preparando un pastel, terminamos llenos de harina, incluso en el cabello, parte de la mezcla quedo en mi cara y Trey me ayudó a lavarme la cara con un trapo, cuando me quitó eso me puso una fresa en los labios para que la comiera, era muy dulce aquella fruta, estaba deliciosa, me miró detenidamente, acarició mi mejilla para después pasar su pulgar por mis labios, tenía un ligero sonrojo y soltó una pequeña risa rascando su nuca.

—No soy diferente a los otros, también quiero que te quedes, pero yo realmente creo que si tú quieres irte, no debo obligarte a lo contrario... Sin embargo, Riddle me pidió que te convenciera de quedarte, me siento atrapado.

Me confundían sus palabras pero creo entender un poco, recuerdo que Trey siempre hace lo que le pide aunque no esté del todo de acuerdo, imaginaba que era difícil hacer algo que no te guste, pero ¿Por qué lo dice como si hubiera posibilidad de irme en este momento? ¿No está el espejo roto? Quizá se refería a que en cualquier momento podía irme y entiendo que nadie quiere que me vaya, al menos la mayoría pero ¿por qué siento qué hay más detrás de esas palabras?

Preparé algo de té para acompañar el pastel que hicimos juntos, conforme comíamos me contó un poco de su familia y todos los pasteles que hacían, a pesar de todo, sus palabras de antes quedaron en mi mente, recordaba los días anteriores; cuando me preguntó sobre mi mundo e iba a explicar me di cuenta que no lograba recordar algunos detalles que antes si, él estaba atento pero al ver que estaba un poco confundida el solo sonrió y me acarició la cabeza.

—No te sobre esfuerces, debes estar aún abrumada por lo que ha pasado estos días.

Cuando iba a preguntar me llevo otro pedazo de pastel a la boca para que no hable, resignada mastiqué intentando recordar pero quizás tenía razón, solo estaba algo estresada, aunque trate de convencerme de eso, no lo puedo creer.

Al caer la noche decidí salir de mi habitación asegurándome de no hacer ruido, necesitaba respuestas, pase por los pasillos hasta la sala del espejo de la oscuridad, cuando iba a abrir la puerta Trey tomó mi mano, llevo mi mano a mi boca para evitar que grite.

—Perdóname pero aún no es momento para que sepas la verdad.

Yo sabía que me ocultaban algo, traté de poner resistencia pero no era suficiente, alcancé a ver en el camino unos ojos amarillos fijos en mi, estiré mi mano para que aquel ser oculto en las sombras me ayude pero no hizo nada, solo observó como me llevaron al dormitorio de regreso... no importa cuanto grite, nadie viene a ayudarme.

La mañana siguiente, vi a Trey entrar con una bandeja, traía el desayuno a mi cama, me preguntó cómo había dormido, le respondí que bien, después de que me fui a acostar quedé completamente dormida, me sentía algo cansada a pesar de dormir toda la noche, el solo sonrió al ver que estaba bastante animada y tranquila, miró las heridas que me había hecho por Deuce y ya no tenía nada gracias a su magia, acarició mi cabello riendo un poco.

—No te preocupes, no cometeré los mismos errores que Deuce.

Twisted Wonderland "Nunca digas adiós"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora