Lucius Malfoy: A la Mr. Darcy. Nunca te habías sentido tan insultada.
Estabas sentada en una de las bancas que se encontraban en los jardines de la gran mansión. Te sentías super fuera de lugar y te cuestionabas seriamente el haber aceptado la invitación de Andrómeda de pasar unos días de vacaciones en su casa. Tu familia no acostumbraba acudir a las reuniones que realizaban las familias de sangre "pura", pero esta vez no pudiste negarte puesto que eras invitada de la casa Black.
El bullicio de la reunión se escuchaba tenuemente y aunque hacía un poco de frio necesitabas descansar de de las conversaciones y preguntas que te hacían los demás asistentes, quienes estaban bastante interesados en que continuaras asistiendo a las fiestas y no te alejaras como lo hacían tus padres.
- ¡Vaya que te tardaste! - dijiste al tiempo que te ponías de pie y te girabas, pues habías escuchado que alguien se acercaba. - Lo siento, creí que eras Andrómeda - te disculpaste cuando iste que no se trataba de tu amiga.
- Hola - saludó el rubio acercándose un poco - Esta algo ocupada adentro -
- De acuerdo... gracias por avisar - te sorprendía mucho que Lucius se hubiese tomado la molestia de ir a notificarte eso - Creo que volveré dentro - dijiste después de unos segundos de silencio que empezaban a tornarse incomodos para ti.
- Espera -
- ¿Necesitas algo? - era la conversación más larga que habías tenido con el rubio y te estaba exasperando la forma en la que te veía y no decía nada.
- He luchado en vano, y ya no lo soporto más. - su repentina intervención y el tono de su voz te asustó un poco - Estos últimos meses han sido un tormento. Vine con la única idea de verte. He luchado contra el sentido común, las expectativas de mi familia, la situación social de tu familia, mi posición y circunstancia, pero soy incapaz de contener mis sentimientos y estoy dispuesto a dejarlos a un lado y pedirte que pongas fin a esta agonía -
- ¿Qué? - tu expresión era todo un poema, estabas tratando se procesar todo lo que te había dicho.
- Lo que trato de decir es que te admiro y te amo, apasionadamente. Por favor, te ruego que correspondas mis sentimientos -
- Lucius yo... lamento mucho todo lo que has tenido que pasar, créeme, no tenía idea del suplicio que atravesaste por mi -
- ¿Es toda la respuesta que puedo esperar?-
- Así es -
- ¿Te estas riendo de mí? -
- No me atrevería a hacerlo -
- ¿Me estas rechazando? -
- Estoy segura que esas consideraciones que te han estado frenando te ayudarán a superarlo -
-¿Puedo preguntarte por qué me rechazas con tan escasa cortesía? -
- Y puedo yo preguntar por qué con tan evidente propósito de ofenderme y de insultarme me dices que te gusto en contra de tu voluntad, contra tu buen juicio y hasta contra los dictados de tu razón - replicaste bastante molesta
- Yo... no quise - Lucius parecía haber entendido lo malas que habían sido sus palabras. Estaba acercándose cuando una voz a su espalda lo hizo detenerse.
- ¿Todo en orden? - preguntó Andrómeda al ver tu cara de enfado - Lucius ¿Qué le hiciste ahora? -
- No es nada... volvamos adentro, me estoy congelando - y tomando la mano de tu amiga se alejaron, dejando al rubio maldiciéndose interiormente.
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