「SameWada Week!」School AU

Día 4: Coqueteo

Eran las 3 de la tarde, los estudiantes ya estaban saliendo de sus clases con el propósito de atender clubes y otras actividades, aunque por una parte, estaban esas personas que no tenían club, o que simplemente se saltaban las reuniones de los suyos.

Cerca de la entrada, varias personas se encontraban en sus asuntos. Hoy nos enfocamos en un pequeño grupo de 4 personas bastante particular, quienes eran Irena, Tarako, Memoca y nuestro protagonista de hoy, Samekichi. Era algo común verlos juntos a esas horas, al inicio fue raro, pero finalmente se formó una pequeña amistad entre ellos. Aunque, no vamos a negar que a veces Samekichi se hartaba de ellos, especialmente de las bromas de los más pequeños del grupo.

Este día parecía ser normal, hoy solamente habían tenido la desdicha (o bendición según palabras del tiburón) de que Tarako faltase, pero dentro de lo que cabe, todo era normal. Sin embargo, Irena decidió sacar cierta cosa a colación. ─Hey Samekichi, ¿qué hay de Wadanohara? ¿Ya dieron el siguiente paso?─ Al escuchar eso, el mencionado Samekichi, quien estaba tomando un refresco, casi se ahogó por la pregunta. Las chicas no pudieron evitar reírse; era muy amenazante y todo lo que quieras, pero todos sabemos que cuando se trata de Wadanohara, él es un completo tsundere.

Memoca se acercó a la a sirena, sentándose junto a ella. ─Apuesto a que no, él apenas si puede dirigirle la palabra sin sonrojarse.─ Dijo a modo de burla. Él por su parte quería protestar y demostrar que no era cierto, pero claramente no había forma. La albina simplemente lo miró con una expresión burlesca. ─Además, Wadanohara es leeeenta con todas las letras. La quiero pero, a menos que él no se lo demuestre directamente, no habrá nada entre los dos.─

En eso último, el de cabellos grises tuvo que coincidir. Su mejor amiga era sumamente lenta al momento de procesar las cosas, y muchos la conocían por eso. ─Tienes razón, es bastante lenta en estos temas y-... Espera- ¡No eso no es..!─ Ambas chicas lo miraron, solo que en el caso de Irena, demostraba una expresión algo provocativa, y eso lo hizo darse cuenta de lo que dijo. ─¡Mierda! ¡No me refiero a eso!─ Sí se refiere a eso.

─Oh vamos~, ¡es obvio que te refieres a eso! ¡Aaaamas a Wadanohara y todos lo saben!─ Memoca amaba provocarlo, el verlo enojado la hacía reír bastante. Por su parte, no vamos a negar que el tiburón tenía hasta ganas de matarla, y se podía notar fácilmente en su expresión. ─Simplemente eres muy tímido como para aceptarlo... ¡Si sigues así de tsundere Fukami te la va a ganar campeón!─ Tenía algo de razón en ello, y los tres lo sabían. Por algún motivo había competencia por Wadanohara... Los placeres de ser la protagonista, supongo.

Samekichi simplemente suspiró pesadamente. Sus días de ser agresivo habían quedado atrás. ─Solo lo diré una última vez... ¡No estoy enamorado de Wadanohara!─ Gritó algo fuerte, posiblemente más de un estudiante lo escuchó decir eso. Las chicas solamente se limitaron a reír debido a ello, cosa que lo dejó pálido. Era simplemente obvio.

Irena, después de dejar de reírse, lo miró con una sonrisa un poco provocativa, ella que tan bien hacía. ─Por dios Samekichi... Mírate, estás completamente sonrojado, y te pones cada vez más rojo cada que la mencionamos, no niegues algo tan obvio...─ Al escuchar sus palabras, él se quedó paralizado, ¿tan obvio había sido todo? Bueno, por algo no se metió al club de teatro.

El chico paralizado simplemente retrocedió un poco, sentándose en una de las escaleras de la entrada. ─¿Enserio era tan obvio...? ¿La gente se dio cuenta...?─ Las dos asintieron a ambas preguntas, haciendo que la expresión de vergüenza y pena en su pálido rostro simplemente se volvieran el doble de visibles. A eso lo había llevado su negación ¿huh? No me soprende.

Él simplemente moría por dentro, mientras sus amigas se burlaban un poco en voz baja. ¿Era patética su forma de actuar? Sí, ¿se lo iban a decir directamente? No, pero minimo pensaban ayudar. Memoca se levantó y le proporcionó unas palmadas en la espalda a su amigo, intentando dejar todo en son de paz. ─No te preocupes, los amigos estamos para ayudar, y tienes suerte de tener a dos chicas de tu lado.─ Dijo ella para después acercarse a Irena nuevamente.