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—Por favor no te vayas San —lloraba mientras sentía que su corazón se partía en mil pedazos.

—Amor escúchame, en menos de lo que te imaginas estaré aquí ¿Si? —le sujetaba el rostro destruido en lágrimas.

—No quiero, no es justo, no me hagas esto.

El ambiente de las calles era tétrico, muchas madres se despedían de sus hijos, muchas lloraban, todo el ambiente se pintaba de gris.

San besó sus labios.

—Lo que vivimos fue hermoso Wooyoung, cada cosa, eres el amor de mi vida, eso jamás va a cambiar y no importa lo que tenga que pasar, ten en mente que pasamos por mucho, que te amé como jamás amaré a nadie, y que si no logramos volver a vernos

—No digas eso San, no lo digas —sollozaba.

—Tienes que continuar.

Era doloroso, San ya no tenía más tiempo para despedirse, sus manos sudaban y sabía que tenía que ser fuerte.

Pasaron catorce dolorosos años , iba a ver el epitafio sobre la tumba simbólica que habían hecho, nunca encontraron su cuerpo, ni siquiera eso pudo tener. La guerra había dejado gran cantidad de familias destruidas,y se llevó a la única persona que tenía, dejo las flores allí y se sentó mirando hacia el gran paisaje.

Odiaba, odiaba como nunca antes hizo, siempre evitaba vivir del pasado, evitaba recordar todo lo que sufrió y lo que San representó en su vida.

—Jung Wooyoung, tengo que trabajar —este estaba abrazado de su cuello y besaba sus mejillas sin detenerse, lo sujetaba de la cintura fuertemente, pese a que se quejaba, realmente lo quería tener cerca y que continuara con su esfuerzo por hacer que este se quedase.

—No te vayas Sannie —se abrazaba a su cuello.

—Bueno, si me lo pides así.

—¿En serio? —vio el brillo aparecer en sus ojos.

—Por supuesto que no amor —lo cargó haciendo que este se abrazara a él por su cuello —, pero prometo traer algo delicioso—le sonrió sobre los labios al tenerlo cargado —, ¿Qué te parece una cena romántica? Podemos bailar un poco —Wooyoung se ocultaba en el espacio de su cuello ocultando su sonrisa—, y luego te haré el amor todo la noche, voy a besarte mucho Woonie, te voy a dar todo el amor que quieras.

—¿Mucho amor Choi San?

—Todo el que te mereces —le susurró.

—¿Y cuánto es eso?—le dijo juguetón mientras procuraba dejarlo sin respiración.

—Siempre intento darte todo el amor que recibo de ti, precioso —besó su cuello—, voy a amarte tanto que no podrás alejarte, porque no permitiré que nadie pueda amarte más que yo, ¿Entiendes eso?

Wooyoung asintió sobre su cuello. Tantos años de relación y seguían poniéndose así de cursis ante cada despedida de este a su trabajo.

—Ten un lindo día en el trabajo— le dijo con una sonrisa antes de bajarse de sus brazos para regalarle un dulce beso en los labios —, en la noche nos vemos.

Se contaban todo lo que pasaban en el día, San podía renegar de su jefe sin filtros y Wooyoung lo escuchaba ya sea renegando o riendo con él.

San siempre se peinada hacia atrás y era impecable, de labios delgados y mandíbula marcada, ojos que tenían una intensidad que fue la que se encargó de atrapar a Wooyoung, de enamorarlo en un punto en el que este quería siempre ser el centro de su vista, quería ser lo que San amara más.

CIELO - Sanwoo [+18] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora