Estaba enojado. No, enojado era poco, tenía tantas ganas de echar a Soonyoung de mi casa, pero aún peor que eso, me encontraba colérico por el simple hecho de no poder hacerlo, de desear tanto besarlo y frotarme contra él para llenarme de su olor.
Maldito omega, eres horrible y feo.
Quiero Soonyoung. Quiero besarlo.
No ¡Cállate!
Definitivamente mi vida se resumía en una mala comedia en la cual yo tenía dos personalidades que se la vivían peleando, poco faltaba que me salga otra cabeza y sería el colmo. Solté un suspiro totalmente enojado cuando adentré a Soonyoung en mi baño y cerré la puerta de un fuerte portazo, poco me importaba si mi madre se enteraba de que todo era una estúpida mentira, pero tampoco quería explorar los límites de la paciencia de un alfa, Soonyoung respon-
dería muy mal si le gritaba frente a mi madre.
"¿Puedes decirme qué mierda te pasa?"Intenté hacer un sonido parecido a un gruñido, pero Soonyoung no se inmutó en lo más mínimo. Cuando vi que él iba a hablar, estaba seguro que saldría con alguna de sus bromas tomando las cosas a la ligera, así que me adelante. "No, espera ¡No respondas! ¿Cómo se te ocurre hacer algo cómo eso? ¿Te das cuenta dónde te estás metiendo? Una cosa es algo nuestro que no comprendo, pero ella irá a decirle a mi padre y a sus amigas ¡Es una chismosa, Soonyoung!"
"¿Algo nuestro que no comprendo?" Él repitió esas únicas palabras, no deseaba hablar de ello con mi madre presente en la casa, pero si tanto quería hacerlo, perfecto.
"Sí, esta mierda que no entiendo."
Mis brazos se colocaron instintivamente sobre mi pecho, cruzándolos mientras daba un par
de pasos hacía la pared más cercana, Soonyoung no se veía amenazante, de hecho el único que soltaba un aroma lleno de enojo como una peste era yo, pero igual, algo dentro mío me mantenía alerta, nos había encerrado en una habitación y en cualquier segundo alguna parte de Soonyoung podía hacer clic y enojarse. No quiero a mi alfa enojado.
Joder ¡Cállate!
Sacudí la cabeza intentando ignorar esos vagos y asustados pensamientos de mi omega, él quería más caricias como aquellas de la sala pero primero necesitaba explicaciones, mi cabeza iba a explotar si no lo comprendía de una vez.
"¿Qué es lo que no entiendes? Quería verte y no me llamabas, me dijiste que tu madre venía hoy y pensé que sería genial callarle la boca, tú lo dijiste ¿No?"
"¡Sí! ¡Pero no es tan fácil, idiota! Me metes en problemas ¡Te metes en problemas! ¿Qué
pasará cuando ella le vaya a contar a todo el mundo? ¿Qué sucederá contigo?""Sinceramente mientras yo no lo diga, no creo que vayan a creerle a una persona que ni
siquiera conozco públicamente ¿Sabes cuántas mujeres han inventado que tengo una relación con ellas o que esperan un hijo mío? Los medios pueden decirlo, pero no me interesa."
"De acuerdo ¡No te interesa! ¡Genial! ¡Todo solucionado entonces!" Dije con obvio sarcasmo, rodando los ojos ante su falta de seriedad ¡No era tan simple! Además... No me agradaba la idea de Soonyoung negándome ante cámaras, ni siquiera me preocupaba oficialmente por todo lo que dirían en la Universidad de mí, sino... Solo no deseaba escucharlo decir que no somos nada, me iba a romper por completo.
"Jihoon, no estés triste." Lo escuché murmurar. Me olió, claro, un espacio tan cerrado era suficiente para que su nariz pudiera sentir cada una de mis fuertes y ruidosas emociones con claridad.
"¡No es tan fácil! ¡Nada es fácil! ¡Tú no eres fácil!" Mis manos subieron a mis rizos queriendo tirar de ellos, aunque me contuve. Yo no era el culpable, era Soonyoung, solo él y su rara forma de pensar. "Mierda, a veces quisiera entrar en tu cabeza y ver qué demonios pasa por tu cerebro cuando tienes ideas como esta. No tienes ningún derecho ¿Sabes? ¡Ninguno! De venir a mi casa y presentarte como mi alfa sin que yo supiera nada, de ponerme en esta situación frente
a mi madre ¡De hecho no tienes derecho de nada!"
Alejé mis manos de mis cabellos y por un segundo, mi mente deseó poder arañarme o hacerme daño, deseoso de reemplazar el asqueroso dolor que estaba creciendo en mi pecho.
Todo... Todo me estaba cayendo encima como un balde de agua congelada, pensando en
cada segundo que he vivido con Soonyoung, en cómo puso mi vida de cabeza y cómo podía tomar tan a la ligera absolutamente todo.
"Jihoon..." Avanzó un paso y estiré mi brazo en defensa, mostrándole la palma de mi mano,
evitando que se acercara más.
"No, Soonyoung ¡No vengas!"
"Pero estás... Yo puedo ayudar." Dijo las mismas palabras que aquel día por teléfono, logrando hacerme explotar de nuevo.

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𝐓𝐡𝐞 𝐩𝐞𝐫𝐟𝐞𝐜𝐭 𝐎𝐦𝐞𝐠𝐚 *𝐒𝐨𝐨𝐧𝐡𝐨𝐨𝐧*
ФанфикCuando eres la perfecta definición de un Omega imperfecto, pierdes todo el pensamiento de encontrar al amor de tu vida. Lee Jihoon tiene 20 años, un hijo de tres y un lazo roto debido a su ingenuidad. ¿Que alfa quería encargarse de aquello que tod...