fabiola

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Al llegar la policía estoy muy nerviosa, siento como si me fueran a culpar por dejar así a esa chica, pero la verdad es que yo no sabía quién era, pero a su vez tampoco recordaba que era lo que había hecho con claridad la última hora, para ser sincera no se ni como llegue a este lugar, solo recuerdo ver el cuerpo, asustarme y llamar a la policía mirando para todos lados con miedo
de que me pase algo a mi también, las cosas están bastante feas para las mujeres últimamente, siempre aparece alguna muerta en las noticias pero no esperaba ser yo la que se encontrase con un cuerpo.

Cuando caigo en la cuenta de que no tengo una coartada entró en pánico, me quiero ir del lugar, pero la policía me retiene para hacerme la serie de preguntas que leí mil veces en los libros “¿qué hacía ahí?”, “¿qué estaba haciendo antes de encontrarse el cuerpo?”, “¿tiene alguien que confirme su coartada?”. ¿Cómo saber contestar esas preguntas si no recuerdo nada de esta última hora? La verdad es que no sé qué estaba haciendo, no lo recuerdo, sólo sé que yo no había dejado así a esa chica, por el amor de dios, ¿Quién sería capaz de tener tanto odio como para dejar así a una chica?
Tomo la decisión de llamar a mi amiga a escondidas de la policía, seguro Catarina sabe dónde estaba, ya que hablamos seguido, la conozco hace mucho y le cuento todo generalmente, ella suele saber si voy a algún lado.
Después de colgar con ella y enterarme que había salido de mi casa hace 2 horas y nadie sabía a dónde había ido, me doy cuenta de que esas horas ya no están en mi mente, no sé qué fue lo que hice. Lo que me deja en la duda... ¿dejé a esa chica así? sí lo hice ¿por qué? y si no fue así ¿podría haber hecho algo? ¿Vi a la persona que hizo eso? Son muchas dudas que me vienen a la cabeza y la verdad no estoy lista para enfrentarme a esos policías preguntándome cosas que ni yo estaría sabiendo en este momento.

Estoy empezando a tener un ataque de pánico, me quedo sin aire y empiezo a llorar, hay sangre por toda  la vereda y el pasto, el cuerpo de esa chica todo golpeado como si hubiesen contenido la rabia por años y la hayan soltado ahí, los policías por todos lados dando vueltas, sacándole fotos al cuerpo y haciendo las pericias, los autos pasando y la gente gritando por ver el cuerpo ahí tirado, aunque todavía no está muerto, todo me empieza a dar vueltas, siento que voy a desmayarme, me hiperventilo, a todo esto, a lo lejos se me acerca con rapidez un policía y llego a leer en su chapa el apellido Menéndez, no llego a escucharlo porque el pánico me tapó los oídos, pero leo en sus labios la palabra “respire”, me guía en la respiración y logró calmarme.
 El policía es flaco con algo de músculos, alto como de 1,80, con ojos marrones y pestañas largas, pelo castaño, algo largo y alborotado, barba de unos días, mentón marcado y hoyuelos, la verdad es bastante atractivo a mi gusto, pero no estoy en condiciones en este momento para fijarme en esas cosas. Una vez que logró calmarme un poco alcanzo a decirle agitada y con miedo.
-Gracias-.
-No es nada señorita- me contestó con una sonrisa. -Usted es Fabiola ¿verdad? - lo miro con cara de preocupación y miedo, no se si sospecha de mi o se habrá dado cuenta del motivo por el que entré en pánico, pero tengo miedo de lo que pueda llegar a decir o pensar si digo que sí, pero tampoco tengo pensado mentirle y menos siendo un policía, por lo que, después de unos segundos, me decido a contestarle.
-Si ¿puedo saber el suyo? – le contesto con la cara algo relajada y tratando de no parecer preocupada.
-Mi nombre es Noah, Noah Menéndez, soy el encargado del caso- me sigue contestando con esa sonrisa que contiene un toque de compasión y parece como si no se hubiese dado cuenta de que era una posible sospechosa en el caso.
-Así que usted es el que me va a hacer las preguntas ¿verdad? - le contesto tratando de relajarme, pareciendo dispuesta a colaborar y con una sonrisa que se me nota forzada.
-Así es Fabiola- dice carraspeando su sonrisa se torna un poco más fría y profesional y su voz cambia completamente, ahora es más ronca y seria, como si hubiese caído recién en que estaba trabajando y que yo era una sospechosa por el momento -la dejo un momento para que se reponga y luego iremos a la estación para que le pueda hacer las preguntas- asiento con la cabeza y se va.
Mientras veo como se aleja Noah en lo único que puedo pensar es en que todavía no se qué hice ese día, son las 20:25 y con suerte recuerdo levantarme a las 10:30 a desayunar, es sábado por lo que no trabajo así que no tenía nada para hacer. Luego de un rato recuerdo que me volví a acostar a las 12:00 para pasar el tiempo, pero a partir de ahí ya no recuerdo nada hasta el momento en el que encontré el cuerpo de esa mujer en la vereda, tirada y golpeada, llena de sangre, cuando la encontré estaba despierta y apenas podía respirar, la dejaron a la intemperie, cualquiera la podría haber visto, cualquiera podría haber llamado a la policía, pero fui yo la que lo hizo. Recuerdo que la llamada la hice hacia las 19:13, estaba todo oscuro y las luces de la calle ya estaban prendidas, ya que es pleno julio, la pregunta es ¿Qué hacía yo a las 19:13 en la calle con este frío? Son muchas dudas así que decido dejar de pensar un rato. viene el policía Menéndez para decirme de ya ir para la comisaría, acepto y nos vamos.

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