Perdonen la demora chicos,
aquí hay una nueva parte.
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De pronto estaba caminando entre muchas personas en una linda feria al estilo norteamericano, pero en un instante noté que no estaba sola, era un chico, quizás menor o quizás de mi edad, pero lucía muy tierno, nada parecido a mi tipo de chicos ideal, no era más alto que yo, ni tenía musculatura, pero por alguna razón me sentía caliente, y quería molestarlo un poco, así que tomé su mano y lo dirigí hasta la parte trasera de una casa del terror que parecía desolada.
En cuanto llegamos lo acorralé contra la pared y comencé a besarlo de la forma más intensa que pude, usando mi lengua desde el comienzo, retorciendo la suya contra la mía. Luego mordiendo sus labios y gimiendo contra ellos, aquel chico estaba tan tímido que hizo que me sintiera tan dominante - lo que era nuevo para mí - y quise aprovechar, así que lo empujé hacia una silla, cayendo sentado y luego me acerqué lentamente hacia él, moviendo mis caderas lo más sensual posible, intentando darle una pista de lo siguiente que haría.
Notaba que estaba algo asustado así que tranquilamente me subí sobre su regazo, con mis piernas a los lados y lo más pegado a su entrepierna. Él lo notó, bajando su vista a nuestras entrepiernas quedándose así por un segundo que me molestó así que tomé su mentón y lo subí, para dirigirlo a mi boca nuevamente siguiendo con el beso, pero con más fuerza, más ansias, más saliva, más sonidos, más mordidas, más todo. Todo lo que fuera posible para excitarlo. Y cuando sentí que estaba despertando su amigo comencé a moverme, agitando mis caderas primero de forma circular lentamente y separando mis labios de los suyos, ahora yendo a su cuello besando y mordiendo levemente su piel, jalando suavemente y luego pasando mi lengua lentamente por el pequeño lugar donde mordí, cambiando de lugar yendo a su mandíbula y ahí hice un camino con mi lengua hasta su oreja luego mordiendo levemente el lateral para luego susurrarle
- Me gusta usar mucho mi boca ¿A ti te gusta?
Él solo se quedo callado, y esto me molestó así que mis caderas intensificaron su trabajo ahora yendo de adelante hacia atrás con una leve curva, mi mano yendo a su rostro cerca a su boca e hice que me mirara a los ojos
- Te pregunté algo, responde niño.
Luego tomé sus manos; una la puse en mi trasero comenzando a amasar mi propio trasero con mi mano encima guiándolo y la otra la puse en mi pecho esperando que hiciera algo él solo pero solo se quedaba quieto así que bajé las tiras de mi polo y desabroché mi bra.
- Chupa.
Fue lo único que dije y él obedeció dándolo todo, absorbía mi pecho y lo succionaba como si no hubiera un mañana y en el otro sus dedos piñizcaban mis pezones, me gustó tanto que comencé a gemir tan alto que podía escucharme a mi misma bajé mi rostro y cariñé su cabello
- Que buen niño, sigue así y te recompensaré muy bien
Y este mordió mi pezón sin previo aviso y solté un pequeño gruñido gustándome mucho y mis caderas comenzaron a subir ahora arrastrando la última parte del movimiento ahora mucho más rápido y fuerte ya que había encontrado el lugar exacto en el que me gustaba como se sentía, ya podía sentir su gran pene totalmente despierto y dispuesto para mí, poco después paré cuando este comenzó a gemir más fuerte y él mismo movía levemente sus caderas haciendo que los choques de nuestras pelvis sean más placenteras y mojando más mis bragas, solo me paré y me agaché para desabrochar su cierre poniendo descaradamente mis pechos en su rostro, me reincorporé y me quité las bragas por debajo de mi falda, luego me di la vuelta y con la vista hacia mi trasero me senté sobre él introduciendo su erección venosa y dura dentro de mi vagina, sintiendo como mi lubricación escurría por mis piernas y caía sobre su pelvis, sintiendo dolor levemente por el gran tamaño que expandía mis paredes, cuando sentí que su punta estaba rozando mi fondo solo me di un sentón rápido y fuerte queriendo poder llegar al final de una buena vez, me quedé quieta aun acostumbrándome al tamaño pero él pasó sus manos desde atrás hacia mis pechos comenzando a amasarlos y a jugar con estos, quité su mano derecha y la puse en mi clítoris, tomé dos de sus dedos y comencé a moverlo en mi clítoris de manera lenta y suave.
- No seas brusco por que si me duele me paro y me voy
Y comencé a moverlo más rápido pero no haciendo tanta presión sobre ese lugar, primero en forma de circulo, luego de arriba a abajo y luego mostrándole un pequeño truco
- Separa levemente tus dedos, dejando el clítoris en medio y suavemente aprieta y suelta
Cuando lo hizo solté un fuerte suspiro de lo bien que lo había hecho, él no necesito que le dijera más y solo comenzó a mover sus dedos de la forma en que le había enseñado, combinando todo lo anterior, variando en velocidades y fuerzas sin exagerar, así que como recompensa comencé a meter y sacar su polla, saltando sobre él, sintiendo su cabeza chocar bruscamente contra el fondo de mi vagina haciendo que gimiera tan alto por el doble estímulo que tenía en ambas partes, nuestras pieles chocando sonaban tan bien y tan fuerte que casi podía sentir el ardor en mi trasero de lo rojo de seguramente debía estar, comencé a cambiar de movimientos hasta que ya no podía, sentía mi sudor correr por mis sienes, el aire me faltaba y sentía el rostro caliente, toda la baba cayendo por la comisura de mis labios, mis pechos rebotando descaradamente a punto de llegar al clímax, y gracias a dios él pudo ayudarme, tomó mis caderas inmovilizándolas en el aire y el comenzó a entrar y salir de mí, embistiendo mi interior dándome tan duro que me hacia arquear la espalda y botar mi cabeza hacia atrás de lo rico que estaba sintiendo, cuando al fin sentí mis piernas temblar y mi interior apretarse le avisé que estaba apunto de venirme y con un gruñido el me respondió haciéndome saber que también estaba cerca, solo bastaron unos cuantos empujes más dentro de mi y terminé teniendo el mejor orgasmo que había jamás había tenido.
Abrí mis ojos ahora encontrándome en mi habitación ya siendo de mañana, sintiendo mis piernas húmedas por mi lubricación debido a mi sueño y, dios, me sentía tan caliente que bajé mi mano hasta mi ropa interior, entrando bajo esta y hasta la parte de atrás, tocando mi lubricación que había llegado hasta mi trasero y solo subí lentamente y volví a bajar, de arriba hacia abajo por mis labios-
Mejor lo cuento en mi siguiente capítulo, ¿qué les parece?
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Cómo les digo que me masturbé dos veces mientras escribía este cap?
Si quieren les puedo contar sobre eso también, dejenlo en los comentarios si quieren que lo haga.
Los quieroo hasta la siguiente semana.
