Sin Oprobio

50

Giana y Thor se acercaron alegremente hacia James.

- Thor me compró un helado de coco. - Giana le mostró a James. - Quieres?

- Sí quiero, mi amor.

Ella le acercó su cucharilla a la boca y le dió helado. Luego, Thor repitió la misma acción.

- Yo también quiero darte helado. - rió.

James sacó su dedo de el medio y se lo dedicó. Posteriormente, Giana se alejó de ellos por un par de minutos. Y James miró fijamente a su amigo.

- Qué? - dijo Thor.

- Te gusta Giana?

- Estamos en el siglo veintiuno, a quién no le gusta Giana?

James volteó los ojos. - No te le acerques.

- Vamos. - Steve se acercó a ellos. - No es culpa de Giana ser un sueño.

- Tú tampoco te le acer...

- Tú ya lo sabías.

- James ya sabía qué? - dijo Giana.

Steve miró a James y a Thor fijamente. - James está celoso.

- Ya lo sé. - dijo ella sonriendo.

- Y no quiere que nos acerquemos a ti.

- Porqué? - Giana miró a James. - Crees que no puedo con ustedes tres?

Thor y Steve hicieron una pequeña ovación. James miró fijo a Giana y suspiró pesadamente.

- Haces conmigo lo que te da la gana.

- Y lo seguiré haciendo, Buchanan. - espetó.

Él se relamió los labios, Giana lo tomó de la mano e hizo que la acompañara hacia adentro de la cabaña. Ya adentro, se dirigieron a la habitación de ellos.

Al entrar en la habitación, James la empujó contra la pared, la acorraló con sus brazos y acercó su rostro al de ella; Giana simplemente, soltó una pequeña risa.

- No me da risa, Giana.

- A mi si. Nunca te había visto tan posesivo, James.

- Estoy frustrado.

Giana tomó la mano de James y la colocó en su entrepierna. - Es por esto?

Él respiró pesadamente y asintió. Giana sonrió. Era su momento perfecto de provocarlo y sabía que disfrutaría el resultado.

- Ya lo tendrás, pero no ahora.

- Créeme que estoy dispuesto a pagar más de un millón de dólares, por ti.

- Dónde quedará tu palabra?

Él cerró sus ojos y suspiró pesadamente.

- Sólo faltan pocos días.

- Está bien. - la miró fijamente.