Celos

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Ship; Silvex

"Celos de tus ojos cuando miras a otra chica, tengo celos, ¡celos!"

[♡]

—¡Ese es mi hombre!

Una exclamación se oyó en medio de la sala, y todos los que estaban en ella sabía de quién venía, era muy obvio, últimamente cierto castaño se la pasaba realizando bromas de ese estilo hacía el peliazul. Solían darle una respuesta en una mirada de "qué-?" para posteriormente soltar entre risas y carcajadas.

Sí, sin duda las situaciones que salían de las bromas del mexicano eran divertidas tanto para ellos como pra los espectadores, porque eran bromas, ¿verdad? En realidad, nadie se lo había preguntado, y tampoco pensaban hacerlo en un futuro cercano, sabían como era Silvio.

De un momento a otro se dispersaron, la hora de grabar había terminado, o bueno, se supone que lo harían, nuevamente aquel castaño fue dando saltitos en plena caminata hacia dónde había partido el menor al que tanto amaba molestar. Sí, pudo ir al mismo instante en el que lo empezó a ver partir, pero bueno, retraso mental, aún usa internet explorer.

Habría sido todo tan normal si no fuese porque parecía que él mismo se retrasaba para al fin llegar junto a su compañero, a cierto punto parecía estar más espiándolo que tratando de llegar a él, aunque no fuese así; desde no pasar entre los autos atascados como buen latinoamericano cuando la luz estaba en verde, hasta "antojársele" de la nada un helado del señor del otro lado de la pista a la que se supone debería ir. Era un plan tan simple como alcanzarlo y continuar el camino hablando de cualquier tontería que se le ocurriese, ¿desde cuándo le costaba tanto aparecer de la nada? Acercándose amistosamente para conversar con su amigo.

Estaba llegando incluso a la casa del menor antes de terminar de alcanzarlo cuando este se detuvo y observó hacia un lado, no era su lado por lo qué también paró y observó en duda también girando hacia donde lo hacía el peliazul y fiummm, se escondió cerca del primer local que encontró, nuevamente parecía estar espiándolo; se dio una palmada en la frente antes de asomarse a ver lo que ocurría.

Al otro lado una "albina" acabó por acercarse, sonriente comenzando a charlar de forma completamente natural; Dios, que envidia, él no pudo, no es justo, devuélvanle su dinero, solo estaba ahí en modo espectador sin poder oír nada, solo alcanzaba a ver los labios de ambos moverse según su habla, y aún no sabía leer labios.

No contó, pero calculó que habría pasado unos cinco minutos ahí, por momentos volteaba al esconderse y parecía que el dueño de la tienda salía a debatirse si lo echaba de una vez o lo observaba tantico más para ver si llamaba a la policía. Sinceramente que aburrido joe, nadie hacía más que observar desde lejos pensando que los demás no se enteraban, actúen por favor, desesperan.

Pero al fin, soltó un suspiro pesado antes dar un paso hacia adelante, pensaba ir, si no lograba nada al menos dejaría y dejarían de pensar que parecía un acosador. Primero caminaba lento, luego rápido, y finalmente al chile, acabó corriendo sin precedentes hasta llegar al lado del menor; adiós a sus planes. Flex y Gravi apenas tuvieron tiempo de voltear cuando el mayor tomó al más pequeño y literalmente lo cargó en brazos.

–¡Deja a mi hombre culera!– repitió el chiste mientras corría el poco tramo que quedaba para llegar a la casa del menor.

¡Silvio, sueltaaaa! ¡Ahhh, ayudaaaa, Graviii!chilló el contrario mientras pataleaba levemente, a fin de cuentas quería safarse, no caerse.

En respuesta la joven solo rió un poco antes de continuar su camino, si se había quedado era porque vio a su compañero. Mientras tanto, Silvio llegaba a la puerta de la vivienda del chico que tenía en brazos.

Pasa llave.

Puedo caminar.– respondió el contrario, dejando de patalear, pero observando con molestia a su amigo que de la nada se lo había llevado, el mayor solo soltó una leve risa al observarlo.

Poco más y parecían recién casados saliendo del altar hacia la recepción, solo les hacía falta trajes y un público que les tire arroz.

Una mini discusión tonta después entraron, cerrando el castaño la puerta a su atrás, luego dirigiéndose al sillón y sentándose en este junto a su compañero. Reposó sus manos poco más abajo de sus mejillas y a continuación empezó a repartir besos por todo su rostro; nariz, cachetes, frente, párpados, rozaba de todo menos sus labios que anteriormente había visto moverse desde lejos.

¡Silvio! Ah ¡Quita pendejo, que asco!

Sostuvo sus hombros y trató de alejarlo, por un par de segundos pareció lograrlo, sin embargo volvió a sentir la presión de aquellos labios en su rostro, específicamente sobre los suyos. Al final solo pudo rodar los ojos antes de rodearlo con sus brazos a la hora de corresponder.

Eso fue muy homosexual de tu parte.– dictó una vez se separó.

Su "amigo" esta vez sonrió en vez de reír, acercándose más dejo otro beso sobre la punta de su nariz, acomodando después su mentón sobre el hombro ajeno, a la vez que sus brazos bajaban para rodear su cintura.

Tonto, si vas a venir ven, no me mires desde lejos por favor, das miedo.

¿Te diste cuenta?

Es difícil ignorar a un grupo de personas mirando la columna de una tienda.

El castaño volvió a reír, en realidad no podrían especificar si eran pareja ya, digamos que estaban en ello, pero desde hace un tiempo, esos habían sido sus nuevos tratos cuando se hallaban solos, sus celos habían dejado de ser solo bromas de vídeos y aún no sabía bien como llevar ello y ninguno de sus demás compañeros conocía ello.

Dímelo, ¿si?– a pesar de no decir todo, estaba seguro de que Silvio le entendía.

Sintió como la cabeza del mayor se movía en afirmación, suspiró y subió una de sus manos para juguetear con sus cabellos, a lo mejor eran esos pequeños detalles por los que aún no se decidían por empezar formalmente.

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⏰ Última actualización: Dec 08, 2021 ⏰

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ᴜɴfɪɴɪsʜᴇᴅ || CoMPaSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora