Arrodillado en el césped sintiendo el aire fresco a primera hora de la mañana, le daba paz hablar con sus "queridas" así les decía a los jazmines que cuidaba y regaba siempre, últimamente no era muy paciente pero con ellas hablaba como si se tratase de un familiar o amigo.
Se levantó y sacudió sus jeans listo para entrar a su hogar cuando escuchó el sonido de unas tijeras, se dió la vuelta para quedar en asombro de lo que lo que su odioso vecino le estaba haciendo a su hermoso sauce plateado.
–¿Qué demonios crees que haces? –Kim se detuvo y con una sonrisa maliciosa, bajó de las escaleras que utilizaba para realizar dicho acto cruel.
–Gulf buenos días. Estoy cumpliendo lo que te advertí. Dije que si no limpiabas las hojas de tu asqueroso árbol lo iba a cortar–empuñando las manos y apretando la mandíbula Gulf caminó hacia Kim dispuesto a dejarlo sin dientes y sin brazos, pero una mano en su hombro lo detuvo.
–Kim no creo que sea necesario quitar las ramas, te aseguro que voy a quitar las hojas de tu patio. Me disculpo por las molestias. –asombrado de lo que su esposo acaba de decir iba a protestar pero su cónyuge le hizo un gesto con la cabeza de "no quiero problemas".
–¡Bien! Por lo menos alguien tiene cerebro. Estaré esperando que limpies mi jardín lo más pronto posible esas hojas estorban mi hora de meditación –dijo Kim, para luego irse y cerrar la barandilla por dónde había entrado.
–¡¿Por qué me detuviste, Mew?!
–Te conozco Gulf, no mides tus actos, eres impulsivo y ese hombre hubiera terminado en el hospital —decía serenamente mientras entraba a la casa dejando atrás a un Gulf enojado.
–No me dejes hablando solo, odio cuando haces eso–lo siguió adentro.
–Por favor Gulf, no quiero discutir –se quejó Mew, acomodándose en el sofá y prendiendo la televisión.
– Y... ¿Crees que yo quiero discutir? no puedo entender que le dieras la razón al pedazo de m..
–¡Gulf! –gritó– en verdad quiero tener una agradable mañana, suficiente con Kim para escuchar tus malditas quejas. –Agarro el control remoto y subió al máximo el volumen del televisor estableciendo que no escucharía más.
El contrario se fue a su habitación enojado, con ganas de lanzarle algo pesado al odioso de Kim e interrumpir su falsa meditación.
En verdad Kim solo meditaba para llamar la atención de la vecina de enfrente, que también hacía lo mismo en su jardín. No era para mantenerse en armonía o conectar sus chakras, eso era lo que menos representaba Kim cuando hablaba.
Gulf suspiro agobiado, Kim no era el problema mayor, aquí el dilema viene desde hace cuatro meses.
Ellos llevan casados un año, todo ese tiempo fue miel sobre hojuelas, después se mudaron a la preciosa preciosa Villa Steel, quedaba cerca del trabajo de la pareja, la casa era para una familia grande, de cuatro habitaciones, una sala, cocina sala de juegos, sótano, garaje y un jardín con valla. Perfecta para vivir y tener hijos aunque lo último estaba costando bastante.
Primera razón por la cual iniciaron las peleas, el trabajo de Mew le estaba exigiendo más por los nuevos proyectos de construcción y Gulf era asistente del jefe de la compañía de cerámica, eso los absorbía y no había tiempo para ellos.
Segunda razón, el jefe de Gulf lo abarcaba mucho con la excusa del trabajo, salía tarde y Mew siempre lo recogía en la casa de su jefe. Eso a Mew no le pareció, los días siguientes fueron de celos, reclamos agregando los cambios de humor que tenía Gulf.
Gulf se tapó el rostro con las manos, su aniversario se acercaba y no quería que fuera todo el tiempo así. Ya ni siquiera se abrazaban o besaban como antes, desde hace dos meses.
Tuvo una idea pero pediría ayuda de su hermano mayor Saint, le daría un regalo a Mew y sabría que no rechazaría, los dos necesitaban un tiempo a solas. Era tiempo de dejar a un lado su trabajo y recuperar su matrimonio.
Agarró el teléfono y marcó el número de su hermano.
–¿Diga?–contestaron del otro lado de la línea.
–Saint necesito un favor–pidió con esperanza de que todo irá bien.
Su aniversario llegó, ese día se concentró en no irritarse, se levantó, sin hacer mayor ruido, Mew aún dormía, así que se aventuro a la cocina para preparar un desayuno de los que les gustaban a Mew, anteriormente no había podido porque se iba temprano, pero hoy era diferente, pidió sus vacaciones puesto que le tenía una sorpresa a su esposo, sirvió el desayuno en el comedor, vio bajar a Mew con su habitual traje negro de trabajo, que lo hacía verse imponente y serio. Gulf se mordió el labio recordando que en algunas ocasiones cuando llegaba del trabajo él aflojaba su corbata, desabotonando su camisa, metiendo las manos entre sus pectorales para besar y disfrutar de una noche llena pasión, con Mew hundiéndose dentro de él.–Buen día –saludo Mew, sacándolo de los recuerdos calientes de su mente.
–Buenos días, hice el desayuno.
–Que sorpresa, pero debo irme, es tarde.–dijo con indiferencia saliendo de la casa.
Gulf sintió una punzada de dolor en el pecho, por el tono frío en que le habló su esposo. Pero también se molestó y tiró la comida al fregadero, decidió que ya no tenía hambre. Respiró hondo repitiendo que no debía alterarse, jalo sus llaves y salió a buscar lo que necesitaba.
Al regreso dejó las bolsas de compras en la habitación, se cambió colocándose una camisa celeste de botones que se ajustaba a su cuerpo, pantalones blancos que hacían resaltar sus glúteos. Terminó y salió de la casa rumbo al trabajo de Mew para darle su regalo de aniversario y recuperar todo el tiempo que no han estado juntos. Aunque tendría que arreglar primero lo del trabajo de Mew, se detuvo a pensar que era muy precipitado ni siquiera sabía si su esposo aceptaría y tomaría las vacaciones junto a él.
Saint había conseguido un lugar para que viajaran e hizo reservaciones en un hotel en dónde podrían relajarse y pasar su aniversario. Pero ya iba en camino, así que tomaría el riesgo.
Cuando llegó al edificio dejó el auto en el estacionamiento y subió al tercer piso donde se encontraba trabajando su esposo, pero lo que encontró no se lo esperaba.
Vio a Mew besando a una de sus compañeras de trabajo, las lágrimas brotaron, su corazón se llenó de dolor, pero el mismo sintió ira. Antes de que Mew lo viera se encaminó hacia el ascensor.
Escucho a Mew llamarlo detrás de él, pero no sé detuvo, no quería hablar, no quería explicaciones, si quería gritarle unas cuantas cosas a Mew y dejar sin cabellos a la maldita que estaba con él. Pero no serviría de nada, confiaba en su esposo, sabía que tenían problemas pero jamás pensó que le sería infiel.
Se aventuró a la calle y tomó un taxi, no se arriesgaría a manejar con la vista llena de lágrimas, el recuerdo dolía hasta la médula.
💌Hola. Quería publicar este capítulo para celebrar que ya mero empezamos año nuevo.
Espero le den una oportunidad a esta historia. Sin nada más me despido. Cuidense 🧙🏻♀️🐳
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El viaje (MewGulf)
FanfictionGulf ha encontrado a su esposo siendo infiel, mientras su corazón se repara o intenta asimilar todo, decide que no quiere ver a su esposo, por temor a lo que le vaya a decir, entonces decide viajar con su hermano quien es su mejor amigo, creyendo q...