Dejaselo al tiempo/Kookgi

Capitulo 13.

Maratón 1/2

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¿He comentado que tengo una vecina con el que me he quedado algunos días cuando papá así lo quiere? Bueno pues lo saben. Teniendo en cuenta que vivimos a solo unos pasos enfrente de la casa de los Jeon, papá prefiere que me quede en la casa de la vecina de lado.

Digo no es que me desagrade ni nada, pero los días que me quedo con ella me he dado cuenta que es muy apasionada a lo que se le dice Religión.

Mañana es nochebuena. Afortunadamente a papá no se la a ocurrido que también tenga que quedarme también ese día con la señorita Verónica, es su nombre. Por lo que es una gran suerte, porque no quisiera pasarla escuchandola hablar sobre el nacimiento de Cristo y la salvación. Así que en estos momentos de la noche luego de haber pasado tiempo con la señorita Verónica, he regresado a casa. La casa de papá es deprimente, pero las sombras nos pertenecen y prefiero estar con ellas.

Sin querer se me salió en decirle a la señorita Verónica que podía acompañarnos en la cena de nochebuena en la casa de los Jeon, a pesar de que la madre de Jungkook y ella no sean mejores amigas, porque no quiero que esté sola. Obviamente le mandé mensaje a Jungkook para que estuviera enterado y no tuvo ningún problema.

Esta noche miré dos veces la misma película su nombre es Meet Me in St. Louis. En ambas veces tuve que derramar varias lágrimas cuando salía la voz nostálgica de Judy Garland cuando cantaba aquella canción navideñas Have yourdelf a merry Little Christmas.

La canción me recordaba a él tiempo pasado, que una pisca de brillo creció en mi, por lo que quise prepararle una sorpresa a papá. Teniendo en cuenta que no podría ver su reacción, ni verlo durante la noche, y todo el día de mañana, quise hacer la sorpresa.

Busque en el ático de la casa la caja con los adornos de navidad y tomé la escalera para enmarcar la puerta de entrada con las luces de colores. Decore la casa poniendo un mantel con temática navideña, en la mesa que está en el centro de la sala. Y agregue un pequeño árbol artificial de no más de 30cm de largo en aquella mesa. Al menos la casa ya no se veía tan sola.

Me dirigí corriendo a mi habitación para tomar un posting amarillo y escribir en ella, para después tomar el regalo que compré para papá y pegar el posting encima de este. Luego de eso bajé a la sala para depositar el regalo encima de la mesa, quedando abajo del pequeño árbol.

Al haber terminado mi propósito, me senté un rato en el sillón mirando a la nada, suspiré nostálgico al recordar que antes normalmente en estas fechas mi madre iba a de un lado a otro escribiendo en la lista lo que necesitaba para la cena. Mientras mi hermana siempre reía de ella al hacer las cosas a última hora. Mientras que papá y yo poníamos un árbol natural de Navidad, lo decorabamos mientras de fondo sonaban canciones de Navidad, que aunque fueran un poco aburridas a mamá le gustaba ponerlas, le fascinaban estas fechas, y papá siempre le seguía la corriente por verla feliz. Y mi hermana y yo simplemente sonreiramos ante la escena tan melosa que nos daban nuestros padres.

La imagen mental desaparecio luego de haber escuchado como la puerta era cerrada. Dando un salto por la impresión, me levanté rápidamente del sillón viendo hacia el pasillo de la puerta. Vi como papá se comenzaba a quitar sus zapatos, se notaba cansado, mientras daba de un suspiro a otro. Y yo simplemente me quedé observándolo hasta que se dio cuenta de mi presencia.

-Creí que ya estaba dormido- habló, pero seguía sin mirarme a los ojos y eso de cierta manera me hacía sentir una opresión en mi pecho. Pero esta ves la deje pasar.

-Yo estuve haciendo unas cosas, se me fue el tiempo. Pero ya me iré a dormir- expliqué mientras me dirigía a paso lento a las escaleras.

-Vi que decoraste la puerta, se ve lindo- dijo papá haciendo que me detuviera.

-Si... Bueno la casa se veía muy triste, quise darle mas energía aunque fueran con luces-

-Esta bien Yoongi, ve a descansar buenas noches- me dijo para después dirigirse a la cocina tal vez para comer algo, y yo solo subí a mi habitación, esperanzado de que pudiera ver mi regalo.

Pasada la media noche, no podía dormir. Alguna preocupación me hacia sentir tanta ansiedad que simplemente no podía pegar el ojo. En un momento se me pasó por la mente que papá seguía despierto, pero viendo la hora que era, suponía que el ya estaba en el quinto sueño.

Pero estaba equivocado, escuché como subían las escaleras, la ventaja de que mi cuarto estuviera cerca de las escaleras es que podía escuchar si alguien baja o sube los escalones. Pero pude observar a la luz del pasillo de cuartos, como unos pies se quedaban adelante de la puerta de mi habitación. Por lo que lo único que pude hacer fue fingir estar dormido. Escuché el chirrido que hace la puerta al ser abierta, así que continúe con los ojos cerrados. Sabía que era papá, y no quería verlo, no después de haberle dado un regalo, quería evitar una platica.

Sus pasos se escuchaban por toda la habitación, y yo sentía que pronto mi respiración irregular me delataria. Pronto se dejaron de escuchar, pero luego de eso, sentí como un peso hundía la esquina de la cama, exactamente a la altura de mi cabeza, agredecia el estar volteado mirando a la pared para que no pudiera ver que estaba haciendo. Creí que solo venía a verme, pero al sentir unas lentas pero cálidas caricias, mi corazón se aceleró, y mi pecho doliera demasiado. Quería llorar, pero tenía que aguantar hasta que mi padre saliera del cuarto.

-Perdoname por todo y por nada Yoongi- comenzó a susurra como si temiera que me despertará, pero el no estaba enterado que ya lo estaba -Perdóname por tenerte abandonado hijo, pero simplemente me siento tan roto, que con el simple hecho de mirarte a los ojos se me hace tan difícil porque tengo miedo de perderte como a tu madre y tu hermana- continuó hablando, mientras me explicaba y se disculpaba, y yo solo quería levantarme y decirle que no se preocupara, que podemos iniciar de cero, los dos juntos. Pero no tenía el suficiente valor para hacerlo, tenía tanto dolor guardado, que la inseguridad de ser rechazado seguía tan intacto en mi interior que no me permitió ser valiente por una vez.

-Gracias por el pequeño detalle que me diste, te quiero mucho hijo, nunca lo olvides- luego de haber dicho esas palabras, deposito un pequeño beso en mi nuca. Dejándome en el silencio de mi habitación y de la noche, mis lágrimas empezaron a salir, y trataba que los sollozos no fueran tan audibles para la única presencia de esta casa.

Me tapé con mi cobija hasta tapar mi boca y mi nariz, y antes de dormir pronuncie -Yo también te quiero papá- susurré y finalmente caí en los brazos de aquel dios del sueño.

solo quiero dar un aviso. Estaré un poco ocupada, ya que me han contratado para ser niñera de unos niños, por lo que mi tiempo van a estar enfocados en ellos. Trataré de actualizar en la noche. Pero mientras disfruten de estos dos capítulos.