One Shots de BNHA<3

◇Bakugou Katsuki◇

La mayoría de la clase nos encontrábamos preocupados por Bakugou, el rubio tenía varios días encerrado en su habitación y no daba explicaciones del porqué.

Miré a Kaminari y Mina, entonces les hice un gesto con la cabeza que supieron interpretar. Nos alejamos del resto de la clase y nos encaminamos los tres juntos hacia la habitación de Katsuki.

Al llegar a la puerta (la cual tenía un gran cartel que decía "No pasar" en letras rojas) di un pequeño toque a esta para después abrirla lentamente.

—¿Bakugou? —abrí por completo la puerta —Hemos venido a ver si estás bien...

Se encontraba recostado en su cama, lanzaba una pelota al aire y después la atrapaba.

—Has estado ya mucho tiempo en tu habitación —comentó Denki, Mina concordó.

Detuvo si juego de atrapar y lanzar para sentarse al borde de la cama y vernos de reojo.

—¿No vieron el letrero de la puerta? —dijo, su tono era diferente, se notaba triste y lo trataba de ocultar con uno de molestia —¿Porqué simplemente no se largan? —antes de que pudiéramos responder me señaló con su dedo, apartando su mirada de nosotros —Excepto tú, tú quédate.

—¿Yo...? —pregunté confundida y nerviosa.

Mina y Kaminari se apresuraron a empujarme dentro de la habitación para salir y cerraron la puerta detrás de mi.

Me quedé parada en la puerta, no sabía si debía acercarme o simplemente esperar a que él dijera algo.

—Oye, no muerdo.

Asentí, aún con mis nervios de punta  me acerqué a él para sentarme a su lado.

—B-bakugou... no sé qué tengas pero t-talvez puedo ayudarte, no prometo que sea algo tan efectivo como los métodos o las palabras de Kirishima pues él te conoce mejor que nadie además de que tú confías en él, después de todo es tu amigo y yo... b-bueno, no hemos hablado mucho desde que inició este año escolar pero espero poder ayudar de alguna forma... —finalicé, hablé tan rápido que dudo que me haya entendido una palabra.

Se giró a verme, había algunas ojeras debajo de sus ojos rojos, se notaba bastante cansado.

Movió lentamente su mano e hizo un suave roce con la mía.

Esto... ¿es lo que pienso?

—Con tu sola presencia ayudas. —noté la vergüenza en su rostro, solo por un momento pues volvió a apartarlo, evitándome que lo viera.

Suspiré.

—De acuerdo, me quedaré el tiempo que necesites... —tomé su mano y entrelacé nuestros dedos.

Suspiró y le dió un apretón a mi mano, después recargó su cabeza en mi hombro, su cabello me picaba un poco pero por ahora quiero procurar su comodidad.

—Me siento cansado... —susurró, me limité a escucharlo atentamente —de mi, de esta actitud de mierda que tengo.

—Bakugou- —fui interrumpida por él.

—_____ —levantó su cabeza para verme a los ojos —Dime, ¿cuántas veces no te traté mal? —si, han sido bastantes.

—Eso no es lo que importa ahora...

—Si ese trato le doy a mi novia, ¿Qué clase de persona soy?.

Creí que había olvidado que soy su novia...

—Tengo miedo —dijo después se unos segundos —tengo miedo de perder a las personas que me importan, que se alejen de mi por como soy, por como les trato.

Su cabeza estaba baja, sus palabras eran graves sollozos y eso me hacía sentir terriblemente mal.

—No seas tonto... —lo tomé del mentón y lo hice verme a los ojos —No vas a perdernos, hemos estado contigo desde hace 3 años ¿no crees que si fuese ese el caso, no nos hubiéramos alejado ya? Te queremos, Kats, y estaremos contigo durante el tiempo que nos lo permitas... —limpié unas pequeñas lagrimas de sus mejillas.

Espero que mis palabras sirvan, el que se encarga de estos casos es Kirishima, pero salió a casa porque su madre le llamó.

—______... —no aportó su mirada de mi, sus ojos se cristalizaban —perdón por ser un mal novio, te mereces alguien mejor... nisiquiera he sido tu novio durante estos 3 años.

Suspiré y llevé mis dos manos a sus mejillas.

—Tranquilo... —lo acerqué un poco a mi —así te amo, tonto.

Y entonces lo besé, se sorprendió un poco pero no tardó en corresponderme el beso. A comparación de las otras veces que me ha besado, en esta ocasión el beso se mantiene calmado, por primera vez disfruto verdaderamente de sus labios, tan suaves que me hacen enloquecer.

—También te amo, pato. —me abrazó dejando sus manos en mi espalda, pegándome más a él.

Me empujó un poco para para cayera de espaldas a la cama y él sobre mi, continuando con nuestro suave beso.

Acaricié su cuello y él más mejillas.

—Mierda, te amo muchísimo —gruñó sobre mis labios y me dió una suave mordida en el labio.

—Te creo. —le dí un pequeño beso y nos separamos.

Se dejó caer a mi lado y nos cubrió con su sábana.

—Duerme conmigo, solo por esta noche... —se dejó caer en mi pecho.

—Está bien, me quedaré aquí...

Acaricié su cabello durante unos minutos y no tardó en dormirse.