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La Coreana comenzó a despertar al sentir lamidas en su cara y cuello, aún no abría los ojos pero ya había comenzado a moverse, habría seguido su siesta de no ser por la fuerte mordida que sintió en su cuello

-¡Sana! Regañó para después abrir los ojos y encontrarse con la Sana versión humana -No puede ser, ¿Esto es real?- Se preguntó intentando quitarse a Sana de encima de ella.

-Lo es, que cool ¿No?- Dijo con una sonrisa la contraria sin detener sus lamidas en el cuello de Jihyo

-Oye no hagas eso— - pidió empujando a Sana

-¿Por qué? Siempre me dejas hacerlo Recordó la pequeña deteniéndose para ahora colarse entre los brazos de Jihyo pidiendo un abrazo.

Jihyo no se lo negó, seguramente Sana también es estaba confundida y no iba a mostrarse indiferente cuando su pequeña ¿Mascota? No tenía la culpa de nada.

Continuó acariciando su cabeza y espalda mientras Sana intentaba morder sus manos hasta que recordó que la menor seguía desnuda por lo cual se apartó de ella y caminó hacia su clóset en busca de ropa que pudiera quedarle a su pequeña amiga, bueno, ahora no era tan pequeña.

-Ve a ducharte y ponte esto, saldremos para conseguirte ropa- Le dijo dándole la ropa a la menor

Sana tomó la ropa entre sus manos y después miró a Jihyo.

-Pero Hyo... No sé como hacer eso

-Demonios

Jihyo no tuvo de otra más que terminar por bañarla y vestirla ella misma a pesar de la evidente vergüenza en su rostro. Estaban por salir de la casa cuando Sana habló

-¿Donde está mi cadena?

-¿Para qué?

-Siempre que salimos la uso

-Hoy no la usaremos, no te escaparás ¿Verdad?

-Por supuesto que no Jihyo- Aseguró dándole un abrazo

Sin separarse del abrazo por ningún momento continuaron su camino al centro comercial, llevaban un largo rato caminando cuando Sana comenzó a oler algo y caminar en otra dirección a la que Jihyo iba.

—¡Hey! ¿A dónde vas?

-Lo siento-Respondió Sana regresando al lado de su dueña -Es que no desayuné

-Te compraré algo en el centro comercial pero no te alejes de mí en ningún instante ¿Está bien?

Sana asintió.

Al llegar al centro comercial, más específico al comedor, Sana sintió sus fosas nasales ser inundadas de muchos olores deliciosos pero hubo uno en especial que llamó su atención por lo que salió del comedor siendo guiada por su olfato para comenzar a caminar en dirección a un lugar más cerrado con Jihyo llendo tras ella.

-¿Starbucks?- Preguntó la coreana sin saber por qué Sana había decidido comer ahí aún sin saber que era

-Huele al pan que me diste en la veterinaria, quiero ese pan de nuevo- Respondió con simpleza sonriendo

Una vez desayunado su tan anhelado pan continuaron su trayectoria por el centro comercial con Sana oliendo cada puesto de comida y desviándose a cada rato y Jihyo comprando la comida que Sana pedía con tal de que no siguiera alejándose de ella cada dos minutos.

Después de un par de horas caminando al fin habían comprado una cantidad razonable de ropa para la más pequeña hasta que recordaron algo.

Faltaba ropa interior.

Jihyo al darse cuenta caminó hacia el lugar de aquel centro comercial en donde podían encontrar aquello, siendo algo incómodo ya que también además de tener ropa interior normal habían muchas otras cosas no aptas para toda la familia, Sana no tenía idea de nada, ella solo veía lindos disfraces por todos lados.

-Mira Hyo, como mi cola- Reconoció Sana tomando entre sus manos un objeto para nada inocente.

-No Sana, no toques eso-Pidió la mayor

-Hmm- Respondió la contraria con un puchero en sus labios dejando aquel objeto en donde lo había tomado

-Okey Sana, vas a escoger tu ropa interior rápido y no iremos ¿Está bien? Muestrame las que te gusten y yo te daré una de tu talla ¿Sí?

-Está bien-Respondió Sana mientras asentía llendo rápidamente a buscar piezas bastante provocativas sin saberlo.

—Oh no, eso no, debemos conseguirte calzones de viejita, no esos de encaje Recomendó Jihyo

-¿Por qué?

-Por que sí

-¿Por qué?

-Porque sí, Sana

-¿Por qué?

-¡Porque lo digo yo y punto!- Regañó Jihyo haciendo a Sana enojarse y hacerle un mini berrinche

Jihyo ahora se arrepentía de haberla consentido tanto.

-¿Puedo ayudarlas con algo señoritas? Preguntó una pelinegra de cabello corto con el uniforme del lugar

-¿Me puedes dar una talla adecuada de estas piezas?- Preguntó la menor haciendo a Jihyo bufar y simplemente caminar hacia otro lado

Cuando Sana tuvo una cantidad razonable de ropa interior camino hacia los vestidores tirando de Jihyo para que esta evaluara sus elecciones.

Mientras tanto Daniel caminaba tranquilamente por el centro comercial y habría continuado su tranquilo camino de no ser porque vió a Jihyo ser tomada de la mano por una hermosa chica para adentrarla en los vestidores de una tienda bastante inapropiada, la sangre de Daniel hirvió al ver tal escena, los celos la estaban consumiendo.

Una vez Jihyo estuvo dentro del vestidor habló.

-No voy a ver eso Sana- Respondió la mayor cubriendo su cara con sus manos pero dejando rendijas con sus dedos sobre sus ojos.

Sana comenzó a desvestirse para probarse aquellos conjuntos mientras Jihyo apartaba levemente la mirada

La menor lucía fantástica, sus pálidas y jugosas piernas eran demasiado apetecibles para la mayor al verla con esas bragas rojo vino puestas.

-Y bien ¿Cómo me queda?- Preguntó la menor para después voltearse dándole la espalda a Sana y seguirle modelando.

Dios, Jihyo moriría en cualquier momento al tener semejante escultura frente a ella, tenía una ganas tremendas de tomar esos glúteos entre sus manos y dejarles unas cuantas mordidas.

-Sana... yo saldré, no puedo seguir con esto pero toma lo que te quede mejor y te guste Informó la coreana saliendo del vestidor

Después de un par de minutos en el probador la menor salió con varias piezas de lencería en las manos, al llegar a la caja Jihyo ni siquiera quiso mirar lo que Sana había escogido por lo cual al final de que pasaran todos los conjuntos de Sana por la caja Jihyo simplemente dió su tarjeta recibiendo una mirada pícara por parte de una pálida cajera.

-Tienes suerte de tener una chica como ella - Aseguró mordiendo su labio inferior para después dedicarle una coqueta mirada a Sana

Al final de la compra Sana agradeció

-Gracias Hyo-Y seguido de aquello sumergió su cara en el cuello de la mayor con la intención de dejarle una pequeña lamida como lo hacía cuando era un perrito y quería agradecerle

-Oye, ya te dije que no hicieras eso-Le susurró Jihyo a la contraria notando a las cajeras mostrar pícaras sonrisas y reir

-La próxima vez que vengan a comprar pregunten por nosotras para atenderles, somos Momo y Dahyun- Informó la más bajita

-Ahmm... Si- Respondió Jihyo tirando del brazo de Sana para sacarla al fin de aquel incómodo lugar

Cabe aclarar que en este fic Jihyo será mayor porque pues Sana era una cachorra.







10 votos y actualizo :) nos vemos en el siguiente capítulo

Shiba Inu// SahyoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora