Capítulo 32

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POV. Stiles:

Es un asco el coma, la vida de los demás sigue y tu te quedas en una especie de limbo, ni vivo ni muerto y no del tipo genial como un vampiro.

Desperté tras un año inconsciente, todos lloraron como bebés al enterarse la noticia, Adam casi se entra en coma al verme abrir los ojos, lo cual sería algo irónico ahora que lo pienso.

Mi padre y Peter, me asombraron contándome la noticia de que ahora son pareja, o bueno más que contarme el beso de alegría que se dieron al verme fue un shock para mi, sumado a ello el bebé que papá tenía en sus brazos y que pensé era mi hijo terminó siendo mi hermanito Miguel, sino fuera porque preocuparía a todos, hubiera fingido un desmayo.

¿Cuándo se embarazo? ¿Por qué no me lo dijo? Hubiéramos sido compadres de embarazo, con un padre e hijo esperando bebés los periódicos nos hubieran amado

Me encontraba rodeado de mis seres amados, todos se peleaban por ponerme al día con las noticias.

Al parecer a los pocos días de mi año sabático, Isaac se convirtió en la niñera de mis pequeños, y con eso incluyo a los tres traviesos hijos de Adam.

Aunque Camden estuvo en cuidados intensivos unos meses, cuando Adam lo llevó a mis brazos junto a su hermana se veía fuerte y saludable, ni que decir de Claudia, un hermoso niño humano y una preciosa niña loba, pelo castaño en la pequeña y  unos ojos marrones iguales a los míos, lunares adornando su rostro, Camden por otro lado tenía ojos verdes y cabello azabache igual a aquel donante de esperma.

También tenía uno que otro lunar que me hizo soltar un suspiro, así podría evitar que Peter bromeara con que era una especie de fotocopiadora.

Ariana, como si quisiera avergonzarlo, me contó como Adam venía cada día durante horas, me tomaba la mano y no me soltaba hasta que tuviera que irse dejándome un beso de despedida,  siempre  acompañado de los pequeños, quería que Camden y Claudia me reconocieran como su mamá, en especial Claudia que al ser una loba el olor y el lazo que tenía con su progenitor la ayudaba a fortalecerse.

Jackson acompañó a Isaac, durante todo el trayecto, confortándolo, animándolo, y acompañándolo cada noche de pesadillas, cuando me lo pidieron les di mi bendición para que fueran pareja, cosa que me gustó porque me hizo sentir importante.

Aunque innecesaria a mi parecer, en primer lugar, porque todos deberíamos tener el derecho de ejercer nuestra libertad afectiva saliendo con quien nos de la gana, y en segunda porque era obvio que ellos ya cogieron y no necesito ser lobo para saberlo.

Al menos puedo sonreír como madre orgullosa, todavía no tienen bebés, lo que no me vuelve abuelo joven, le ordené con toda la frescura e hipocresía del mundo a Isaac y Jackson que siempre usen protección porque tienen que centrarse en sus estudios.

Malia sorprendentemente soltó un par de lagrimas, las limpio disimuladamente y me abrazó.

Todos ya habían terminado la preparatoria, ingresaron a la universidad, con tanto cerebrito como Natasha y Loki, quienes sirvieron de tutores para esos tres no fue sorpresa que lo lograran.

Pero les doy mis aplausos igualmente, en especial a Malia, a quien cuando dejó de ser la Tarzán del bosque de Beacon tuve que enseñarle la tabla de multiplicar y a Jackson, quien ni siquiera sabia que un león de montaña y un puma eran lo mismo, y él no tiene la excusa de haber estado transformado en coyote desde su niñez. 

Tras unos días de exámenes de rutina y de horrible comida insípida pero saludable, pude volver a la normalidad.

Normalidad que incluía hombres lobo, hombres embarazados, otras diversas criaturas sobrenaturales y muchos homosexuales pero curiosamente lo que más me sorprendía era estar con un hombre rico y ahora vivir en una mansión.

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⏰ Última actualización: Feb 01 ⏰

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