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Parte Única

Él no era precisamente la encarnación de la masculinidad, o al menos de lo que se considera masculino, pero sí era bastante llamativo para cualquiera que se lo cruzara.

Sky se topó con su destacable presencia y desde entonces no para de cruzarse en su vida.

Todo empezó un día normal. Sky Crispino caminaba por las calles de Florencia con un vestido azul corto y con tirantes delgados. El verano estaba bastante presente y ella sufría por ello al no tener mejor medio de transporte que sus largas y tonificadas piernas.

Fue en el momento justo que dio la vuelta en la esquina. Inesperadamente golpeó con su rostro un cálido pecho bajo una camisa violeta.

-Lo lamento -cuando alzó la vista quedó absorbida por la exótica belleza de aquél rostro.

-Sorry, was my fault -el alto chico de cabello blanco y piel ligeramente morena le regaló una cálida y blanca sonrisa, enmarcada por unos apetecibles labios regordetes -Excuse me.

Pasó por su lado sin más, dejando el cosquilleo de su exquisita fragancia.

Sky sólo observó la delgada figura desaparecer por la callejuela poco transitada, moviendo sus largas piernas de forma elegante.

- ¿Acaso, llevaba maquillaje? -su suave y aguda voz salió en un ligero murmullo, cargada de sorpresa e incredulidad -Era bellísimo, seguro es un modelo que vino a las pasarelas.

Su día estuvo muy ocupado en la panadería, pero su mente no pudo evitar arrojarle efímeras imágenes de aquél intrigante encuentro.

Se lo volvió a topar esa misma tarde, mientras iba de vuelta a casa, con la puesta de Sol adornando su camino. Esta vez no colisionaron, si no que justo cruzaron la calle juntos.

Llevaba la misma ropa, el mismo maquillaje y peinado, incluso el porte elegante, era como estar parada junto a un noble.

"Ahora que lo veo bien, es incluso más hermoso de lo que recuerdo"

Para más desconcierto, ambos continuaron caminando en la misma dirección, su corazón latía como loco, desesperado por una explicación para aquella tan curiosa coincidencia, hasta que en un momento se detuvo y giró casi de inmediato.

La intensa mirada que recibió, la congeló, era una mirada fría e inquietante.

-Why are you following me? -con los ojos totalmente abiertos, rodillas temblorosas, la bolsa del pan apretujadas contra su pecho y un nudo en la garganta, se aventuró a responderle con nervios.

-No te sigo, yo vivo por aquí, de hecho, chocamos en esa esquina esta mañana -señaló hacia atrás, a unos pocos metros y rezó porque le hubiera entendido.

-Ah, yes, I recognize you, sorry again, for that and now this, my name is Kunpimook, but everybody call me BamBam -extendió su mano y la confundida chica la aceptó, debía reconocer que su inglés era muy estándar, sólo lo suficiente como para hablar con algunos clientes que fueran extranjeros.

-Me llamo Sky. Do you speak italian? -tras estrechar las manos el chico volvió a hablar.

-Sí, me disculpo si te costó entenderme, dabas la impresión de comprenderme -no pudo evitar sus mejillas calientes, su voz hablando su lengua nativa era simplemente encantadora, como todo en él.

-No te preocupes, ¿te molesta si te pregunto de dónde eres?

-Soy tailandés, vine por trabajo y tal vez me tome unas vacaciones después -Sky repasó su persona, en busca de algo que le diera una pista de su profesión u oficio.

- ¿Eres fotógrafo? -cuestionó en cuanto vio el estuche.

-Sí, vine a hacer fotos del desfile de modas.