𝓓𝓲𝓼𝓬𝓸𝓶𝓫𝓸𝓫𝓾𝓵𝓪𝓽𝓮𝓭

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Nunca fui así, de joven era una chica respetuosa, seguía las normas, era muy independiente y me sabía organizar.

Todo cambió cuando papá dejó a mamá, la destruyó por completo.

La primera vez que mamá se drogó fue cuando yo tenía 19, dos días antes de mi cumpleaños. Recuerdo llegar a casa tras un largo día trabajando en la boutique de mi tía Samantha y notarla diferente, inmediatamente llamé a la policía aunque ella se negara. Hopper entró por la puerta y analizó la situación, yo no entendía bien lo que ocurría y él decidió mandarme a casa de mi tía a dormir esa noche.

A la mañana siguiente Hopper habló con mamá y acordaron algo, él no diría nada sobre las drogas y yo haría como que nada había pasado, no querían problemas.

Mi esfuerzo en el trabajo disminuyó notablemente desde ese momento, me encontraba exhausta mental y físicamente. El lidiar con mi madre se convirtió en un problema y empecé a tener malas conductas.

Decidí trabajar como la psicóloga del instituto de Hawkins, irónico, una psicóloga exhausta mentalmente. Me fue muy bien el primer mes, conocí a un estudiante llamado Pete; él era de esas personas con las que podías reír por horas de estupideces de la vida pero a la vez podías entablar conversaciones muy profundas sin miedo a que se burlará o te ignorara.

-Entonces no fuiste tú la que se la pasó a Pete- dijo Hopper con el ceño fruncido.

-Claro que no, nunca haría eso, nunca destruiría a mi mejor amigo...


Pete se ha convertido en mi mejor amigo tras todas las charlas que hemos compartido. A los tres días de conocernos, en él vi una esperanza, un motivo para seguir con vida. Fue mi único apoyo cuando ocurrió lo de mi madre, se lo agradezco tanto...

-Ellie necesito tu parte de la historia para saber si Pete dice la verdad- Hopper insistía con un tono más alto.

-Me encantaría contarla pero no la entenderías, creerás que te estoy mintiendo- dije con un cierto tono de tristeza.

 
Realmente no sabía qué decir, Pete había dicho una historia completamente inventada sobre cómo llegó la droga a sus manos probablemente, mientras tanto,  yo me encontraba entre la espada y la pared, si no contaba nada me pondrían una sanción y si lo hacía, también.

-Hopper no fui yo lo prometo, tengo que encargarme de adolescentes con la mente destrozada, ahora, déjame ir a trabajar- mi voz de apuro reflejaba que mentía, él lo sabía pero aún así sé que se negaba a hacerme daño.

-Acompáñame Ellie, Pete se quedará un tiempo en comisaría con nosotros.

-¿En comisaría?¿Realmente contó la verdad?

-¿Y yo? ¿Cómo voy al instituto? Te recuerdo que no tengo el carnet, voy en bus y a esta hora no hay ninguno.

-Te llevaré yo, de todas maneras me pilla de camino para ir a por la compra. Tengo el día libre después de terminar con este caso.

Oh no, estaba lo suficientemente preocupada por Pete para ahora tener que atender a más gente.

-Hopper en realidad yo...-me calló para soltarme lo mismo de siempre.

-Ellie, calla antes de que me arrepienta de llevarte- Hopper parecía molesto conmigo.

-Hopper no me lleves, da igual. No tengo ganas de escuchar a un cuarentón quejarse de que va a llevar a una jovencita a su trabajo.-solté con una sonrisa escondida, una pequeña broma para intentar calmar todo.

Hopper siempre me pareció atractivo, me explico; él y mi padre eran muy amigos en la adolescencia. Hopper era el Steve Harrington de la época por lo que siempre tenía a millones chicas babeando tras él. Con el tiempo, ambos siguieron siendo muy buenos amigos y a veces Hopper venía a cenar a nuestra casa, especialmente cuando yo tenía 17. Verlo en casa alegraba todo. 

Aún recuerdo mi pijama conjunto de pantalón rayado y camiseta blanca ajustada, me ponía mi perfume de vainilla, mi bálsamo rosa y bajaba a lucirme. Era tan feliz antes de la catástrofe...

✩✩✩

Mamá estaba en la cocina preparando unas hamburguesas para luego zamparnolas con Jim. Me estaba peinando una coleta medio alta cuando mamá me llamó para cenar.

-¡Ellie! ¡Abajo ya, hay que cenar! ¡Jim no te va a esperar!- mamá dijo riéndose en esa última frase y unas carcajadas de papá y Jim la siguieron.

Mamá y papá sabían mi interés por Jim, con mis acciones y miradas hacia él, lo notaron con el tiempo. Por mucho que lo intenté ocultar no hubo manera.

-¡Va, estoy terminando de peinarme!- grité con fuerza y mal humor.

Bajé las escaleras y miré a Jim mientras saludaba con mi mano, la tensión que se formó entre todos fue enorme y Jim me notó enfadada con mis padres por lo tanto decidió soltar una frase estúpida para cortarla. 

-Hay que ver, los adolescentes de hoy en día.... - Jim dijo dirigiéndose a mi madre y a mi padre con una sonrisa, se miraron los unos a los otros y se echaron a reír.

✩✩✩

-Eh, te estoy hablando Ellie- dijo Hopper irritado.

-Sí... es que estaba en mis pensamientos... ya sabes todo...

-Lo sé, no eres la única con problemas. Por eso mismo escúchame, es importante- parecía cansado -que tu padre y yo ya no seamos tan amigos no significa que tú y yo no podamos ser amigos.

Oh mi pequeña yo estaría muriéndose de amor ahora mismo... pero con el tiempo lo he aprendido a controlar.

 
-Lo sé es que... al igual que me contó cosas buenas sobre ti me dijo cómo podrías llegar a ser a veces.- Oh Hopper, Hopper...

Él presenció la primera pelea entre mamá y papá y me sacó de casa para tomar un helado para que no me enterara de nada. Yo pensé que era una cita, por dios que cegada estaba.

-Ellie, recuerdo que nos escapábamos para tomar helado juntos, que tus padres decían lo bien  que te caía y como adorabas que me quedara a cenar cada viernes; recuerdo a esa adolescente de diecisiete saltando por la casa reflejando una energía que ninguno de nosotros era capaz de reflejar, ¿Qué ha pasado con ella? - una sonrisa delicada salía de su cara mientras que una lágrima caía de la mía, si tan solo supiera como me sentó lo ocurrido...


-Hopper yo...-rompí a llorar, no podía más. Siempre la que aguantaba los problemas de la gente y no contaba los míos.

 
-Eh estoy aquí si necesitas mi ayuda Ellie, tan solo llama al viejo teléfono. No lo utilizo desde hace siglos y para ser honesto me gustaría hablar con alguien a veces- dijo mientras un cálido abrazo me hundía en su pecho.

Los dos habíamos pasado por tanto...

𝓓𝓲𝓼𝓬𝓸𝓶𝓫𝓸𝓫𝓾𝓵𝓪𝓽𝓮𝓭 ; Jim HopperDonde viven las historias. Descúbrelo ahora