mi sexy y feroz dragón

Capítulo 4

NARRA NARUTO

Como si se apiadara de mi cuerpo magullado, cansado y febril, Sasuke no volvió a iniciar el sexo en los siguientes dos días. En cierto modo, me alegra un poco porque me siento fatal. Estoy exhausto y demasiado caliente y dolorido para levantarme de la cama, y mi cuello palpita. Mi cabeza también lo hace, mientras trato de acostumbrarme a la conexión mental, aun mi regeneración estaba algo lenta tal vez era porque mi cuerpo se estaba acostumbrando a los cambios de temperatura causados en mí, solo esperaba que no tardara mucho porque si no, nos dejarían en desventaja si éramos atacados. Pero aun así era increíblemente abrumador y reconfortante tener un dragón en la cabeza mandándote pensamientos cariñosos, pero Sasuke tiene muchos recuerdos en su mayoría tristes también, esperaba que su presencia lo reconfortara, así que quizás tenga una conexión mental más fuerte conmigo que con los demás.

Sasuke es increíble. Es todo lo que soñé, envuelto en un paquete inesperado. ¿Quería un comañer@ tan atento para a mí, como mi padre lo era con mama? Sí. Pero nunca soñé que Sasuke quisiera pasar horas en el acantilado conmigo protegiéndome en su pecho desnudo, mientras me acuna bajo la lluvia para que pueda disfrutar del frescor del tiempo en lugar de sofocarme en la cueva sin brisa. Nunca soñé que me abrazaría contra su pecho y me acariciaría la piel durante horas y horas, dándome trozos de frutas cuando me sentía demasiado enfermo. No se puede expresar con palabras lo apreciado que me siento por lo que solo devoro su atención como si fuera un caramelo, y siempre quiero más.

No es perfecto, por supuesto. Sasuke está luchando por entenderme mejor cada día.

Me dijo que era un vigilante aquí en su mundo, y creo que eso explica parte de su... arrogancia. Está claro que está acostumbrado a hacer las cosas a su manera, porque cada vez que le contradigo y hago las cosas de un modo muy diferente, parece totalmente incrédulo. También lucha contra los celos y los ataques de mal genio. Incluso está celoso de las pequeñas aves y las raras lagartijas que deambulan abajo en la base de nuestra montaña de roca, porque si les sonrío, no le sonrío a él. Algo de esto es parte de sus instintos básicos, creo, porque inmediatamente siento la vergüenza que rueda por sus pensamientos cuando su temperamento se enciende.

Se trata sólo de ajustarnos el uno al otro y mí a este mundo, creo. En el pasado, no tenía que preocuparme por ajustarse a mi mundo porque estaba más desesperado en salvarlo de algún modo. Ahora es como si tuviera que aprender todo de nuevo, y puedo decir que me frustra frecuentemente debo aprender las estaciones y ciclos de lluvia, además de modificar mis cultivos para que sean más resistentes.

Sin embargo, es infinitamente paciente y cariñoso conmigo.

Pero aparte de esos dos primeros encuentros, no me ha vuelto a tocar. Me pregunto si hay un problema conmigo que él se cuida de esconder en sus pensamientos. ¿O piensa que después de dos encuentros, no son necesarios más? No tengo ni idea. Sólo sé que ha despertado un anhelo en mi mente, y ahora sólo pienso en el sexo. Pienso en ello cuando me acaricia la espalda o me acaricia el pelo. Sueño con ello cuando duermo. Pienso en ello cada vez que me sonríe, o percibo un olor suyo, o su piel me acaricia.

Básicamente me estoy convirtiendo en un ninfómano y no me toca, y no sé qué hacer.

Me digo a mí mismo que es otra de esas cosas del ajuste. Que sólo porque no tenga sexo conmigo ahora, después de las primeras rondas alucinantes, no significa que haya un problema. Pero me preocupo. Me preocupo porque no soy tan grande como el, o estoy tan en forma, ponqué fuerza me sobra.

Pero aun siento que hay algo que me falta. Pero, ¿cómo le dice un chico recientemente desvirgado al otro que quiere volver a tener sexo? No he descubierto esa parte todavía. Todavía estoy horriblemente incómodo así que si lo recoge de mis pensamientos, no me lo ha dicho todavía.