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Las noches pueden ser relativamente hermosas, pero el día de hoy, parecía que la oscuridad de esa noche le iba a consumir.

Era una noche donde el pánico le encarcelaba y no había con quién quedarse.

Su hermano no estaba en casa, quien era mayormente con quién pasaba aquellas noches de tormento.

Su mano tembló cuando lo vio en línea, aquel nombre con una estrella al lado.

Anhelaba marcarle, escuchar su voz, y distraerse para no caer presa del pánico.

Pero...

Él nunca había visto la noche

La noche donde la oscuridad te consume y no eres más que un pobre débil asustado queriendo huir de todos.

Quedó quieto, y dejo el celular en la cama para llevar sus manos a su rostro, quería, anhelaba parar de llorar.

Pero se sentía prisionero de sus sentimientos.

Su mente ya no estaba en aquel cuarto suyo.

Estaba en aquella cocina, encadenado, y solo, de noche, donde la fuerte brisa del viento lo hacía temblar.

No había nadie con quien apoyarse, no tenía a su hermano, no tenía a su madre, no tenía a Rika, no tenía a Jihyun, no tenía amigos

El suave tono de una llamada le hizo volver a la realidad.

Oh...

Contesto y llevo tembloroso el celular hacia su oído.

--¿Yoosung?.- No quería que su voz se escuchaba temblorosa, pero falló.

--¿Estás bien?.-

¿Como podría mentirle a aquel chico?

--No...- Respondió derrotado, a pesar de querer ser fuerte, demostrar poca debilidad, siempre caía y fallaba en el intento.

--¿Quieres hablar?.-

--...-

Más que hablar, anhelaba tenerlo delante suyo y abrazarlo a más no poder, quedarse a su lado, y dormir, como un niño aferrándose a su peluche de felpa para sobrevivir a la terrible noche.

Suspiro.

Yoosung no debería de ver sus peores facetas.
Él debería de solo ver felicidad.

--Hey Saeran, ¿Sabes?, Puedes contar conmigo, así que, si quieres decirme algo, o desahogarte, adelante, todos tenemos derecho a llorar de vez en cuando.-

Oh, de verdad que aquel chico le tenía mal, porque sin lugar a dudas, comenzó a llorar como un bebé en busca de consuelo.

A pesar de todo, incluso si Yoosung no estaba presente delante suyo, le ayudo más de lo que creía.

Las lágrimas brotaron, pero el pacientemente escucho.
Al final, ninguno cortó la llamada esa noche.

You're the Sun... [ Yooran ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora