Prólogo

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La luz del brillante sol se colaba por unos pequeños agujeros de una cortina en la ventana, logrando molestar al somnoliento chico que con cansancio se levantaba y estiraba, sabiendo que comenzaba un nuevo día. Bostezó mientras caminaba descalzo por el frío suelo de su habitación, quejándose mentalmente de no haberse puesto las pantuflas antes.

— Buenos días, 5.0.5 - Dijo el chico dando palmaditas en el suave pelaje del oso azul, este despertando lentamente y estirándose, como si estuviera imitando a su padre.

— Baw - Gruñó de forma amistosa.

El castaño sonrió dirigiéndose al baño, al llegar se miró al espejo suspirando, preguntándose cuál sería el día en que no viera su espantosa cara, por eso se ponía la bolsa, por su nula autoestima y por algo más. Se cepilló los dientes, se bañó, se peinó y por último pero muy importante, se puso la bolsa, salió de ahí dándose los arreglos finales, riendo bajito de lo tonto que se veía arreglándose, ya que nadie lo notaría después de todo.

— Hora de hacer el desayuno antes que el jefecito se despierte - Diciendo esto empezó a caminar por los oscuros pasillos de la mansión, con la meta de llegar a la cocina.

Después de un corto tiempo de preparación, el desayuno estaba listo, no era tan difícil ni tardado. Lo que iba a ser difícil era conquistar el exigente paladar del demonio, pues este tenía un estricto régimen de que y como comía, sin embargo, el Doctor sabía cómo complacer esos estándares tan altos.

— Bien, ya está todo - Sirvió cuatro platos al rededor de la gran mesa, uno diferente para Black Hat obviamente, no sé conformaría con una cosa tan sencilla como-

— !Panqueques y frutas! - Exactamente, había llegado la chica de cabello verde haciendo su típico desastre.

— ¡Demencia! Detente ahora mismo ¡Está por venir Lord Black Hat! - La perseguía tratando de calmarla, se veía exaltado.

Una risa malévola salió de la nada, inundando la sala de penumbra y asustando a Flug, mientras que Demencia solo esperaba que su "amorcito" saliera de dónde estaba.

— ¿Tan temprano con sus estragos Doctor Flug? - Salió una enorme sombra rodeada de una especie de fuego verde. - Bien sabe usted que no me gusta el ruido en las mañanas.

— ¡A-Ay, Jefecito chulo le juro que no fue mi intención! ¡Fue Demencia!

— Solo fue un poquito de ruido, bombón, no hay nada de que preocuparse — Soltó la chica con un intento de tono seductor.

— Ugh - se sentó en la silla cansado. - ¿Que es esto, Flug?

— E-Es carne de héroe asado, como a usted le gusta señor...

El villano volteó a ver la jugosa carne en el plato, juzgando con la mirada cada detallito que pudiera delatar al Doctor, todo con tal de buscar fallas para gritarle y reprocharle que había hecho mal, pero este no era el caso, todo estaba bien. El de sombrero suspiró con una pizca de molestia y decidió probar el platillo, buscando algo para corregir, algo para dañar, algo para gritarle al chico, tragó la comida decepcionado, estaba perfecto y eso le enojaba demasiado, tal vez lo estaba pensando mucho, pero el era así.

— Flug... - Habló el hombre, mirando al sujeto con unos ojos indescifrables.

— ¿S-Si, jefecito?

— Esa porquería está seca - Se levantó de la silla y se fue.

El científico miró el suelo decepcionado, veía que su esfuerzo no daba frutos, Demencia se acercó a él dándole palmadas en su espalda.

— Ánimo, vamos a comer - Sonrió la iguana y se sentó.

— Claro - Aún si sonreía no se le notaría por su bolsa, así que solo tenía una expresión larga.

Los tres se quedaron comiendo, platicando, jugando y riendo entre si, mientras que el ensombrerado estaba enojado en su oficina, tratando de no notar el cambio del Doctor Flug, esperando que no sea lo que él piensa que es, esperando a que solo sea una mala pasada de su mente, esperando que en verdad no sea eso... Que Flug no se haya enamorado de el.

Amor u Odio PaperHat (actualizado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora