<{[ --- My Power And You Speed --- ]}>

#38 Investigadores Forasteros.

En frente de una pequeña casa algo moderna se veían a algunas personas caminando por la acera, algunos autos recorriendo la calle de manera tranquila al igual que las personas caminaban y platicaban despreocupadas de la vida.

En frente del pequeño edificio, estaba un peliverde haciendo una burbuja con goma de mascar, usando una capucha de una chaqueta verde, la cual tenía las manos del chico en sus bolsillos.

A su lado estaba una albina la cual veía el lugar de manera sería al lado de su amigo, ninguno decía nada, solo observaban el lugar hasta que la albina que tenía su pelo en un moño hablo

Saori: ... ¿Que hacemos aquí?

Izuku: Ya te lo dije, buscamos a la peleadora cuerpo a cuerpo más veloz que conozco.

Habían pasado unas cuantas cosas a lo largo de esa semana y entre ellas el hecho de que Shinobu no sabía usar su peso a su favor, a diferencia de ciertos peleadores del grupo como Izuku y Kamakiri, pero ninguno podía enseñarle eso ya que es bastante más complicado y más si sus estilos de lucha son bastante agresivos por lo que luego de conversar con Saori optó por hablarle a cierta persona.

Izuku al inicio no concideraba que fuese buena idea, pero ¿que más le quedaba?. Ella era una experta en manejo del peso de su cuerpo y en pelea es la única que Izuku no habría vencido de no ser por que su quirk es de aumento.

Saori: Si, eso me lo dijiste ya. Pero .... ¿Seguro que accederá?

Izuku: ... No perdemos nada intentando.

Saori: Pero si llevamos acá como 10 minutos solo viendo la puerta.

Izuku: ... Es que no sé cómo reaccione al pedirle esto.

Saori: Ve.

Izuku: ...

Saori: -_-

La mujer le dio una patada a Genji el cual fue dando algunos pasos a la puerta mientras la albina se llevaba una paleta de fresa a la boca viendo alrededor que no pase nada sospechoso...para los estándares Latinoaméricanos.

En fin.

Izuku le dio una mirada a Saori la cual le hizo gestos con las manos para que toque el timbre, cosa que hizo.

Espero unos segundos y nada, tocó de nuevo y de nuevo.

Se volvió a ver a Saori y está se encogió de hombros, la albina también estaba extrañada.

¿Estará en prácticas?

Era probable.

El peliverde suspiró y llevo sus manos a sus bolsillos mientras iba con Saori, hasta que escucho que la puerta se abría mostrando a una pelinegra de ojos azules la cual se le veía algo cansada, vestida con una camiseta blanca sin mangas y un shorts corto color verde oscuro y unas sandalias.