Capítulo 1

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Hermano mayor.

-1-

6:00 A.M

—Dejenme dormir. — Dije mientras estiraba mi mano para apagar la alarma pero eso no tiene resultado.

Estiró un poco más mi mano y eso me obliga a dar una vuelta.

Suelo.

Sangre.

¡Me caí de la cama!

—¿Saraí? ¿Estás bien? — La voz de mi madre me sorprende.

—Si, mami. — Hago una pausa mientras me tocó la nariz. —Solo le quise dar un beso al piso.

—Si, claro. — Veo unos pies enfrente de mi y levanto la mirada, mi madre me está viendo y tiene sus manos en su cintura.

Yo le sonrío mostrando mi dentadura.

—Levantate de ahí, ahora. — Y eso es suficiente para que yo me levanté. —Santo cristo, rey de las alturas.

Murmura mi madre.

—¿Qué? — Aplanó mis labios y siento que algo me está corriendo por la nariz.

—Mírate. — Me tomo de los brazos y me volteo en dirección donde está mi espejo en el cuál puedo admirar todo mi cuerpo.

—Ay no... — Hago una pausa. —Fue tu culpa mamá.

Me río y voy al baño a lavarme la cara y a quitarme la sangre que me estaba saliendo por la nariz.

—¿Yo? Fue tuya, cariño, yo no te dije que le dieras "un beso al piso". — Me mira y cruza sus brazos sobre su pecho.

—Lo sé, lo sé. — Suspiro y termino.

—Bueno, Hay bajas a desayunar, Carla ya hizo el desayuno.

Y con eso veo a mi madre desaparecer por la puerta.

Suelto un suspiro mientras apretó la punta de mi nariz y busco mi celular pero no lo encuentro.

—Carlos. — Me pasó la mano por la cara y salgo de mi habitación, cargo puesto una pijama color gris, de la parte de adelante tiene un logo de un Lobo, y también incluye una capucha el cuál tiene orejitas de este mismo.

Llegó a la habitación de Carlos y veo que la puerta está abierta, eso significa que ya está despierto.

Entro y lo veo hablar por un micrófono que se une a sus audífonos y usa la pijama verde que es como un dinosaurio.

A pesar de tener 19 siempre lo usa.

—Buenos días. — Digo y me siento en la cama.

—Buenos días. — Dice él mientras se voltea hacia mi. —Si vienes a buscar tu móvil, yo no lo tengo, lo tiene Sebastián.

Él se voltea de nuevo a su computadora.

—Claro. — Hago una pausa. —Mamá dijo que bajaramos a desayunar.

Desconocidos muy unidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora