Las Hermanas Medina (LHM) (EDITADO)

5: Casi me muero sino hubiera sido por ti (EDITADO)

Se hizo de día. Me pasé toda la noche secuestrada en el despacho de Noiret y nunca nada me ha importado menos, porque a veces siento como si fuera una carga para este planeta como si la naturaleza me ha hecho sufrir porque he sido una carga. Como se hizo de día, Noiret tenia que salir como si nada.

--No te muevas de aquí, si entra alguien buscándome di que tú también.--Me dijo con crueldad.

Asentí y salió del despacho, lo que él no sabía era que en mi bolsillo había un micrófono escondido configurado al ordenador de Victoria. Porque Carol, Julia, Marcos e Iván fueron muy pesados con mi seguridad. Yo también podía hablar por ese micrófono pero debía de ser como si estuviera hablando sola. Estaba "cantando" la BSO (banda sonora original) de mi serie favorita Los Protegidos cuando entró Hugo. El profesor de gimnasia y el supuesto amigo de Héctor.

--¿Está aquí Noiret?--Me preguntó.

--No, ¿por?--Le respondí.

--Nada solo quería preguntarle sobre la nueva ley.--Me comentó.

Sabía que eso no era verdad, sabiendo lo que le hizo a Héctor y todo lo demás.

--Bueno pues si lo veo, le digo que le estas buscando.--Le dije.

--Si, seguro que si.--Me respondió.

Con esa respuesta sabía que era su plan. ¡Que hijo puta! Era su plan, él es el superior de Noiret, él le dice que hacer y cómo. Hugo salió del despacho cerrando la puerta tras él. Empecé a hablar con el micrófono.

--Chicos, Hugo es el superior de Noiret.

--Y cómo lo sabes.--Me respondió.

La voz se me hizo familiar, como que coincidía mucho con la voz de Hugo. Supe que era Hugo quien estaba detrás del micrófono porque la voz de Victoria y de Carol interrumpieron en la habitación y podía escuchar a Carol y a Vicky intentando echar a Hugo. También pude escuchar las amenazas de matar a las dos, pero lograron echarlo.

--¿Estás bien?--Me preguntó Carol.

--Sí, solo con un moratón en el brazo y en la cara pero nada superior.

--Mira Carol, Hugo intentaba copiar los audios en su pen.--Le dijo la voz de Victoria a Carol.

--¿Qué intentabas decirnos?--Me preguntó Victoria.

--Ah pues... 

No pude seguir porque me interrumpió la puerta del despacho.

--Solo he venido a por unos papeles.--Me dijo Noiret.

--A pues, ha venido Hugo, te estaba buscando para preguntarte sobre la nueva ley, pero supongo que no tendrá nada que ver.--Le dije.

--¡Cállate!--Me gritó, acto seguido me metió una patada en la espinilla, pero tampoco me moví aunque por dentro sufría.

Noiret salió del despacho dando un portazo y de nuevo el micrófono se escuchó.

--Oye, Iván y Marcos están intentando sacarte de ahí por la ventana, si  ves saltando a alguien para mirar no te asustes son ellos.--Me dijo la voz de Victoria.

--Okey, estaré pendiente.--Le respondí.

Pasó un rato y nada pasaba solo los niños en el patio, los pájaros cantando y la suave brisa que chocaba contra la ventana. Estaba distraída cuando escuché la voz de Noiret tras la ventana.

--¡Venga iros sino queréis quedaros como vuestra amiga!

Supe que quien estaba echando Noiret era Marcos e Iván.

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Se hizo de noche, cada vez que entraba Noiret a por algo me pegaba en algún sitio nuevo y me gritaba que me callase, sabía que todo el mundo tenía miedo de Noiret pero no sabía que tanta gente, solo entró Hugo. Yo seguía hablando por el micrófono que aunque los chicos estuvieran durmiendo el audio se quedaba grabado. La última vez que me pegó Noiret fue en la nariz muy fuerte, me hizo hasta sangre pero como siempre me hice la fuerte, aunque pocos saben que por dentro soy una adolescente muy debilucha. Me iba a desmayar por las heridas cuando alguien entró en la habitación, no supe quien era porque veía borroso, pero si logré escuchar lo que decían.

--¡Vamos ayúdame!--Dijo la voz del extraño.

--La tenemos que sacar de aquí.--Dijo la otra voz.

Lo siguiente que recuerdo es estar en unos brazos que aunque hacía un frio del copón, el calor que producían era cómo estar frente a una estufa. Después esos brazos me soltaron en una cama. Cuando me desperté estaba en la cama de Marcos, con una venda en el brazo izquierdo y al lado mío estaba Marcos dormido. Me intente levantar pero mi dolor por todo el cuerpo era inmenso y me impidieron levantarme, así que me acosté otra vez y esperé a que Marcos se levantara. 

Cuando Marcos se despertó, se giró para abrazarme porque pensaba que yo estaba dormida. Yo también lo abracé y le di un beso en su pelo que olía a miel.

--Pensaba que estabas dormida.

--Pues ya ves que no.

--Te he echado de menos.

--Yo también. Y la verdad es que casi me muero sino hubiera sido por ti.

--Lo sé.

La puerta nos interrumpió cuando se abrió. Entraron Julia y Carol y las dos al verme que estaba despierta saltaron a Marcos y me abrazaron. 

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--Irene (7 meses después)