𝐃𝐨𝐬

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Myoui Mina, una jóven japonesa viviendo en Corea con su familia. Casada con un hombre millonario y atractivo, amable y a la vez manipulador, en casos peores; golpeador.

Él siempre le dice que cambiará y que está arrepentido, pero nadie cambia de la noche a la mañana. Mina solo se casó con Park JaeHo por complacer a sus chantajistas padres.

Pero claro, tenía esa obligación de casarse porque así es lo natural y normal. El hombre es el genial y la mujer no, en fin, sociedad.

Olvidé comentar que... Mina es sumamente religiosa. Iba a la iglesia del padresito KyungSoo para pedirle a Dios que le dé una mejor vida, el verdadero amor llegue a su vida y listo.

La japonesa estaba en su domicilio, terminando de preparar la comida ya que en pocos minutos su esposo llegaría hambriento.

El plato de comida ya estaba puesto en la mesa, sacó una fina copa de cristal junto con un vino tinto muy caro y lo sirvió en su recipiente correspondiente.

Sharon:Se vuelve una rutina...

Jae:¡Mina! Ya llegué y muero de hambre!

Sharon:Siéntate, la comida está lista (Sonríe)

Su esposo dejó su maletín de lado y se sentó en la mesa, todo estaba perfectamente acomodado y bien hecho, tanto como a él le gustaba.

Sharon:¿Qué tal el fue en el trabajo, amor?

Jae:Cansado, los empleados nuevos hacen todo revuelto. Tuve que guiarlos a cada uno para que hicieran su trabajo bien

Sharon:¿Irás a dormir? Es que... Iré unas horas a la iglesia, ¿Puedo ir?

Jae:Sí, pero cuidadito dónde te vea de fácil con otros hombres. Vas muy provocativa, cámbiate

Sharon:Claro!

No se enojen, solo es un fanfic y además así más o menos eran esos años.

La japonesa no se atrevía ni se atreverá a contradecir las palabras de su esposo, así eran las cosas, porque #sociedadyavecesreligion

Comieron tranquilamente, contando algunas anécdotas y pasándola bien. JaeHo se fue a dormir, ella cambió su ropa, optó por un vestido para nada revelador.

Salió de casa, para dirigirse a la iglesia del padresito Kyung. Era un buen padre y amigo, le aconsejaba y eso, cosas de amigos.

Al cabo de unos minutos, estaba frente a esa gran iglesia.

Kyung:¡Sharon! Me da gusto verte, ¿Confesar o hablar con Dios?

Sharon:Lo mismo de siempre, hablar con Dios. Tengo mucho que contarle (Ríe)

Kyung:(Ríe) ¡Qué bien! Él siempre te escuchará. Si necesitas algo, estaré limpiando el viacrucis

𝑷𝒐𝒗:𝑺𝒉𝒂𝒓𝒐𝒏

De alguna manera, siento que Dios me escucha. No suelo pedirle mucho, solo le pido que el amor llegue a mí. No me importa el dinero, los lujos o su clase social!

Solo importa que me quiera sinceramente y yo amarlo con mi corazón. Me casé con mi actual esposo por complacer a mi familia, cosa que ahora me arrepiento...

Sharon:¿Tienes algo preparado para mí? Sabes que no te pido mucho, solo felicidad y amor...

Espero sea así, quizás tienen planes para mí. Dios es alguien bueno, me gusta hablar con él y pasar tiempo en la iglesia.

𝑷𝒆𝒓𝒔𝒐𝒏𝒂 𝒄𝒐𝒓𝒓𝒆𝒄𝒕𝒂, 𝒕𝒊𝒆𝒎𝒑𝒐 𝒆𝒒𝒖𝒊𝒗𝒐𝒄𝒂𝒅𝒐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora