Tu mano es frágil como tu figura
Tu mano que toca tu otra mano con ansiedad como el domador que toma a la serpiente por la cabeza
Con la mirada perdida en la sobria tarde, sin un atardecer digno de ser observado y posada en el frío escalón de una casa desconocida.
Seguramente piensas que tu día se ha perdido, que las horas pasan lentas y se van como agua que cae por un risco.
El agua
Las horas
Corren. Y antes de darme cuenta, te has ido.
No me he atrevido a ver como te alejas por temor a correr tras de ti.
Enlatado en una casualidad ominosa, repito para mí mismo que te has ido para convencerme de ello.
