Gina

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Por tres años pudimos mantener esa dinámica, Todos los viernes salia corriendo de clases y a las 5 en punto esperaba el repique del telefono  de algún modo, este contacto me daba un respiro, sentia que si escuchaba sus problemas podia evitar el peso de la tristeza sobre sus hombros, no me importaba la opinion de mi mamá, quien opinaba que era muy grande para mantenere amistad con una niña de 6to grado, de vez en cuando podíamos concretar pequeñas visitas, le habían inscrito en un colegio de señoritas muy acomodado y cada que podía mamá me dejaba ir a visitarle, Florencia estaba presente, y siempre supervisaba nuestras conversaciones,era evidente que habia un abuso psicologico, me comento que  Magnolia y su ahora esposo decidieron mudarse a Washington, y Florencia habia decidido que no iría con ellos. Aquella tarde le abrace y lloramos ante los ojos de Florencia quien advirtio de nuestro apego a mi madre. 

Pasaron meses antes de saber de ellas nuevamente, fue en mi cumpleaños número 16 cuando volví a escuchar su voz, ya no era vibrante, al principio hablo muy bajo, comento que estaba yendo a terapia y que estaba tomando antidepresivos

—tienes 12 —

De pronto, la lamada fue interrumpida por James, el hombre de pisadas gigantes, quien ahora tenia una voz estruendosa y demandante, con un acento inglés muy marcado reprochaba acerca del uso del celular y del computador, Lauren guardo silencio y resonó un pequeño sollozo seguido del silencio, finalmente colgo la llamada.

El 16 de diciembre recibi nuevamente noticias suyas, alentada por la esperanza de buenas nuevas sali corriendo a atender, una voz seca y ronca bramo al otro lado, era Magnolia, quien tras decir hola entrego el telefono a Lauren. Su voz no era radiante y chillona, sino baja y timida y   platicó en un inglés bastante neutro, pero aún así le reconocí 

— its me... Gi na... —no pude decir nada durante unos segundos.  — mom told me that I cant speak —with you anymore...
—What do you wont lauren?
—Im not Lauren, im ...Gina. —

La llamada fue interrumpida por Magnolia quien comenzó a hablar de los problemas de ansiedad de Lauren, según ella, mi comunicación con ella empeoraba su adaptación a la vida en Estados Unidos, y había teniado un intento de suicidio tratando de ahorcarse, por ello su tono de voz. todo era mi culpa.

Podría ahora mismo decirles cómo suena un corazón roto, pero a estas alturas ya sabrán que esto no es más que una fractura, la verdadera ruptura sucederia años despues, y mientras tanto, no volví a ver a Lauren por 8 años.

Era marzo, y una cálida brisa rondaba el ambiente, iba de la mano con Grecia mi compañera de clases y en ese momento amante, por algún motivo una chica de cabello corto y rubio captó mi atención, tenía un estilo post punk y un aire distinguido como si acabará de llegar de otro planeta y estuviera estudiando a los habitantes de este sector. Grecia le miró muy de cerca y susurro con desconfianza que niña más rara, parecía una modelo de revistas pero a la vez podría ser una estudiante de aquella facultad de humanidades, el sonido del celular en su bolsillo me hizo seguir mirándole, y entonces escuché su voz, esa voz chillona, que pese a haber pasado por la pubertad seguía siendo distintivo de su ser.
— ¿Lauren? — Hizo amague de no entender  — ¿Lauren? — Grecia me tomaba de la mano incómoda, a lo que dije en voz alta  — ok, juguemos el juego. GINA.

Colgó el celular, bajo sus gafas y respondió

— yes.

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⏰ Última actualización: Dec 05, 2021 ⏰

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Cuando se deshojan los girasolesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora