Capítulo 22: Agridulces Pensamientos

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D: ¡T/N!
-¡Deku!

Fuiste apresurada a la puerta para abrirla y encontrarte con el dulce rostro del peli verde

-¡Hola! Que sorpresa
D: Espero no haberte interrumpido, veo que tienes algunos cuadernos allí y-
-Oh nono, ya iba a guardarlos... Es que Momo me dió los apuntes de hoy para ponerme al día, ya sabes, aunque probablemente tenga que recibir clases extra
D: Si, es probable jaja

El peli verde apoyó la mano en su nuca algo nervioso. Unos minutos antes de atreverse a tocar la puerta estaba en el pasillo tratando de darse fuerzas para ir a visitar a su querida "amiga".

Los dos se quedaron mirando unos segundos embobados, aunque claramente ninguno se percató de eso

-¡Oh! Disculpa, seguramente quieres pasar *risa nerviosa*
D: S-solo si no te molesta
-Por supuesto que no, pasa

El pecoso entró algo indeciso y se quedó de pie, ya que no quería sentarse en tu cama, lo ponía nervioso y aparte era de mala educación, tú estabas en la silla de rodines

-¿Qué haces ahí parado? Siéntate
D: ¿Donde?
-Pues en mi cama

Señalaste tu cama, a lo que el chico asintió algo nervioso, nunca se había siquiera acercado a la habitación de una chica, aunque bueno eso había cambiado con la llegada de los dormitorios.
El chico apoyó su trasero en la suave cama, y aunque se sintió algo sucio, se dejó llevar

-Jajaja tú reacción, parece como si nunca te hubieras sentado en la cama de alguien

En realidad no.

-¿O tal vez es de mala educación aquí en Japón? Si es así lo siento, no lo sabía, tengo muchas cosas que aprender
D: N-no es de mala educación, bueno, solo si recibes el consentimiento
-Oh, entonces todo bien jaja

Mientras guardabas los cuadernos en su lugar, Deku no dejaba de mirarte, y aunque sabía que era peligroso no le importó mucho, es que no podía evitarlo

-¿Quieres galletas? Tengo unas en mi armario, ¡pero no se lo digas a nadie! Luego me regañan... o me las roban

Susurraste lo último como si alguien más estuviera escuchando, lo que hizo que el pecoso dibujara una pequeña sonrisa tímida

D: ¿De qué sabor son?
-Son de chispas de chocolate, son muuy ricas
D: Está bien, acepto
-Bien, son 200 yenes
D:...
-Jajaja es broma es broma, aunque si le cuentas a alguien más tendré que venderlas porque créeme, son tan deliciosas que te apuesto lo que sea a que vas a pegar un brinquito en la cama
D: Mm pongámoslo a prueba

El chico tomó una galleta del tubo que le tendiste y al probarla efectivamente dió un pequeño saltito en su lugar

D: ¡SON INCREÍBLES!
-¿Verdad? Son deliciosas

Dejaste la silla y te sentaste al lado del peli verde para que compartieran las galletas más fácilmente

-Lo malo es que en cuanto se me acaben ya no tendré más, porque las traje de Estados Unidos
D: Creí que no podías traer comida
-Si es en cantidades pequeñas si puedes, y aunque no parezca, estas galletas pasaron el peso permitido
D: Oh
-La cosa es que me las robé de la cocina del Internado antes de irme
D: ¿Cómo que las robaste?
-Pues si, quien sabe si se dieron cuenta, seguro que sí pero bueno, ahora estoy en Japón

Dijiste, llevando la siguiente galleta dentro de tu boca

D: Eres una diablilla
-No lo sé, diría que sí jajaja, últimamente he estado siendo un poco problemática, aunque en el Internado casi no lo era en realidad, era bastante calmada... Bueno, habían excepciones
D: ¿Ah si?

Izuku y Tú: La hermana de HawksDonde viven las historias. Descúbrelo ahora