Domadora - Wakasa x Lectora

7

-"Aún no puedo creer que me hayas invitado a salir a estas horas" dijiste en una risilla caminando a su lado

-"No sé en qué otro momento estas libre así que..." Wakasa respondió en una suave sonrisa

Otra vez él había aparecido a la hora del cierre del zoológico, y te terminó pidiendo si querías al menos salir a pasear con él cuando terminarás de alimentar a los felinos.

Aceptaste entre risas.

Así que ahora estaban caminando por las tranquilas calles a mitad de la noche.

-"El cielo está super despejado... Mañana va a ser un hermoso día" dijiste viendo el cielo en una sonrisa

-"Si..." asintió suave mientras te observaba

A pesar de aquella apariencia algo brusca, por las cicatrices y estas algo tonificada, no podía evitar pensar que te ves realmente linda, sobretodo cuando haces tu trabajo y te ves tan alegre.

-"Y- qué tal les fue con Nube?" preguntó Wakasa

-"Mm, mañana obtendré un informe más detallado de que tal está, pero por el momento ha llegado bien y no ha tenido dificultades" le sonreiste

-"Oh, mañana trabajas por cierto?"

Reiste leve por su pregunta.

-"No, mañana no trabajo, es día de descanso. Lo vamos variando todas las semanas para que los mininos no se acostumbren a recibir comida en un horario y día en particular y sigan con el método de cacería. Siempre ponemos un cartel con los horarios del mes entero"

-"Oh"

-"Aunque" te detuviste y le extendiste tu mano "Puedo tener tu celular un momento?"

-"Claro-" no dudó en dartelo

Te vio escribir algo en el y luego devolverselo.

-"Ahora tienes mi número, si quieres preguntarme algo sólo envíame un mensaje o llámame, si? Así no vas a tener que escabullirte de nuevo dentro del zoo, porque estoy seguro de que Shira a la próxima si te va a cazar si no estoy cerca" reiste leve

-"No me lo recuerdes-" dijo en una pequeña risa

Pero se puso serio cuando notó que alguien los estaba siguiendo, sabiendo bien que no era una sola persona.

-"Mi casa está cerca, quieres acompañarme?" le preguntaste tranauila, parecias no notar su preocupación

-"Deberíamos ir por otro la-" quiso decirte y se sorprendió al ver a alguien ir contra ti por detrás "CUIDADO!"

Advirtió con preocupación pero no se esperaba lo que iba a ver.

Te hiciste a un lado haciendo que el atacante pase de largo, pusiste tu pie haciendolo tropezar y luego antes de que caiga lo tomaste del cuello de su camisa, alzandolo un poco del suelo con un sólo brazo.

-"Tch, tch, he tenido mininos más peligrosos que tu!" dijiste tomando sin problema la navaja que tenía en la mano "Es muy peligroso esto para ti, pop" picaste suave su mejilla con el mango de la navaja "Son 3 muchachitos más, y yo que ustedes me voy por otro lado~"

El chico estaba en silencio, aún procesando lo que había pasado en tan poco momento, sus piernas temblaban cuando lo bajaste y dejaste en el suelo, le devolviste la navaja y golpeaste con tus dedos su nariz en una risilla.

-"Ahora vete o te dejaré la cara como la tengo yo~" Reiste leve soplando en su rostro

Eso bastó para hacerlo correr empezando a gritarle a sus compañeros que no era buena idea lo que iban a hacer que había una chica aterradora, que no iban a poder atacar al leopardo.

-"Jeje~ es increíble como se asustan con mis cicatrices y mi fuerza en tan poco" reiste leve y te acercaste a Wakasa "Tengo la sospecha de que te estaban siguiendo a ti? Leopardo te llamaron?" sonreiste alzando una ceja

-"Si... Ese es un apodo que tengo... Leopardo blanco..." mencionó rascando su nuca, también había quedado sorprendido por lo de antes "Oye- cómo? Cómo hiciste eso antes?"

-"Trabajo con gatos gigantes que pesan más de 100 kilos! Si no fuese fuerte ya me hubieran aplastado, segundo, trabajo con gatos gigantes" repetiste "Esos malditos cuando quieren jugar se esconden y saltan a mi de la nada!" Reiste "He desarrollado algo de instinto para evitar que me atrapen y aplasten"

-"Eso es- increíble" no pudo evitar sonreír por eso

Y tú no pudiste evitar sonrojarte por eso, todos lo llamaban extraño y que parecía que pasabas más tiempo con esos felinos que con humanos, nadie nunca lo había llamado algo genial.

Le sonreiste y seguiste caminando hacia tu hogar.

-"Mm~ leopardo blanco, eh? Son muy hermosos..." susurraste en una risilla