『SMUT』╰─► Late nights [DreamSMP]࿐ ࿔*:･ﾟ

࿔ All alone ࿐

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-Volveré en dos horas, pórtate bien.-

Definitivamente lo haría.

Quackity se despidió del menor con un movimiento de mano, saliendo de la habitación y a su vez, de la nación.

Charlie quedo unos minutos sentado de rodillas en su cama como un niño obediente. Aquel día, todo el establecimiento había cerrado, todo en Las Nevadas se encontraba apagado aquel día, siendo ese un día de descanso para todos los trabajadores del lugar. La única persona en toda la nación era él, pues los demás estaban ocupados con sus cosas fuera del lugar.

Él ya tenía sus planes aquel día y solo debía esperar a que todos marchasen de allí. Sabiendo que la última persona que quedaba era Quackity y se había marchado, prefería esperar diez minutos más, no vaya a ser que su jefe decidiera volver por alguna razón casual.

Miro su reloj, impaciente. Ocho minutos. Decidió no esperar más y abrir el cajón de su mesita, mordiendo su labio con una cara que jamás había nadie visto en él. Sacó el contenido de esta, tirándolo encima de su gran cama de dos plazas, cortesía de su mejor amigo, Quackity.

Se levantó de la cama, apagando las luces comunes y encendiendo sus luces led de color rojo que iluminaban su cuarto en su totalidad, llegando desde el techo hasta los bordes del suelo, dando un ambiente privado y lujurioso. Se tiró a su cama con rapidez, los objetos de esta rebotando y volviendo a caer en la misma. Cogió su teléfono móvil con las manos temblorosas y puso el bluetooth de los altavoces de su cuarto, la música comenzando a sonar segundos después.

La canción era fuerte y pegadiza, una melodía egipcia, sin letra, totalmente bailable. Movió suavemente sus caderas al ritmo de la música, sintiendo una suave adrenalina recorrer su cuerpo. Se tumbó en su cama, acariciando con lentitud su suave cuerpo que se mezclaba entre las sabanas. Sentía los roces de sus yemas con su suave piel, aquello excitándole de alguna manera que no podamos entender.

No era la primera vez que lo hacía. Aprovechaba cuando no había nadie en el lugar, siendo aquello en muy pocas ocasiones, podía incluso contarlas con una sola mano.