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Fin de semana

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Fin de semana.. uff, por fin el preciado y necesitado fin de semana había llegado y cierta criatura con un sol en la cabeza estaba arrastrando por las patas traseras a un perezoso y dormilón tigre.

–Pesas.. de..masiado..— Taehyung dijo mientras se dirigían a la bañera.

Sonido de garras dañar la madera del suelo lastimaron los oídos de Taehyung, haciendo que frunciera el ceño.

–¡Jeon Jungkook, déja de hacer eso!— Taehyung pidió doblando hacia el cuarto de baño.

El tigre rugió, un rugido de completo sufrimiento y decepción, dándole al rubio una mirada de completo dolor cuando le observó llenar la tina con agua refrescante.

–¡Debes ducharte, gatote sucio! ¡sólo mírate! ¡tus patas son cafés de lo sucias que están!— Señaló Taehyung.

Éste no mentía, horas antes, una deliciosa lluvia vino a crear el peor del lodo, sacando el lado juguetón de Jungkook y pues.. ahí lo tienen, un tigre lleno de barro sin ganas de querer ducharse.

–Meeeeeooowww..~— Maulló de dolor del tigre.

–Nada de meow, jovencito, te ducharás.— Taehyung dijo completamente decidido y lo tomó de las patas delanteras, así metiéndole a la tina de poco en poco.

Jungkook dejó de quejarse y Taehyung comenzó a enjuagarle primeramente, lucía concentrado en dejar limpio a su minino gigante y el tigre realmente se dejó hacer por él, pues sus ojitos brillaban de una manera que le cautivaban demasiado, y por ver ello implicaba dejarse mojar y aromatizar por cabeza de sol.

–¡Luces tan felíz en la ducha,Kookie!~— Musitó Taehyung contento, mostrando su sonrisita cuadrada y formando en finas líneas sus ojitos gracias a su media luna perlada, pasando ahora la espuma del shampoo en su pelaje.

El tigre ahora tenía una expresión de completa amargura, observando con incredulidad al pequeño chico felíz.

–Me lo vas a agradecer, serás un tigre completamente oloroso y abrazable por mí.— Dijo Taehyung arrugando su naricita tiernamente.

Jungkook levantó sus orejas al oír aquéllo ¿ser abrazado muchas veces por cabeza de sol? ¡joder! ¡Dúchenme en aromatizantes ahora putas mismo! Pensó el tigre con sus ojos brillosos.

El tigre amaba los abrazos de Taehyung, porque en ellos se sentía un minino completamente consentido por su dueño, además, el calor de cabeza de sol para él era algo acogedor, una segunda casa, un lugar donde podría dormitar horas y horas. Y Jungkook, por más que sea muy orgulloso y rudo, amaba los abrazos, más si venían de Kim Taehyung. Las pequeñas manitos del rubio parecían nubes sobre su cuerpo felino, siendo tan suaves y relajadoras a la vez, un tacto tan dulce como la miel, un pequeño ronroneo escapó del tigre, haciendo sonreír al chico.

ᴛɪɢʀᴇDonde viven las historias. Descúbrelo ahora