El conjunto de vivencias colorean tu corazón hasta alcanzar una gama determinada, el cual, definirá todos tus pensamientos, sentimientos y preferencias. Para poder comprender el color, debemos entender de dónde proviene.
¿Qué es lo que reside en el...
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Temática: Familiar, Fluff
Pareja: Sin Parejas
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Cuando Jinbe despertó en su cama le tomó unos minutos a su adormecido cerebro darse cuenta de que era su cumpleaños.
El día anterior habían atracado en una tranquila isla otoña para celebrar el cumpleaños de Usopp. La fiesta en nombre del francotirador de la tripulación fue muy animada y se había terminado alargando hasta el amanecer, comiendo y bebiendo hasta que todos cayeron rendidos, por lo que no le sorprendería que la tripulación se despertase hasta bien entrada la tarde y después se pusieran a reponer todas las provisiones que gastaron durante su festejo.
Ni siquiera se sentía triste o molesto ante la idea de no tener su propia celebración; él mejor que nadie comprendía que la vida en el mar podía llegar a ser muy dura y no podían darse el lujo de tener dos fiestas seguidas como la de la noche anterior. Que sus amigos estuvieran a su lado y poder seguir viajando junto a ellos en el Thousand Sunny era más que suficiente.
Con algo de pereza se levantó de su cama. Observó a su alrededor viendo a sus compañeros dormidos: Zoro se encontraba roncando fuertemente mientras abrazaba a Chopper como si de un peluche se tratase. Por otro lado, Usopp estaba siendo abrazado por Luffy mientras ambos dormían en el suelo, como si se hubieran caído de la cama durante la noche y no se hubieran percatado. Le sorprendió un poco no encontrar a Franky, Sanji ni a Brook, pero supuso que simplemente se habían dormido en algún otro lugar del barco.
Con cuidado de no pisar a sus amigos que dormían en el suelo, salió de la habitación de los hombres y se fue en dirección a la cocina en busca de un poco de agua para su garganta reseca.
Entró bostezando, siendo recibido por el calor proveniente del horno y un dulce olor que inundaba el ambiente. Se sorprendió cuando observó la cocina pues la mitad de la mesa estaba repleta de comida y, en medio de la barra, había un enorme pastel de cinco pisos que se encontraba siendo glaseado por Sanji. En cuanto escuchó la puerta abrirse, el cocinero apartó la vista del postre y miró a Jinbe con sorpresa durante unos instantes antes de fruncir su ceño.
—Despiertas temprano —dijo con algo de molestia en su voz. El gyojin ya estaba acostumbrado a lo brusco que podía ser el cocinero al tratar con los hombres de la tripulación, así que no le tomó importancia.
