El Pecaminoso Regalo del Amor

10.9K 217 124
                                    

[Esta historia es un regalo para Rex Reyes, uno de los artistas más talentosos del fandom de The Loud House y de otras series. Espero que te guste y deseo de todo corazón que nos sigas impresionando con tu gran talento. Y para todo aquel que desee seguirlo, su Twitter es RexReye36876945.]


[ADVERTENCIA: Esta historia contiene sexo explícito, lemon fuerte, algo de dominación masculina, incesto entre hermano y hermana, y bastante dulzura. Si eres menor de 16 años o te sientes incómodo con cualquiera de estos temas, te recomiendo encarecidamente que abandones la lectura. Por favor, recuerda que esto sólo es ficción, por lo que ciertas situaciones plasmadas aquí son fantasiosas y no buscan retratar una visión totalmente precisa de la realidad.]


Logro resistirlo todo, salvo la tentación.

—Oscar Wilde


I

El Pecaminoso Regalo del Amor

¡Mmmph~! Haaa... Haaa... L-Lincoln... ¡Hyah~! ¡Oh, Lincoln~! M-Más... ¡Dame más!

L-Lori... Ya estoy en mi límite...

E-Está bien..., yo también lo estoy... ¡Mmmnnghh~! ¡Por eso quiero que lo hagamos juntos, Linky! ¡Aaahhhhhh~! ¡Quiero llegar a la cima junto a ti y que me des todo tu amor~!

A-Ahhh... Ya me voy a...

¡Hazlo dentro! ¡Mmm~! ¡No te separes ni un sólo segundo de mí! ¡Quiero sentirte por completo! ¡Ahhh, Lincoln~!

Lori... Lori...


—¡Lori!

Y con aquel impetuoso llamado, la aludida despertó de golpe; estaba desorientada y se encontraba claramente confundida. Y mientras sus ojos intentaban acostumbrarse a la luz que se colaba por la ventana de su habitación, la mujer volteó varias veces a los lados, esperando encontrar a cierto hombre peliblanco que hace tan sólo unos instantes se encontraba entre sus brazos durante el momento más feliz de su vida; sin embargo, a la única persona a la que vio fue a su hermana menor Leni, vestida con un bonito camisón de seda color turquesa que se amoldaba perfectamente a su hermoso cuerpo, y quien la observaba con una expresión un tanto preocupada. Fue entonces que Lori se dio cuenta de que lo que acababa de pasar entre ella y su amado hermano menor había sido únicamente un sueño, por lo que su reacción no se hizo esperar.

—¿Qué quieres ahora, Leni? —preguntó la mayor de forma arisca, ciertamente molesta de que su hermoso mundo de fantasía fuera destruido en cuestión de segundos—. ¿Para qué me despertaste?

—Lo siento, Lori —se disculpó la menor—. Créeme cuando te digo que quería dejarte dormir un poco más, pero tras volver de la cocina escuché ruidos extraños viniendo de tu habitación; y, al entrar, te vi retorciéndote entre las sábanas y estabas sudando demasiado. Pensé que te sentías enferma o algo así.

Tras la explicación dada por su hermana menor, Lori se preocupó un poco y, con el rostro ardiendo en bermellón, decidió continuar con la plática.

—O-Oh... Y... ¿q-qué ruidos escuchaste?

—No lo sé —contestó Leni—. No sabría describírtelos. Eran como jadeos y parecía que te costaba respirar.

El Pecaminoso Regalo del AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora